De vuelta a casa

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P.O.V Draco.

Por la noche no pude dormir, era difícil acostumbrarme a una habitación que no era la mía, me acerqué a un espejo que se encontraba ahí, vi las ojeras que delataban otra noche sin dormir, cuando estaba por alejarme del espejo vi a aquella castaña que llevaba días ayudándome.
-Granger, ¿qué haces aquí tan temprano?.- cuando giré a verla, ella no estaba ahí, fruncí el ceño y volví a ver el espejo, la chica seguía ahí, giré una segunda vez, pero no había nadie.- me volví loco.- susurré al ver a la leona acercarse hasta mí, se colocó junto a mí con una sonrisa, toqué levemente el espejo cuando el ruido de la puerta llamó mi atención, giré rápidamente y comencé a buscar mi varita, me maldije internamente por haberla dejado en la cama.
-¿Malfoy?.- suspire aliviado al escuchar aquella voz que ya era conocida para mí.- ¿Dónde estas?
-Por acá, Granger.- comenzó a caminar hacia mi, sonreí de lado al ver los movimientos que hacía su cabello al caminar.- ¿qué se te ofrece?
-Hoy se hará el funeral de Dumbledore y después nos iremos a casa.
-¿Cerraran Hogwarts?.- susurré.
-Nadie lo sabe, pero es lo más seguro, cuando Dumbledore vivía era el lugar más seguro, pero ahora...- la miraba fijamente mientras ella veía el suelo como si fuera lo más interesante del mundo.
-¿Cuál será el plan para que pueda salir sin ser visto?
-Tomarás poción multijugos, te convertirás en un primo de Ron.- arrugue la nariz al imaginarme siendo una comadreja.
-¿No había alguien más?
-No.- pude notar una pequeña sonrisa a través de su enmarañado cabello.
-¿Te parece divertido, Granger?
-En realidad sí.- levanté ambas cejas al escucharla.- ayer hicieron una tregua y hoy no quieres ser un Weasley.
-¿A qué hora será el entierro?
-En media hora, pero no puedes ir, nos quedaremos aquí.
-¿Tú y yo?, se preguntaran porque no fuiste.- me senté en una orilla de la cama.
-Harry les dirá que no me sentía bien para ir.- la miraba fijamente.- no puedes ir solo por los pasillos, te llenarán de preguntas.
-Podrías volver por mí.- respondí cruzándome de brazos al verla negar inmediatamente.-
-No nos permitirán volver una vez que salgamos.
-¿Y tú baúl?.- suspire rendido
-Por allá, lo puse junto al tuyo.
-Bien, ¿tienes la poción, cierto?
-La tengo.- comenzó a caminar hacia el espejo.- ¿qué hace este espejo aquí?
-No lo sé, cuando desperté ya estaba aquí.- volteó a verme y luego al espejo.
-Es el espejo de Oesed, te muestra lo que tú corazón más desea.
Me acerqué y me coloqué detrás suyo.
-¿Qué es lo que ves, Granger?
-Veo a mis padres y a mis amigos.- la vi sonreír.- ¿qué ves tú?
-Me veo comiendo una manzana.- mentí y me encogí de hombros indiferente.
-¿Eso es lo que más deseas?.- su voz se escuchaba asombrada.- no puede ser que lo que más deseas sea una manzana.- rodé los ojos y vi de nuevo el espejo, ella seguía junto a mí sonriendo.
-No creo que estés viendo una manzana.- negué lentamente con la cabeza.- ¿entonces?
-Me veo con mi madre, ella está feliz.- está vez no mentía del todo, era lo que más quería.
-¿Tú...tú crees que Harry acabará con Voldemort?
Sentí un escalofrío al oír su nombre.
-Sí, estoy seguro.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Él pudo haberlo matado hace mucho tiempo, pero nunca lo hace, Potter siempre lo vence, una y otra vez.
La leona caminó hacia un piano que estaba cerca, fruncí el ceño, no lo había visto cuando llegué y tampoco cuando desperté.
La chica se sentó y comenzó a tocar el piano, la música comenzó a relajarme y me recosté en la cama cerrando los ojos, poco a poco me fui quedando dormido.

P.O.V Hermione.

Había perdido la noción del tiempo, llevaba mucho tiempo tocando el piano, cuando me fijé en el reloj de mano que traía me levanté rápidamente y gire hacia el chico que se encontraba dormido, me acerqué lentamente, se veía muy dulce mientras dormía, aparté un mechón de cabello que caía sobre sus ojos y toqué su hombro.
-Malfoy, despierta, nos tenemos que ir.- apreté suavemente su hombro y lo vi abrir lentamente los ojos.
-¿Granger?
-Soy yo, vamos, se hace tarde.
Se levantó tallando uno de sus ojos y fue hacia su baúl.
-Malfoy.- saqué la poción que traía en mi túnica.- tomate la poción, yo me encargo de lo demás.- tomó la botella de mi mano y yo me acerqué a meter los baúles en mi bolso.
-Esto sabe asqueroso.- me giré a verlo cuando arrugaba la nariz, sonreí.- ¿esperabas que fuera jugo de calabaza?
-No, pero me esperaba un sabor distinto.- tomé mi bolso y Malfoy ya era todo un Weasley.
-¿Qué miras, Granger?
-Que pareces todo un Weasley, vámonos.- paré en seco al recordar un detalle.- es mejor si nos quitamos las túnicas.- me saqué la túnica y esperé a que me diera la suya.- listo.- metí las dos túnicas en la bolsa y abrí la puerta viendo a ambos lados para no toparnos con nadie.
-Bien, camina Weasley.- sonreí al escucharlo gruñir.
-No me llames así, Granger.- bufo un poco.- no elegí ser un Weasley.
-Harry lo escogió.- comencé a caminar apresurada hacia las escaleras.
-Maldito Potter.- lo miré mal mientras bajábamos con rapidez.- lo hizo para molestar.- me mordí el labio para no sonreír y salí del castillo mirándolo por una vez.
-¿Lo extrañarás?
-¿El qué?
-El castillo.- suspire recordando todos los momentos que pasó junto a sus dos amigos y sonrió con tristeza.
-Lo voy a extrañar.- lo miré, no esperaba que contestara.- aunque no lo creas yo también tengo mis recuerdos felices.
-Creo que las serpientes también pueden tener una amistad, ¿no?
-Nuestra amistad es la más sincera, incluso más que la de los leones.
Lo veía sorprendida, jamás pensé que los de Slytherin fueran tan unidos como Malfoy lo decía.
-No tenía ni idea.
-Nadie la tiene, nos educaron para no demostrar afecto frente a los demás.
Lo miré enternecida, todo lo que tuvieron que pasar desde niños mientras los demás siempre los juzgaban.
-¿Vienes?
Al darme cuenta ya estábamos en la estación, asentí y corrí un poco hasta alcanzarlo, antes de subir miré por última vez el castillo, suspire y comenzamos a buscar a Harry y Ron en completo silencio.

RegretfulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora