Apenas llevábamos unos días de noviazgo y este cabrón incompetente ya estaba haciéndome estallar el cerebro. No me dejó hablar, me opacaba la voz cuando él la alzaba. Volvió a recordar que destruí la taza de su madre. No creí que en serio lo tomaría muy a pecho, entiendo que ella ya no esté con Donovan, pero no puede quedarse ahí pensando y vivir de lo que pasó hace años.Salió de la cabaña tirando de la puerta que me produjo un saltito desde la cocina. Yo también estaba molesta con él, así que salí después de que se fuera. Me coloqué mis jeans, y una sudadera suya. Pasé mis manos por mis bolsillos, no puedo creerlo la libreta ya no estaba, cómo podía ser tan estúpida de perderla ¿Dónde pude haberla dejado? Si la última vez que recuerdo tenerla fue cuando... me golpearon en casa de Charz. Todas mis pistas... mis acertijos se fueron a la basura, aunque todo se había resuelto excepto por la fotografía y él que todavía me faltaba mucho por saber.
Sin más que hacer, todo era árboles y más árboles, no habían cafeterías que pudiera localizar, tendría que tomar la camioneta para eso. El parque a veces era solitario, no quería más soledad de la que ya tenía.
Una sombra estaba a lo lejos, algo me decía que debía detenerme y correr, que esto no está bien, algo anda mal. Pero seguí caminando como si esto no fuera cierto, se acercaba... la cara se hacía más visible, la oscuridad que lo cubría dio por dar su aparició, su rostro era abrumador. Quería gritar, un nudo en mi garganta es tan poderoso que me prohibió decir una sola palabra, el frío recorrió todo mi cuerpo, tenía miedo. Él venía hacia mí sin algún impedimento. Mis pies pudieron captar mi señal de alerta quería pensar que no es Joss McCulkin. Él jamás retrocedería. No miraría atrás, no lo haría, estoy cansada pero no puedo detenerme.
Me atrapará. ¿Por qué estaba aquí? ¡Estoy asustada! Necesito a Donovan, necesito su protección, por qué tenía que suceder de todo cuando salía de la cabaña. Mis manos tocaban mi cabeza con desesperación, lloraba en el camino, no era él... En segundos... en lo que menos esperé estaba en el suelo. Un cuerpo fuerte y musculoso me tenía atrapada, volteé a ver lo que me tenía ¡Joss! ¡Es Joss! Lloré en lo que quería salir de sus brazos. Con terror al ver su asqueroso rostro, quería que me soltara. Rasguñaba cada parte de su cara pero, lo detuvo con sus manos, es más fuerte, no me soltaría. Y con sus piernas enredó las mías estaba encima de mí, ahora ya no podía ni siquiera patearlo. ¿Qué iba hacer conmigo? Y lo que sea que quisiera hacerme, estaba sola y todo me recordaba cuando me llevó a lo peor como aquel día.
-¡Por favor suéltame! ¡No me hagas daño! ¡Ayuda!- intenté zafarme de sus manos, es un ser despreciable, un completo miedo, no lo quería aquí.
Debe ser un sueño, una terrible pesadilla, una en la que es difícil despertar.
-No quiero hacerte daño, Lacey por favor escúchame. No fui yo, me amenazaron.
-¿Vas a llevarme con alguien? ¿Harás que abusen de mi como ese día? Eres un cerdo, fue tu culpa, me desgraciaron la vida.
-¡Quiero que lo entiendas, maldita sea! ¡Todo fue una amenaza!- me gritó con fuerza en los intentos de querer cubrir toda la culpa que llevaba.
-¡Me violaron Joss!- sollocé al decirlo tan abruptamente- ¡Me tocó e hizo conmigo lo que quería!
-¡Me amenazó!- sus ojos se pusieron aguados a tal grado que empezó a llorar como lo hacía yo.
No sentía pena, ¿por qué sentir pena con la única persona que era tu mejor amigo, y te condujera al infierno? Era los más espantoso que pudo hacerme alguien. Mi vida cambió a raíz de esa noche, esa noche que no solo dejó marcas físicamente. Dejó en lo más profundo de mi corazón, tuve que pasar por pruebas psicológicas. Y luego con el psiquiatra que fueron funestas torturas, y mamá que me golpeaba por querer saber la verdad, ni siquiera yo recordaba el rostro de ese hombre. No lo recordaba y no lo recuerdo.
-No te creo ni una palabra- escupí en su rostro. Tiré más de una lágrima, lo quería lo más lejos posible.
-Mató a mi padre por otras razones, dijo que la siguiente sería mi madre sino te entregaba. Sabía que estaba locamente enamorado de ti. Quería sacarte celos ese día en el instituto. Pasaba esa chica llamada Amelia y la besé, lo cual no te importó. Y cuando dijo que te entregara fue la decisión más desastrosa en mi vida, lloré esa noche. Nunca volviste a ser la misma y me arrepentí por eso, te amo Lacey, perdóname. Haré lo que sea, te amo. Podría dar la vida por ti, sin importar nada.
Nunca le había dado la oportunidad de hablar. ¿Quién era este Joss? Sus palabras me demostraban mucha sinceridad, si sabía que le gustaba, pero no que me ama... Reaccioné con el resto de sus palabras. ¿Amelia? ¿cómo podía estar su nombre en medio de esto? No quiero pensar nada, no quiero sacar más conclusiones.
-¿A quién se supone que me entregaste? Vamos, dilo, si tienes las suficientes bolas lo harás- lo miré intimidante, quería seguir lagrimeando, pero ya no debo demostrar más sensibilidad. Mi cara está hecha furia, tenía que saber de ese monstruo. Mataría a esa basura.
-No puedo- susurró.
-Cobarde, maldito cobarde es lo que eres.
-Me matará también. Pero tienes que salir de aquí, no sabes que más puede hacer contigo.
No entendia, ¿quién más me haría daño? No hay nadie aquí quién pueda dañarme, y que pueda poner el día gris de lo que ya estaba por la presencia de Joss.
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Así es chicxs, Lacey tiene un pasado que quizás no lo veían venir :(
A veces vemos casos en las noticas, que por más que pueda quererte o amarte una persona, ¿qué tan trastornada estaría y sea capaz alguien de llevarte al abismo?
Tal vez Joss no es tan culpable del todo...
O en realidad sea un mounstruo...
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Donovan.
RomanceLacey es inocente, tiene un caracter amable y es dulce. Ella no puede recordar ciertos eventos abrumadores, busca respuestas, no le importa el riesgo, pero a veces algunas elecciones es mejor no haberlas tomado. Donovan no está bien, tiene problemas...