Ya callese, molesta

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Hermione P.O.V

Todos nos sorprendimos mucho al ver a Draco tratar bien a un elfo doméstico, incluso lo tomó de la mano y caminaba junto a él. Llegamos a la cocina y nos colocamos en la mesa que había ahí, sonreí con nostalgia al recordar a Sirius, el platinado se sentó en una silla un poco lejos de nosotros, al parecer el pequeño elfo no quería que se juntara con nosotros.

-Kreacher, prepara té.- miré a Harry de mala forma, esas no son formas de pedir las cosas, al parecer notó mi mirada y terminó de hablar.- por favor.
Asentí en aprobación con una pequeña sonrisa y el elfo comenzó a moverse con rapidez, estaba a punto de ir a ayudarlo cuando el chirrido de una silla me hizo voltear, Draco se había levantado y se dirigía a sacar las tazas, si se pudiera, mi mandíbula estaría en el suelo.

-¿Qué hace, señor?
-Te estoy ayudando Kreacher, no es justo que hagas todo tu sólo.
-¡Oh señor!.- el pequeño elfo se tapó el rostro con sus manos y sólo se oían sus sollozos.
-Vamos Kreacher, terminemos de servir el té.
Kreacher asintió y terminó de preparar el té, empezaba a gustarme la actitud de este nuevo Draco, miré las manos del elfo, temblaban demasiado, seguramente de la emoción, estaba sirviendo el té cuando gran parte del líquido caliente cayó en su mano, Ron alcanzó a tomar la tetera mientras Draco se acercaba al elfo.
-¿Te encuentras bien?
-No sabe cuanto lo siento, yo...preparare más té, le ruego que me perdone, Kreacher se planchará las manos si usted lo desea.
-No lo deseo, ven, tengo que curarte eso.- lo tomó de la otra mano y desaparecieron por el marco de la puerta.
-Hey Harry, creo que Kreacher quiere más a Malfoy.
-No me interesa a quien quiera más, no tengo gran afecto por el elfo.
-¡Harry!
-Ya, lo lamento Hermione pero es la verdad, él no es muy amable con nosotros.
Suspiré y negué con la cabeza, ellos nunca cambiarían.

Draco P.O.V

-¿Dónde está el baño, Kreacher?
-Es ahí señor.
Me señaló una puerta vieja color negro, la abrí y pude ver un cuarto lo suficientemente grande para que entrará el baño y una regadera, fui hacia el lavabo y abrí la pequeña vitrina que tenia encima, saqué el botiquín y salí del baño cerrando la puerta tras de mí.
-Siéntate en el sillón, por favor.- comencé a revisar todas las cosas que traía el botiquín, frunci el ceño, podía curarle la herida con magia pero le doleria más y prefería estar lejos de el trío de oro por unos momentos.- perfecto, voy a untar esta pomada en tu mano, quizás te duela un poco cuando la coloque.

El elfo asintió y yo comencé con mi trabajo como enfermero, al terminar de colocarle la pomada, tomé una venda y la desarrolle por completo.
-Bien.- suspiré.- siempre me salen mal los vendajes pero de algo servirá.- comencé a vendarle la mano escuchando pequeños sollozos del elfo.- lo lamento, ¿estoy siendo muy brusco?
-Para nada señor, sólo que...No puedo creer que me este cuidando una herida superficial.- sonreí y alce los hombros.- gracias, muchas gracias señor.
-No las des, no estas a mis órdenes, tienes que obedecer a Potter.- el pequeño elfo bufó haciéndome reír.- ya se que no te gusta, a mi tampoco me gustaría estar bajo sus órdenes, quizás cuando está guerra termine, pueda hablar con él y pedirle que renuncie a ti para poder contratarte yo, ¿qué te parece?

Levanté la vista para verlo y vi lagrimas rodar por su mejilla, sonreí con ternura y le quite las pequeñas lágrimas, terminé de vendar su mano y el elfo se levantó, cuando iba a tomar mi mano la aparte, bajo la cabeza avergonzado y cuando iba a caminar, lo levanté del suelo llevándolo en brazos hasta el comedor.
-Así es más cómodo, la diferencia de estatura no ayudaba mucho a poder tomarte la mano.
El elfo asintió y se dejó llevar, cuando abrí la puerta, todo seguía en silencio, sólo que está vez tres pares de ojos me miraban sorprendidos.

-¿Qué, nunca han visto a un humano con un elfo?
-Si lo hemos visto, pero nunca hemos visto a un Malfoy tratar bien a un elfo.
-Callate Weasley, que Potter liberara a Dobby, no quiere decir que lo tratáramos mal.- lo pensé un poco y luego hice una mueca.- almenos yo no lo trataba mal, hasta lo ayudaba a salir a escondidas para que viera a Potter.
-¡Por tú culpa me castigaron mis tíos!.
Me alce de hombros restandole importancia y dejé al pequeño elfo en el suelo.
-Bueno, creo que es hora de ir a dormir, mañana podremos pensar más claro.
Todos asentimos y seguimos a la castaña no sin antes desearle a Kreacher las buenas noches. Íbamos subiendo unas escaleras en forma de caracol cuando un cuadro oculto por un manta negra comenzó a gritar.
-¿¡Quién está ahí!?, ¡puedo oler un sangre sucia!, ¡todos morirán, los traidores no son recibidos aquí!, ¡mestizo tenías que nacer!.
En nuestros rostros se notaba el enfado hacia el cuadro, al ver que ninguno hacia nada y que el cuadro seguía insultando a diestra y siniestra decidí intervenir.
-¡Sangre sucia asquerosa!
-¡Ya callese, molesta!
-Al fin, un digno Black, me honra tenerlo aquí, señor.
-Si como diga, ya callese, no tengo mucho humor y no puedo desperdiciar mi paciencia y usted está acabando con mis reservas.
Después de eso el cuadro se quedó quieto y en silencio, terminamos de subir las escaleras y abrimos la primer puerta.
-Bueno, todos dormiremos en un cuarto, así estaremos juntos y en alerta por si algo llegara a pasar.
Todos asentimos y decidimos dejarle la cama a Hermione, la comadreja se adueñó del sillón y Potter del otro sillón, ambos me miraron burlones y me lanzaron una cobija, los fulmine con la mirada y comencé a hacer una improvisada cama en el suelo.
-¿Qué haces, Draco?
-Preparo mi cama, Hermione.
-Vamos, no dejaré que duermas en el suelo, la cama es grande, entramos perfectamente los dos.
-¿Estas segura?, puedo dormir en el suelo.
-No seas tonto y ven.

Sonreí y miré a los dos chicos en los sillones, tenían abierta ligeramente la boca y parecían sorprendidos, cambié mi sonrisa amable por una arrogante, Malfoy 1, perdedores 0, me devolvieron la mirada queriendo matarme, después de todo la cama es más cómoda que el sillón, Hermione les había arruinado el plan de mandarme al suelo, parecía haberse dado cuenta de las intenciones de sus amigos, cada vez adoraba más a esta chica.

RegretfulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora