Mike Mine. (Mi tio Mike)/«Hot»

hablamos?

El día estaba caluroso, era casi imposible tener que lavar la motocicleta y la camioneta con más de 38 grados.

Pero debía hacerlo si quería recuperar mi acceso al dinero de papa, Ahhh esto está mal!, se supone que me dejaría hacer lo que quisiera.

Entiendo que el tenga ni custodia pero no debería importarle lo que yo haga, ¿O si?.

En fin, ya había terminado de limpiar las demás cosas y esto era lo último de la lista.

Me fui al porche de la casa y abrí la llave del agua para comenzar a lavar la camioneta.

Tome dos cubetas con jabón y una mega esponja que encontré en el taller de Mike.

Tenía puesto un short con un top sin sujetador debajo de él, tenía demasiado calor así que no era problema si me lo quitaba.

Comencé con las ventanas, luego con el parachoques, después con los neumáticos, hasta que todo el auto estaba empapado en jabón, también yo lo estaba.

Me estaba dando cuenta que muchos de los vecinos me miraban como perros, en especial los chicos de al frente.

Eran jóvenes muy guapos, me decían miles de halagos y silbaban desde la otra calle.

Yo solo me sonrojaba y los ignoraba, no quería tener problemas.

Y no lo decía por Mike, si no por que en verdad no conocía a nadie del vecindario, ni mucho menos ellos me conocían a mi.

-No sabíamos que Mike tenía una novia tan caliente!!- grita uno de ellos riendo junto con su manada de Neandertales.

Empiezo a cabrearme y opte por respirar profundo y seguir ignorandolos.

-Oye preciosa!, ¿Quieres lavar mi auto?- siguen gritando bebiendo cerveza.

-¿Ah si?, ¿Porque mejor no te callas Maldito Bastardo?- Le respondí enojada y apunto de explotar.

-Ohhhh, tranquila nena, no queremos hacerte enojar.- dice el mismo chico de antes.

-¿Por que mejor no me hacen enojar a mi?- grita Mike bajándose de un convertible color negro y fumando un cigarrillo.

Los chicos lo miraron con indiferencia y continuaron haciendo lo suyo.

Mike se paro en frente de mi cruzado de brazos, tenía unas gafas Rayban oscuras que lo hacían ver más sexy de lo que ya era.

Luego se acerco para darme un sucio beso en la mitad de mi boca, colocando sus perversos dedos largos en mis glúteos.

hago hacia un lado mi cara, tratando de evadir su estupido beso, pero era demasiado tarde.

El solo endureció la mandíbula y me dirigió una mirada fría y dura.

-Te espero adentro, tengo que hablar contigo.- me susurra al oído con una voz escalofriante.

Luego el entra y yo decido terminar de lavar la camioneta.

Minutos después me encuentro en la cocina muy empapada bebiendo un poco de leche.

Mike me observa con su mirada cínica, (muy típica de él), y se apoya del mesón esperando a que yo hiciera contacto visual con el.

-¿Que quieres?- Le pregunté con desinterés.

-Hablar contigo, ya te lo dije.- responde tratando de parecer relajado.

-¿Sobre que?-

-Sobre ti Victoria.- sus ojos se mueven en direcciones distintas y parpadea más de mil veces, como si le costara trabajo hablar conmigo.

-Oye, ¿Estas bien?- comencé a preocuparme.

-Si, claro, solo quería decirte que anoche pensé mucho en ti.-

Alce una ceja y luego me cruce de brazos esperando una respuesta "lógica".

-Ajam y...- dije

-pensando en ti pero, no fue muy fácil hacerlo así, esta no se supone que sea tu vida, yo debería comportarme como un "tío" responsable y darte lo mejor de mi.-

Ahora Mike estaba siendo sensato con el tema de que yo era su sobrina, ¿Cuando decidió esto?, no lo entiendo.

-Pero sabes, yo no puedo hacerte eso Victoria, no ahora. Entiendo que seas mi sobrina, pero eso no implica que no pueda tener sexo contigo y hacer lo que yo quiera hacerte.- se pasa una mano por el cabello y se moja los labios con su lengua.

Yo solo lo miraba confundida y sin entender lo que el me decía.

-¿Que quieres decir Mike?-

-Que yo puedo darte ambas partes de los dos mierda!!, puedo sentirme responsable contigo y también puedo volverme nada cuando te veo, ¿Entiendes?, es un maldito infierno estar contigo Victoria, pero estoy disfrutando jodidamente vivir ese infierno mientras tu estés aquí- 

Quede atónita con su respuesta, de un momento a otro todo es tan Difícil, pero luego es encantador que el me diga ese tipo de cosas.

Algo muy dentro de mi estalló con sus palabras, mi piel se erizo y una leve sonrisa se estampó en mi rostro, mirando a mi jodido Tío como mi perfecto tormento.

No pude articular ni una sola palabra, y solo me acerque a él para darle un salvaje beso que le calentaria el paladar, y mi lengua atravesara su garganta excitandonos los dos en cuestión de segundos.

-Te detesto Victoria, desde el primer día en que te vi, volviste todo mi mundo una completa mierda sin sentido, y ahora tendrás que pagar por eso.- me susurra con una voz convincente.

-Pues acostúmbrate querido tío- lo mire a los ojos y le sonreí.