Das asco

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Draco P.O.V

Estábamos sentados en la sala, la castaña estaba tocando el piano así que decidí acompañarla.
-¿Dónde aprendiste a tocar?
-En mi casa había uno, supongo que lo viste.- asentí con la cabeza y miré sus dedos moverse con agilidad y rapidez sobre las teclas.- a mi madre le encantaba tocar el piano, me enseñó cuando era niña.

Asentí y me tomé una silla para sentarme junto a ella, al principio me miró extrañada pero al ver que mis dedos tocaban una de las tantas teclas rápidamente comprendió y se acercó más, empezamos una lenta melodía entre los dos, poco a poco nos fuimos soltando hasta que nuestras manos parecían tener vida propia, estábamos juntos, demasiado diría yo, estaba disfrutando de este momento, más por la castaña que por la música, sonreí ligeramente y la miré de reojo al mismo tiempo que ella cerraba los ojos, se veía concentrada, más hermosa de lo que ya era, nuestros dedos se rozaban ligeramente, nos volteamos a ver y sonreimos para el otro, nos íbamos acercando sin dejar de tocar, la melodía estaba llegando a su fin y la distancia entre nosotros igual, podía sentir su respiración acelerarse, incluso podía oír su corazón palpitando con fuerza, sonreí ligeramente al sentir su nariz tocar la mía, tocamos nuestros labios ligeramente, ¿de verdad basaría a la chica que tantas veces lastime?, por un momento olvidé a los dos chicos sentados en el sillón de atrás.
-Muy bien, me tocan las clases de piano.- miré fastidiado a la comadreja que nos había empujado para separarnos, me levanté soltando un bufido y el pelirrojo no tardó en ocupar mi silla.- bien, empecemos
Miré a la castaña que estaba sonrojada y asentía a las palabras del chico, me senté en uno de los sillones individuales mientras esperaba a Kreacher, tomé el periódico que había en el suelo y comencé a pasar las hojas sin darle importancia, lo giré para ver la portada delantera y fruncí el ceño al ver a Dolores Umbridge en la portada junto a Yaxley y otros miembros del Ministerio igual de corruptos, iba a dejarlo de nuevo en el suelo cuando un objeto del traje rosado de Umbridge llamó mi atencion.
-No puede ser.- susurré sólo para mi, ella tenía el guardapelo, aunque podría ser otro igual.- oigan chicos.- los tres me voltearon a ver y cuando iba a hablar un sonido se hizo presente en la cocina.- acabo de ver...
-Luego nos dices Malfoy, esto es más importante que lo que tengas que decirnos

Fruncí el ceño enojado al ver que todos se habían ido dejándome solo,  los seguí hasta la cocina dónde vi a Kreacher y a Dobby agarrando del saco a un mugriento Mundungus, contuve el querer lanzarme sobre él, lo miré con asco al recordar al difunto Ojoloco, quizás si Mundungus no hubiera escapado su profesor estaría ahí.
-¿Por qué los mandaron por mi?.- Kreacher acercó su mano al rostro del sujeto para tocarlo, sonreí con orgullo al ver que lo trataba como si fuera un animal peligroso
-Harry Potter.- miré fijamente al elfo, tenía zapatos y estaba más decente que Kreacher.- Dobby escuchó a Kreacher hablar con el ladrón y dijo su nombre, quería ayudar.- hizo una reverencia demasiado exagerada, seguía pensando que debía proteger a Potter de todo.- Amo Weasley.
-Bonitos zapatos.- tomó una de sus manos y la apretó, me recargue en la barra de la cocina y espere a que empezarán a preguntar por el guardapelo.
-Draco...Draco Malfoy, todos decían que estabas muerto.- miré al elfo que tantos años había servido a mi familia y bajé la mirada.
-Lo estaba antes de que Dumbledore me diera una segunda opción
Dobby me miró con algo de lástima, me molestaba que me miraran así, aparte la mirada incómodo y después de unos segundos sentí que jalaban de mi manga, los dos pequeños elfos estaban jalandola, con un suspiro me agache a su altura, de inmediato se lanzaron contra mí, abrí los ojos llenos de sorpresa y devolví el abrazo a los dos, cuando levanté la vista vi a Mundungus intentando irse.

-¿A dónde vas ladrón?
-¡Qué no soy ladrón!, soy provedor de cosas maravillosas...
-Nadie te cree eso, todos sabemos que eres un ladrón.- separé delicadamente a los elfos y me paré.- por tu culpa Ojoloco cayó de su escoba, das asco, ¿lo sabes?
-Lo se.- levantó los hombros restandole importancia, fruncí el ceño y me giré, volví a tomar el periódico para acercarme a él.
-Sabemos que tomaste un guardapelo, ¿qué hiciste con el?
-¿Por qué?, ¿era valioso?
-¿Lo tienes?.- miré a Potter pidiéndole con la mirada que me dejará hablar a mí.
-Es obvio que no lo tiene, sólo está pensando si lo vendió más barato de lo que en realidad vale.- extendí el periódico y le enseñé la fotografía de la portada.- ¿se lo vendiste a esa maldita?
-No se lo vendí...dijo que iba a arrestarme, no puedo pisar la cárcel.- lo miré queriendo reflejar el asco y odio que le tenía.- le gustó y dejé que se lo llevara a cambio de no ser arrestado.
-Eres un maldito, para empezar, ese collar no tenía porque salir de esta casa, entraste sin permiso y lo robaste, no se cuántas cosas más te llevaste.- hasta entonces recordé que yo estaba 'muerto', sonreí con malicia y saqué mi varita.
-Draco...no lo hagas
-No le haré daño, sólo jugaré un poco.- coloque la punta de la varita en su cuello.- te lo diré una sola vez así que pon atención, si tu dices algo sobre que estoy vivo.- apreté más fuerte la varita en su cuello.- me encargaré de que sea lo último que digas, ¿entendiste?.- lo sentía temblar.- no te escuché, ¿entendiste sí o no?.- asintió y quite mi varita de su cuello.- espero que no seas un problema para mí, puedo estar del lado de los buenos pero no sabes de lo que aún soy capaz de hacer.- guardé mi varita y apunté la puerta con mi cabeza.- lárgate

Mundungus corrió hacia la puerta y salió dejandola abierta, miré a los tres amigos y alce una ceja.
-¿Es eso lo que nos querías decir?
-Así es pero decidieron ignorarme.
-¿Qué se dice chicos?.- miré a la castaña mal, ella también debía disculparse.- lo lamento Draco.
-Te perdono.- le di una ligera sonrisa y mire a los dos chicos.
-Lo lamentamos Malfoy, no sabía que era tan importante.
-Se lo difícil que es pedirme disculpas así que te perdono Potter, pero no te disculpes por Weasley.
-Lo lamento Malfoy.
-No, no, tú pide de rodillas que te perdone, ¡auch!, esta bien, te perdono.

Mire mal a la castaña tras el golpe que me había dado en la cabeza, bufe al ver su sonrisa llena de victoria, rode los ojos, definitivamente no le hacía bien juntarse conmigo.



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Bueno, estaré subiendo capítulos lo que resta de la semana ya que el lunes entro a clases de nuevo 💔
También quería invitarlas a que se pasen por mi nueva novela de Newt Scamander, ¿El tímido Hufflepuff me gusta?

RegretfulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora