007: Operación diario de Alty.

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Re leí esa línea como 500 veces y no me cansaba de hacerlo, sentía una sonrisa idiota en el rostro, este era el "Cuando sonríes al celular por un mensaje que te envió" versión 1191 y obviamente esto no era de mi propiedad pero se sentía más real y emocionante que un WhatsApp ¿por qué? Por el simple hecho de que era algo que Altaïr no quería que supiera, algo que escribió pensando en mí sin tener contacto conmigo, ay...¡ya! «Vamo a concentrarnos» me reprendí y continúe con mi lectura, cuidando que Altaïr no regresará y me atrapará con las manos en la masa, porque como diría una prima ¡Qué puto oso! Además de que me metería en un serio problema con ese adorable Asesino.

Seguí de la línea en que me había detenido, sin saber muy bien que hacer, vamos, no siempre tienes la oportunidad de leer el diario de tu crush del siglo XII que tiene un pésimo carácter además de una confianza reducida a unos pocos, porque, bueno, es también terco cabeza dura que podría derribar una montaña a cabezazos. Enfoque de nuevo mi atención a la impecable caligrafía de Altaïr, escribía mejor que yo, y eso es mucho decir.

Noviembre, 1191.
[...]hace de los viajes algo imposible, está sangrando y es incomodo el olor a óxido cuando sé que proviene de ella y no de mis enemigos, pero tiene una chispa amable, no es como Adha...no la considero una flor de desierto, la considero más una lluvia que quiere traer vida pero no sabe dónde dejar ir su diluvio, está perdida y habla dormida, menciona nombres, se remueve mucho por lo que parecen pesadillas pero no la despierto nunca, sólo lo he hecho una vez y no es como que quiera repetirlo, es una excelente compañía cuando se necesita escuchar una tontería tras otra, pero demostrar que me interesa es darle un valor que no estoy dispuesto a admitir. Debo concentrarme, debo recuperar mi rango y demostrar que no soy el Angel de la Muerte en vano.

Ha mencionado algunas cosas entre sueños de que debo dudar de Al Mualim, mi mentor, el hombre que me crío, una parte de mi mantiene la incertidumbre y otra la parcialidad hacia el anciano, cuando asesinaron a mi padre él fue quien tomó la batuta en aquel rol, así que no sé cómo dudar de él. Creo que es tonto darle vueltas al asunto, si al final de cada letra sé mi respuesta: no dudar de mi Mentor.

Esto se vuelve una molesta costumbre, escribirle páginas enteras a temas que giran en torno a ella, pero no puedo evitarlo, necesito desahogar mi sentir hacia su persona sin tener la sensación que traicionó a Adha. La amo, la nostalgia me hace que cada día la añore más, porque con el paso del tiempo me arrepiento otro tanto más de no haber llegado a su rescate; no creo poder olvidar sus ojos mirar el techo con miedo, un miedo que no pude alejarle nunca más.

¿Qué haces conmigo, Alexia? Haces que partes de mi duden de cosas que creí imposible llegar a dudar ¿de dónde vienes y por qué tu normalidad es tan interesante? Porque no eres una belleza exótica traída de las más lejanas tierras, no eres una flor que crece entre la arena, eres esa flor que crece en un jardín de vida pero que por alguna extraña razón, todos te notan. No estoy seguro que su compañía me haga mucho bien, amar es ser débil y no puedo permitirme ser débil en este punto clave de mi vida.

Ya pensaré en cómo evitar que embargues más mis pensamientos y mis páginas, Alexia, debo encontrar la manera sí quiero sobrevivir, no me interesa vivir."

Detuve mi lectura de manera brusca, no me creía capaz de continuar, ahora mismo sentía una confusión nacer en mi estómago y escalar hasta mis labios, dejando un mal sabor de boca que era un melifluo antes de las demás líneas de pensamiento del sarraceno. Suspiré, debía intentar relajarme un ápice, lo necesitaba de manera desesperada.

Escondí el diario de nuevo entre mis pertenencias, aferrándome a las primeras líneas que me enamoraron, intentando desechar el hecho de que seguía enamorado de Adha, de un recuerdo que no tendría futuro porque se quedó atascado en un pasado tormentoso. Ahora sentía la imperiosa necesidad de ver esos ojos dorados mirarme serios, sin emociones porque me daba la sensación de que yo podía otorgárselas.

Pareciera que el cielo escucho mis plegarias, porque ahí estaba el sarraceno ante mi, aunque sin mirarme, pero sus ojos dorados brillaban por la tenue luz que nos rodeaba y amenazaba con extinguirse dentro de poco, quizá sólo entonces podía haber palpado ese atisbo de vida y bondad que parecían enterrados en las arenas del desierto.

—Altaïr—lo llame, pero no se digno a mirarme, por alguna extraña razón me ignoro de manera deliberada.—Altaïr—volví a llamarlo, y él sólo puso sus ojos sobre mí, con un aire de total disgusto y coraje ¿yo qué había hecho? Me puse en pie, él estaba de rodillas junto a la fogata intentando encenderla, y cuando lo logró, le eche arena encima.

Él bufo, y me miro.

—¿Cuál es tu problema? ¿No fue suficiente con usmear en mi libreta?—soltó de golpe, a lo que me quede estática, sin saber muy bien que decir o que hacer—Se que la tienes desde hace días, no eres buena ocultando las cosas, y hoy no la encontré cuando recogí todo.—su voz era sería y fría, como cuando lo conocí—Quería pensar que se había perdido, pero te vi leyéndola ahorita sin que te dieras cuenta—hizo una pausa que me pareció eterna—Te dejaré en la casa de Asesinos y luego te llevaré a Masyaf—fueron sus últimas palabras antes de encender la fogata.

—¡No! Iré contigo, sí, me entrometí en tu libreta ¿y?—exclamé con unas ganas de pelear increíbles.

—No puedo confiar en ti, jamás he podido hacerlo, y fue un error creer que podría haber funcionado esa confianza—lo jale de la capucha, bajándola, dejando al descubierto por completo su cabello corto, y sus facciones varoniles, él por su parte no se molestó en colocársela de nuevo.

—Siempre podrás confiar en mi, eso lo debes tener claro, nunca te haría daño—mis ojos se estaban llenando de lagrimas, cuando Altaïr se puso en pie frente a mi, pareciera que sólo en ese momento su 1.80 se había manifestado.

—¿Quién es Adam?—mis ganas de llorar se esfumaron, ahora sólo quedaba una cara de sorpresa ¿cómo sabía quién era Adam?

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Soy la peor del mundo, lo sé, y lo lamento, no encontraba como dejar este capítulo con algo que los interesara hasta ahorita.

Okey, Alexia está en problemas, va a tener que hablar de una parte dolorosa de su pasado, y tiene un problema más grande a sus espaldas, su falta de memoria.

Los amo ♥️ y nos leemos en el próximo capítulo.

Entre la realidad y la realidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora