12. Tesoro

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Doceavo Capitulo

Él aceptó y un nuevo plan está en marcha.

¿Conseguirán su objetivo?

Al mismo tiempo diferente acontecimientos ocurren en diferentes lugares de la mansión.

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Allí en completo silencio, su corazón palpitó a mil por hora, casi podía sentir como en un momento de descuido se le escaparía del pecho. Era un acuerdo y sus lágrimas no dejaban de correr de manera silenciosa, su hermosa piel color vainilla se encendía y sus ojos tomaron aquella forma, ya no había salida.

--¿Kurapika?-Yuuji se adentró al cuarto y no tuvo la precaución de dejar la puerta cerrada a sus espaldas. -No te has decidido por algún vestuario del armario, eres exigente mi niño - sonrió aun lascivamente mientras continuaba con sus invisibles pasos. --¿Dónde está Aki-hime? Vaya, tendré que reprenderla -- Fue entonces cuando las lágrimas dejaron de caer y una sonrisa deforme se formó en su enrojecida piel, sus labios ausentes de labial dejaron de temblar. Él, miró disimuladamente su muñeca y el diminuto reloj marcó las 16h: 55.

Ahora.

La figura envuelta en el pijama color pastel se levantó y esto fue casi una sorpresa para su acompañante, aun sin darse la vuelta dirigió su mirada hacia la puerta continua.

--¿qué tienes en mente Kurapika?-su voz sonó muy apacible al contrario de él, quién con toda la desesperación del mundo salió corriendo hacia su única salida, sus mente vaciló por escasos segundos pero sus pies ya se encontraron alado de la puerta de madera color rosa y con la mente en blanco tomó la manija, la hizo girar e hizo desaparecer su delgada silueta de la presencia de líder. Este no dijo nada, mas su mirada se perdió por un instante ante tal acción --¡Oye!-finalmente logró articular, su voz se fue apagando a medida que él se alejaba.

"¿Recuerdas cómo nos conocimos?" Pensó mientras sintió como todo daba resultado, Yuuji empezó a moverse y gloriosamente estaba tras él ¡excelente! Ahora solo era cuestión de tiempo, tal vez.

Definitivamente era un hombre de muy pocas palabras pero ¿saben una cosa? Dentro de sus pensamientos jamás dejaba de hablar...

"Lo recuerdas... fue hace ya mucho años y yo hace tiempo que no sentía la comodidad de estar dentro de estas prendas ¡Vaya! Podría estar así por siempre. Yuuji ¿Recuerdas cuándo nos conocimos?... quizá no te extrañara esta situación si lo recordaras. Yo me acuerdo muy bien; fue exactamente igual." Sus descalzos pies casi resbalan al cambiar de dirección, Lilianne se adentró a la habitación continua que resultó ser la suya, siempre tan adornada como su propio aspecto. No se detuvo a examinarla pues la conocía como la palma de su mano y sabía que si giraba a la derecha de donde se encontraba su acolchonada cama encontraría la salida hacia el pasillo, así lo hizo. "Yo corría así mismo y tú... bueno también me seguías, por supuesto aquella tarde te veías mucho más desesperado. Es casi gracioso pensar como recreamos esta escena después de tantos años. Entonces yo me encontraba totalmente empapado, asustado, no recordaba absolutamente nada y menos ahora pero lo único de lo que estaba consciente era de tu presencia... atrás mío como una fiera en busca de su presa y mi pequeña presencia solo contaba con una pesada navaja. No fue una tarde oscura y me acuerdo de casi todas las cosas que vi; basura, excremento, sangre y como olvidar las desorbitadas miradas de cadáveres en plena descomposición ¡qué asco! Aún no sé cómo me las arreglé como para no morir y sabes una cosa ¿Por qué me encontraba huyendo? ¿Qué edad tenía? ¿De dónde saliste y dónde está mi familia? ¡Maldita sea! Aléjate, es lo que vociferaba mi voz, una y otra vez. Sí, eso lo recuerdo muy bien"

PROMESA (KuroKura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora