Tienen tendencias suicidas

1.6K 95 7
                                    

Draco P.O.V

Abrí los ojos y lo primero que ví fue un techo sucio y húmedo, me levanté del sillón donde estaba acostado y tomé mi cabeza entre las manos, todo me daba vueltas, me sentía cansado a pesar de ir despertando, no tenía energías y dolía todo mi cuerpo.

-Al fin despiertas muchacho, has dormido todo el día, la pelirroja está preocupada por ti

-¿Qué? ¿Qué pasó?

-Hice lo que me pediste, envié un elfo para ayudar a tus amigos y novia

-¿Sabes si están bien?

-Bueno...el elfo aún no regresa, no tengo nada claro, pero si los hubieran atrapado, estaría publicado en el Profeta.

-Entonces está claro que escaparon, espero que todos estén bien.

-Muchacho, te preocupas mucho por ésta revolución ¿No ves que Quién-tú-sabes ya ganó?

-No, él no ha ganado, todos siguen luchando allá afuera, dentro de poco todo habrá acabado, nosotros ganaremos.

-Cuando hablas de "nosotros", no sé si te refieres a los mortífagos o a la Orden.

Su comentario hizo hervir mi sangre, aún había gente que pensaba que los traicionaría en el último momento.

-Hablo de la Orden, ahora estoy de su lado, no deberías dudar de mí, pude no avisarte del ataque a Potter en la Mansión, pude no haber protegido a todos esos niños pero aún así lo estoy haciendo.

-Chico, he visto a las personas desear el poder y he visto de lo que son capaces...pasar por encima de su propia familia, solo por lo que el poder puede ofrecer.

Su mirada se desvía al cuadro de una muchacha, aquel que todos usamos como pasadizo, nunca le había puesto suficiente atención, pero ahora veía el parecido de ambos.

-¿Era tu hermana?

-Sí, ¿Sabes quién la mató?

Yo negué con la cabeza, mordiendome la lengua para no hacer un comentario sarcástico, ¿Cómo iba a saber yo quien la mató?

-Fue Albus Dumbledore, él la mató por su hambre de poder, no le importó su familia cuando se fue de casa en su búsqueda, pensé que jamás volvería, ojalá no lo hubiera hecho, porque ese día...fue el último de mi hermana.

Abro y cierro la boca intentando encontrar las palabras adecuadas, pero ninguna sale de mi boca, ¿Hablaba del mismo Albus Dumbledore que me dió una segunda oportunidad? No podía creerlo, me negaba a hacerlo, quería seguir pensando en él como un hombre bueno, no como su hermano lo describía

-¿Sorprendido muchacho? Hay muchas cosas que él jamás dijo y que yo no seré el encargado de decir, dime solo una cosa, te mando a ti, a un Weasley, a una nacida de muggles y a Potter a una misión para destruir a Quién-tú-sabes, una misión suicida, James y Lily Potter no fueron capaces de vencerlo, siendo los mejores magos que conocí jamás ¿Qué te hace creer que unos niños podrían vencerlo? Mi hermano los mandó a esa misión con otro fin, estoy completamente seguro muchacho.

Miro fijamente el suelo, todo comenzaba a encajar en los vacíos que tenía la historia, comenzaba a formarme teorías y a comprobar algunas otras.

-Muchacho, mi hermano no te hubiera dado la oportunidad de cambiar de bando si no te necesitara, no se las razones por las que lo hizo, tú tampoco las sabes, quizá nunca lo sabremos, pero él los mandó a hacer el trabajo difícil, a mancharse las manos, no eres bobo chico, sé que encontrarás sus motivos.

Siento la boca seca, todo daba vueltas dentro de mi mente, si todo lo que estaba diciendo era cierto ¿Por qué nunca nos dimos cuenta? Nosotros no podíamos vencer a Voldemort, pero podíamos debilitarlo, podíamos quitarle lo que lo ataba a éste mundo y después, solo sería él, un simple mortal más.

-Tiene razón, no vamos a matarlo un grupo de cuatro chicos...pero sin duda vamos a debilitarlo, vamos a destruir lo que lo ata a éste mundo y después, la Orden acabará con él

-¿Arriesgaras tu vida para hacerlo? Creí que te querías un poco más

-Arriesgare mi vida por lo que creo correcto, para que en un futuro, los niños crezcan sin miedo, sin ser juzgados o señalados, si...arriesgaré mi vida para que haya un futuro mejor, sin un Señor Tenebroso que nos atormente a todos.

-Tu vida no fue fácil chico ¿Verdad?

Sonrío amargamente, hace unos años era un chico caprichoso, egocéntrico y narcisista, hasta que el regreso del Señor Tenebroso arruinó las pocas cosas buenas que tenía, se apoderó de mis buenos momentos, de mi casa y de mi familia, me lo arrebató todo.

-No, nací en cuna de oro y mi familia es una de las pocas que mantiene su sangre pura, eso me parecía lo más importante hasta hace unos meses, pero ahora me doy cuenta que siempre me faltó algo, me faltaron amistades verdaderas, como la de esos tres, es algo que jamás podré tener, nadie en Slytherin sería capaz de apoyarme como Hermione y Ron apoyan a Harry, siempre dispuestos a arriesgar su vida

-Bueno, ellos tienen tendencias suicidas, del pelirrojo no estaré seguro, pero la castaña siempre los salva de la muerte, los hijos nacidos de muggles son realmente capaces de todo, me recuerda tanto a Lily

-Parece que usted conoció muy bien a Lily Potter

-La conocí cuando su apellido era Evans y lloré por ella cuando murió siendo Lily Potter, era fácil encariñarse con ella y con James, él siempre tenía un motivo para estar feliz, su espíritu de bromista nunca lo abandonó, alegraba a toda la orden. Y ella, ella era comprensiva con todo el mundo, siempre dispuesta a ayudarte.- lo miro fijamente, en sus ojos se pueden ver las lágrimas contenidas.- ellos hubieran dado la vida por cualquier miembro de la Orden, eran personas buenas y magos excelentes, pero muy confiados, muy confiados, si aquella noche no hubieran dejado sus varitas lejos, quizás la historia sería otra.

De pronto se da la vuelta y se mete en la cocina, es la señal que necesito para saber que es momento de irme, no esperaba que me confesara todo en una noche.

-Vendré después...mantenme informado sobre lo que pase con los chicos.

Recibo una respuesta silenciosa, camino hacia el retrato de su hermana, esperando a que abra, me giro una última vez

-Gracias...por todo, no tienes la obligación de ayudarnos, también gracias por la plática.

Una vez más me contesta el silencio, entro en el cuadro y camino por el angosto pasillo de vuelta al castillo, abro el cuadro que me conecta con la Sala de los Menesteres y bajo las escaleras.

-Merlín Draco, me dejaste preocupada, ¿Qué ocurrió?

-Nada Ginny, nada, es hora de ir a acostarnos, no despertemos a los demás

-Draco...

-Te lo contaré mañana Ginny, lo prometo

Asiente con la cabeza y caminamos juntos hacia nuestros catres, la veo acostarse y a los pocos minutos oigo su respiración más calmada, se había quedado dormida. Doy vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueño, en mi mente siguen todas las palabras de Aberforth, me cuesta tanto creerle, sin embargo, él es quien conocía mejor a Dumbledore, yo nunca tuve una conversación con él más que aquella noche donde me ofreció una salida, por lo que siempre le estaré agradecido. Muy entrada la noche siento que mis párpados pesan y me dejo llevar por el sueño, teniendo como último pensamiento esa melena castaña.

RegretfulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora