Conflictos conmigo.

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Ese día Ileana y yo faltamos al instituto, buscamos en los libros texto de su abuela (incluso en Internet) pero no había ni rastro de como hacer para ya sea que ambas partes de mi se hicieran independientes entre sí o para regresarme al mundo que conozco.

Aunque la realidad era otra, aun no quería volver a nuestro mundo, quería estar más tiempo en Masyaf, conocer a la gente de allí, acompañar a Altaïr en sus misiones. Un pequeño suspiro escapo de mis labios, quería estar con Altaïr. Si no todo sucedía como en el juego, tal vez tenía la remota posibilidad de enamorar a Ibn La'Ahad de mi, pero era casi nula.

-No hay nada-suspiramos ambas-Llamaré a mi abuela, tal vez ella sepa algo-Ile tomo su celular y no dudo en llamar a la señora, quien aun con 70 años corría, brincaba, se iba de fiestas y llegaba borracha, le faltaba correr un maratón y escalar, entonces podría decir con seguridad que era Ezio Auditore. Hablaron durante unos minutos, en los cuales solo escuchaba a mi mejor amiga responder con monosílabos "aja", "sí", "okay" y para finalizar "gracias". Colgaron y la chica vende almas me miro frustrada-Abu no sabe que sucede contigo, tus locuras y tu alma, dice que ha visto fragmentaciones pero ninguna en la que el alma no vuelva a su sitio-

Bufé, ya agotada por no decir enojada de un día entero desperdiciado en busquedad infructuosas.

-Tendré que pasar el mes, solo entonces volveré a ser yo completa-mi amiga hizo una mueca-¿Qué sucede?-

-¿Un mes sin parte de tu alma? Puede acarrear consecuencias graves y...-se le corto por un momento la voz-No quiero perder a mi hermana-me abrazo muy fuerte y por un momento me arrepentí de querer enamorar al Asesino sarraceno, no quería abandonar a mi hermana del alma, hija de otra madre. Tenía que haber una forma de permanecer en ambas realidades.

Entre la realidad y la realidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora