Tienes que cuidarte

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Draco P.O.V 

Hoy iría a ver a mi madre, esta vez no estaba esperando junto a la ventana para correr junto a Tonks, no queria que llegara porque eso implicaría tener que contarle todo a mi madre, desde la venda su cubria parte de mi brazo, hasta la secreta misión que tenía que hacer con el trío de Gryffindor's, ella no estaría deacuerdo en dejarme ir, estamos en mitad de una guerra y ella me necesitará cuando todo se ponga feo.

-¡Ya llegué Draco, vámonos.- abracé mis rodillas y comencé a tambalearme.- ¿Draco?.- la vi entrar en la sala pero yo seguía sin moverme aún cuando la tenía frente a mi.- hey, ¿qué te pasa?
-¿Cómo le diré lo de la herida?.- miré mi brazo y volví a tambalearme con nerviosismo.- ¿cómo le diré que no estaré con ella porque prometí a Dumbledore acompañar a Potter en su misión?, Merlín, ¿cómo le diré que muy probablemente muera en la misión?.- lleve ambas manos a mi cabeza y jale de mi cabello.- debo parecer un loco por la forma en la que estoy actuando.
-Tranquilo Draco, sólo tienes que pensar bien lo que le dirás, no puedes soltar una bomba de esa magnitud y después arrepentirte por la forma en la que dijiste las cosas.
-¿Cómo sabre decirlas?
-En el momento las palabras llegarán a tu mente y debes pensar cual de todas usaras.- suspiré lentamente y quite las manos de mi cabello.- y respecto a tu última pregunta...sí, pareces un loco.- sonreí y me levanté.
-Vámonos, prefiero hacer esto rápido para poder respirar en paz.
-Vamos, tenemos que volver antes de la boda, Molly hará una pequeña comida para celebrar el cumpleaños de Harry.
-Lo sé, vi a las chicas prepararle un pastel.
Extendí mi mano para que la tomará, sentí el conocido tirón y después mis pies tocar el suelo, Tonks volvió a tocar aquella melodía, apenas se abrió la puerta, dos mujeres saltaron sobre nosotros, una de ellas era mi madre y la otra mi tía Andrómeda.

-Los estábamos esperando.- apreté más fuerte a mi madre y la jalé hacia dentro.- estuvimos muy preocupadas.- sentí náuseas de pensar que mi madre ya sabía sobre la misión.
-Lo lamento mamá, Remus y yo fuimos por el regalo de Harry y nos entretuvimos un poco.
-Me hubieras avisado Nymphi.- lleve una mano a mi boca queriendo reprimir una sonrisa y lo que conseguí fue una mirada fulminante de mi prima.
-Mamá, no me llames así, sabes que no me gusta.- mi tía se cruzó de brazos alzando una ceja viéndola fijamente.
-Yo te puse un nombre para que lo usaras, no para que lo olvides.
-Por Morgana madre, ya lo se pero no me gusta, entre tantos nombres, tenías que ponerme Nymphadora
-Bueno, a tu padre y a mi nos gustó el nombre, tendrás que aguantar tus quejas frente a mi, no me esforce buscando un nombre para que no lo uses.- Tonks hizo un pequeño puchero que me dio gracia y terminó por desencadenar mi risa.
-Mejor no hables Lucius, tú tampoco usas tu segundo nombre.- sentí la sangre subir hasta mis orejas y miré a mi madre.- tu padre batallo demasiado para que te pusiéramos su nombre, por lo tanto también tendrás que usarlo y no quiero ningún tipo de objeciones.
-Sí madre.- miré a mi prima de reojo y la descubrí soltando unas risitas.
-Bien, pasemos todos a la sala, me parece que Draco y su madre tienen mucho de que hablar.

Asentí mientras pasaba un brazo por los hombros de mi madre para atraerla hacia mi en un pequeño abrazo, caminamos a lo largo del pasillo hasta la pequeña sala dónde me senté en uno de los cuatro sillones, jalando a mi madre a mi lado.

-Bien, Tonks y yo iremos por unas tazas de té.- asentí y sonreí en agradecimiento, cuando se perdieron de vista en la cocina, me giré a mi madre y me quite el suéter que traía, dejando ver la venda.
-Merlín bendito...¿qué te ha pasado?.- su mirada era de preocupación pura, suspire antes de comenzar a contarle todo lo ocurrido, por momentos se tapaba la cara con sus manos.- sabía que no tenía que dejarte sólo, fue mi culpa todo esto.
-No mamá, no fue tu culpa, esto pasaría tarde o temprano, no saldré limpio y sin heridas de esta batalla.- la tomé de las manos y las apreté cariñosamente.- estoy haciendo esto por ti, por mi, por nuestra familia, no me importa salir herido si se que tú estas bien, ¿lo entiendes?, aquí estas a salvo, mi tía Andrómeda se quedará contigo, no quiero verte en esta pelea, yo cometí el error de ayudar a mi padre, mira como terminé.- mis manos volaron hasta su cara, donde lágrimas comenzaban a mojar sus mejillas.- tienes que prometerme quedarte aquí, no podré luchar allá fuera si tú también estas en peligro, necesitas cuidarte para que yo pueda cuidarme.- ella asentía a todo lo que decía, le sonreí abiertamente y la abracé, suspire antes de terminar con todo.- también...no te lo dije antes pero por una razón Remus y el señor Weasley te sacaron de la mansión.
-¿Qué quieres decir?.
-Yo hice un trato con Dumbledore, a cambio de ayudar a Potter y a sus amigos, tú estarías a salvo y fuera de todo esto.
-No hijo...de saberlo me hubiera negado a dejar la mansión, no puedes arriesgarte así.- baje la cabeza y después de unos minutos la volví a ver.
-Por ti haré mil locuras madre, haré malabares para que estes a salvo, nunca me perdonaría si algo te pasara, no te podía dejar allá dento con ese...esa serpiente.
-¿Cuál es la misión.- abrí la boca para contestar pero la volví a cerrar.- ¿Cuál es Draco Malfoy?.
-Es...tenemos que buscar y destruir los horrocruxes.- me miró esperando que continuara.- son partes del alma de...de el Señor Tenebroso.- ahogo un grito y me apretó más fuerte la mano.
-No lo hagas...por favor, no.
-Lo siento mamá, está decidido, si quiero que estes a salvo, debo hacerlo.- soltó una de mis  manos y limpió una de sus lágrimas.
-Tienes que cuidarte.
-Lo haré mamá, te lo prometo.- sólo hacia falta soltar lo último.- yo...creo que me gusta una chica, mamá.
-¿Quién es?
-Es...Hermione Granger.- la miré esperando una mala reacción de su parte, al verla alzar la mano pensé que me daria una bofetada, cerré los ojos esperando el golpe pero nunca llegó, en su lugar sentí una dulce caricia y al abrir los ojos vi su sonrisa, esa sonrisa que tanto me gustaba, inconscientemente yo tambien sonreí.- no entiendo que me pasa, me gusta pero...ella nunca estaría conmigo.
-¿Cómo lo sabes?.
-Es obvio...soy un ex-mortifago, ella es una heroína, la trate mal desde que la conocí, ¿cómo alguien tan dulce y buena puede enamorarse de alguien como yo?, ¿cómo me enamoré de ella?
-El amor lo encontramos en la persona que menos se piensa.- asentí con la mirada en el piso.- Draco, no eres una mala persona, no por llevar esa horrenda marca te conviertes en mala persona, sólo hace falta ver todo lo que has hecho, saliste herido por proteger a uno de los gemelos, ¡Un Weasley!, tú odiabas a los Weasley, ya no eres la persona que eras antes, cuando entiendas eso, entenderás todo lo demás.- asentí con una pequeña sonrisa y la abracé de nuevo.- me alegro que hayas elegido a Hermione y no a una Slytherin.- reí levemente.
-¿Por qué una Slytherin no?
-Muchas de ellas son ambiciosas y no están enamoradas cuando se casan, en cambio, la mayoría de las Gryffindor tienen los sentimientos sinceros.
Sonreí al pensar en la leona de cabellera castaña, besé la frente de mi mamá y nos quedamos abrazados, queriendo grabar en mi memoria su aroma, queriendo guardar el calor que sólo ella me puede brindar, cerré los ojos y dejé un beso sobre su cabeza.


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¡Hola!, me decidí por hacer un pequeño maratón como regalo por Navidad.

¡Felices Fiestas!, nos estaremos leyendo pronto ^-^/

RegretfulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora