Cuando recuperé la conciencia estaba en el cuarto de Altaïr, pese a que veía borroso reconocí la figura blanquecina del sarraceno del cual me percate preparaba sus armas, sabía que iría a Damasco a por Tamir.
-¿Planeas viajar?-cuestione masajeando mis sienes, tenía un dolor de cabeza parecido al que tenías en las crudas (no es porque lo sepa, me han contado...), me sentía agotada psicológicamente y mi cuerpo era pesado.
-Vamos, a viajar-puntualizo el "vamos" dando a entender que no había lugar a discusiones-Así que levántate, viajaremos a Damasco-suspire de manera pesada "¡No, por favor!" me grite internamente. Al ver que no me paraba rápido para irnos, solo sentí como el agua fría con todo y garrafa me caía en la cabeza.
-Hijo de...-me aguante la grosería, me puse en pie y lo encare enojada-¿Quieres la escoba de nuevo?-le pregunte molesta pero él solo sonrió divertido.
-Ya vámonos-bufé enojada, provocando una sonrisa ladeada por parte del sarraceno, tan arrogante, tan egocéntrico, arg, no me gusta así, tan presumido.
A la salida de la aldea nos abastecimos de provisiones para luego salir y tomar dos caballos, bueno, al menos eso creía hasta que la mano de Altaïr lo impidió-No dejaré que lleves un caballo sola, irás conmigo y ten-me entrego una escoba-Tal vez sea útil en el camino, hay ladrones bastante peligroso-trague grueso ¡Nadie dijo nada de peligros! Pero no quedaba nada por hacer así que...aguántate.
Subí al caballo frente a Altaïr, luego se coloco en detrás de mi y pude sentir un prominente bulto en mi espalda-¡Calmado Asesino! ¡Burbuja de espacio personal!-lo aparte un poco, él solo bufo pero aun así seguimos nuestro camino.
Era cerca del medio día, el sol era sofocante y sudábamos peor que gorda borracha en calle empinada. Al pasar cerca de un pequeño estanque de aguas cristalinas, el caballo y yo nos pusimos de acuerdo para casi golpear a Altaïr si no nos dejaba ir a beber y mojarnos un poco. Acepto pero estuvimos discutiendo sobre eso, pero acepto. Alexia 1, Altaïr 0.
El corcel bebio cantidades exorbitantes del presiado líquido al igual que yo.
Ambos nos quedamos ciertamente boquiabiertos el ver al sarraceno despojarse de las prendas superiores "¡La puta madre!" Pensé anonadada, el abdomen era marcado al igual que los pectorales, tenía cicatrices por varias partes, pero era sexy. Estaba casi babeando, hasta que desperté de la ilusión cuando un grupo de 8 ladrones nos rodearon.
No decían nada, solo desenfundaron sus dagas, dispuestos a atacarnos pero Altaïr como todo buen Asesino no se dejo intimidar.
Activo su hoja oculta pero no fue paciente, ataco cual animal al derribar a su presa, peleaba con agilidad pero los ladrones no temían, parecía que desconocían la reputación que presidía al sarraceno, Ángel de la Muerte, lleva ese cruel y frío destino en las alas, una sombra blanca que te entrega de manera eficaz y limpia una oscuridad eterna.
Me quede ensimismada observando la pelea pero 2 de los ladrones se fueron contra mi, corrí rápido a por la escoba (aunque suene ridículo) y tampoco espere demasiado a que atacaran, comencé a golpearlos en la cabeza con el utensilio de limpieza, uno me tomo por la espalda, al que venía de frente contra mi lo golpee en la entrepierna con el palo de la escoba, al de atrás una patada en el mismo punto fue suficiente para soltarme. Ambos quedaron fuera de combate, me disponía a ayudar a Altaïr pero cuando me di cuenta la escena era asquerosa, los cuerpos en el piso, charcos de sangre a su alrededor, sus ojos clavados en el cielo, pero una mirada de miedo, murieron con miedo en la sangre, sintieron el cálido abrazo de una oscuridad profunda cuando tal vez solo querían alimentar a su familia o malgastarlo en vino para ahogar sus penas y poder coger con cualquier mujer que estuviera dispuesta a estar con ellos en la cama. El olor del oxido propio de aquel liquido carmesí me revolvió las entrañas, sentí la poca comida que tenía el estomago en la garganta, me quemaba la piel así que no lo retuve. Vomite al lado de un árbol.
-¿Cómo evitas vomitar?-pregunte, bastante afectada por la escena.
-Te acostumbras-me entrego un pañuelo-Límpiate y ve a beber agua, te espero en el caballo-le hice caso sin rechistar. Intente despejarme pero no lo lograba, la mirada de aquellos hombres me taladraba la cabeza.
Camine algo tambaleante hasta el corcel, con ayuda del sarraceno me subí a la montura, luego subió él y continuamos a Damasco. Tendría pesadillas esta noche, estoy segura.
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Entre la realidad y la realidad.
RomanceDisclaimer: Altaïr como todos los personajes de Assassin's Creed pertenecen a UBISOFT. Pair: Altaïr Ibn La'Ahad/OC. Contendrá-posiblemente-lemmon Summary: -¿Qué eliges? ¿Cuál realidad, de verdad deseas?- allí estaba, entre la espada y la pared, el t...