PROMESA (KuroKura)

14. Segundos

Catorceavo capitulo

Su alianza fue efectiva, el plan ha salido casi a la perfección.

Aún así el camino a la salida es largo, y lo será mucho más cuando descubra la sorpresa de un encantador arlequín.

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Su corazón palpitó a mil por hora, no era absolutamente mucho tiempo, pero para él y sus ansiosas ganas de tenerlo entre sus brazos había sido la muerte en vida. Desmerecedor o no, ya lo tenía. Lo admiró hace unos instantes desde la sala, donde bajo aquella máscara oscura ocultó el resplandor de su mirada y ahora no se haría esperar.

La espesa cortina blanca aumentó de tamaño y vaya que hubiera sido un gran problema salir de la mansión para todos los invitados con algunas excepciones, solo unos pocos optaron por venir en helicópteros. Sin embargo el atroz frío daba la imagen de suma tranquilidad en todo el lugar, y había sido así, sino hasta la llegada de él. Era el infierno ¿qué podía ser más aterrador que los desgarradores aullidos de gente desesperada por su propia vida? En aquel lugar ya no había señales de eso, pues ahora todo era silencioso y la melodía en piano se extinguió para dar paso a las ardientes llamas y arrasar todo.

"No estaba"

--Realmente no estaba... -- dijo alguien en medio del peculiar sonido de la madera quemándose. Sobre el majestuoso asiento, el tesoro se había esfumado y el único ser sediento de manera sincera de él se encontraba parado inmóvil sin reaccionar.

--¡Vaya! Me eh equivocado -continuó hablando entre risas algo burlonas. --¿Cuál es el siguiente plan gran genio?

Atrás de él, las llamas ya habían ascendido y entonces las cortinas que permanecían cerradas empezaron a encenderse.

--¡Siquiera me está escuchando! - la voz algo chillona proveniente del bastón de madera no se daba por vencido. --¡Oh! Ya veo... se le acabaron las ideas al gran genio. ¿Es eso acaso? - soltó una desagradable carcajada. -No lo creo. ¡Tú eres el gran Kuroro Lucifer! ¿No? O solo un niño insolente... ahora dime ¡¿Cuál es tu siguiente plan?!-

Kuroro sonrió jovialmente. -El mismo, mi fiel acompañante. - y dicho esto, el crujir de la madera bajo sus pies se agrietó, desatando cierto calor proveniente de abajo. Así, tan ágil como siempre, dio un rápido vistazo a su situación y se encaminó al filo del balcón.

--Dime algo muchacho. - la voz del hombre duende sonó esta vez más apacible. --¿Por qué te has molestado en seguir mis indicaciones hace un momento?

--Quién sabe... -- susurró con tono sombrío y saltó del balcón en llamas.

"¿siguiente objetivo?"

Pasos en diferentes direcciones, sería la única interpretación de aquel momento. Kuroro cayó perfectamente estable en el salón y sin detenerse a mirar nada, se encaminó hacía algún lugar. Al mismo tiempo de su salida, el débil retumbar de las pequeñas zancadas de Aki entraron al salón topándose con una figura muy conocida a sus pies.

--¡Oh! Vaya... -- se dijo mientras acomodaba su plateado cabello atrás de su oído. -Yuuji- chan... -- su líder o más correctamente ex líder yacía en el suelo ardiendo totalmente inconsciente. --Así que el rey ha venido sólo a recuperar su corona. - se inclinó y posó su mano en el rostro de Yuuji. -Todavía respira. -

--Así que ha eso ha venido Kuroro Lucifer. - dijo Yuki a las espaldas de su amigo.

--Al parecer no eres el único idiota. - Aki sonrió pícaramente mientras le dedicaba una traviesa mirada.