Regretful

¿El hurón oxigenado de nuestro lado?

P.O.V Hermione
La profesora McGonagall nos había informado a Ron y a mí de la entrada de mortífagos al colegio, corrimos hacia el patio principal dónde vimos gran cantidad de gente, nos abrimos pasó entre todos y al llegar pudimos ver el cuerpo sin vida de el profesor Dumbledore y a Harry incado al lado de él, se le veía muy mal al pobre, estimaba demasiado al pobre director.
Me dirijo hacia él, incandome a su lado y colocó una mano sobre su hombro en señal de apoyo.
-Harry...
-Él lo mató Hermione.
-¿Quién?- pregunté mientras me percataba de la presencia de Malfoy.
-Snape lo mató... ¡Era su amigo!.
Giré un poco a Harry para poder abrazarlo mejor, recargó su cabeza en mi hombro y comenzó a llorar, mire fijamente a Draco y seguí su mirada hasta el cuerpo de Dumbledore, después de todo no era el mortífago que ellos creían que era.
-Señor Potter, señorita Granger- hablo por fin la profesora Mcgonagall, nos levantamos formando parte del gran círculo de estudiantes, todos con sus varitas en alto-
A continuación todos los alumnos y profesores que se encontraban ahí pronunciaron en voz baja un "lumos" en honor al difunto director que nos brindó paz, seguridad y esperanza por muchos años. Los profesores nos enviaron de vuelta a nuestras recámaras mientras ellos se llevaban el cuerpo de Dumbledore, al entrar al castillo todo estaba en silencio, hasta que Ron lo rompió.
-¿Qué hace Draco Malfoy con nosotros?.
-Ron, no empieces...- Harry se oía cansado.- Dumbledore lo pidió así, ya les contaré después.
Asentí con la cabeza y dirigí una mirada penetrante a Ron, que ya pensaba replicar.
Al llegar a la entrada de la sala común de Gryffindor esperé que Malfoy se marchará, pero esas no eran sus intenciones
-Vamos Hermione, dejalo entrar, tenemos mucho de que hablar con ustedes.
-Somormujo- susurré y la señora gorda nos abrió paso.- Vamos.- entre a la sala común y me senté en un sillón cercano.- Malfoy fue el último en entrar, pero a comparación de Harry y Ron, él no se sentó.- bien, ¿qué tienen que contarnos?
Harry y Draco se miraron entre sí, junte mis manos esperando a que hablaran, miraba a los dos con un poco de impaciencia hasta que Draco hablo por primera vez.
-De lo ocurrido está noche en la torre de astronomía.
Asentí ligeramente con la cabeza y lo miré fijamente, él parecía un poco incómodo con todo esto, así que decidí apartar la mirada.
-Vimos como Snape mataba a Dumbledore.- Harry volvió a ver a Draco, esperando que él siguiera contando.
-Me correspondía a mí matar a Dumbledore.- lo vi por unos instantes para después ver el suelo, no podía creer que Malfoy tuviera esa misión, convertir a un joven en asesino era algo...horrendo.- pero él me ofreció una opción que me favorecía, escondería a mi madre y a mí, no podía rechazarla, mi madre estaría a salvo de esa maldita serpiente.
-Pero Dumbledore le pidió algo...-continuó Harry- y ese algo es ayudarnos a cumplir una misión que él me encomendó.- lo miraba interesada.- y antes que te emociones, no puedes ir Hermione.- me paré de un salto un tanto cabreada
-¿Y por qué no puedo Harry?.
-No es una misión para una mujer.
-Siempre los he ayudado, soy la mejor en hechizos, sin mi los acabarán.- ahora estaba realmente cabreada.- no saben los hechizos que yo sé, me he ganado el sobrenombre de "sabelotodo" gracias a mis conocimientos.
-Harry, ella tiene razón, sin Hermione estaríamos muertos ya.
-Gracias Ron.- lo miré con dulzura y volví mi vista a Harry.- quieras o no, voy a ir, no voy a dejarlos solos en esta misión, hemos estado juntos seis años en aventuras, unas más peligrosas que otras.
-Punto para Granger.- miro a Harry con suficiencia gracias a las palabras de Malfoy.
-¿Qué? ¿Nadie me apoyará? No puede acompañarnos, esto no se compara en nada a lo que vivimos años atrás.- se veía desesperado al no tener a nadie de su lado
-Harry Potter, prometimos estar juntos siempre, y no romperé esa promesa sólo porque lo consideras peligroso.
Se dejó caer en un sillón mientras se tapaba la cara, sabía que yo había ganado.
-Hermione, a veces eres tan terca.
-Lo sé Harry.- lo miraba fijamente con una sonrisa en el rostro
-Bien, hablemos de lo que haremos ahora que somos cuatro.
Pasamos toda la noche hablando de lo que haríamos en los siguientes meses, después de la boda de Bill y Fleur, en estas pocas horas me doy cuenta de que Malfoy no es tan malo como yo creía, en toda la noche no me insultó, el verdadero problema es entre Ron y Malfoy, tienen mucho rencor guardado y eso nos causará problemas en un futuro.
Al ver llegar el amanecer Malfoy se levantó del sillón individual dónde se encontraba.
-Yo me retiró- camino hacia el retrato de la señora gorda y volteó a vernos antes de salir.- Potter, Granger, Comadreja- salió antes de comenzar una pelea con Ron.
-Maldito hurón oxigenado.- murmuró Ron con enfado
-Ron, tienes que llevarte bien con él, sus constantes peleas nos causarán problemas.
-¿Ahora lo defiendes Hermione? ¿Ya olvidaste todos los años que te ofendió?.
-No Ron, no los olvido y tampoco lo estoy defendiendo, es sólo que...si queremos ser un equipo, debemos olvidar todos esos años, no te estoy pidiendo que te lleves bien con él, sólo te pido que lo toleres, las personas cambian Ron.
-No seas tonta Hermione, él es un mortífago, nunca cambiará, su familia sirve a quién-tú-sabes desde la primera vez que trató de conseguir el poder.
-Hermione tiene razón, Ron.
-¿Tú también crees que él cambió, Harry?.
-Sí, eligió ser de nuestro bando poniendo en riesgo su vida y la de su familia, yo considero que es prueba suficiente de que cambió.- miraba la pelea que mantenían ambos con satisfacción al oír las palabras de Harry.
-Las personas no cambian de la noche a la mañana Harry, no sean ingenuos, nos apuñalará por la espalda cuando nos descuidemos.
-Dale tiempo Ron, si tanta inseguridad tienes, no comentaremos nada importante frente a él, ¿mejor?- comenzaba a hartarme de su ridícula actitud.
-Mejor.- nos miró una última vez y subió de dos en dos los escalones hacia su habitación.
-Deberías hablar con él, Harry...
-Tienes razón... Te veré al rato Herms.
-Claro Harry, descansen unas horas.