La Voz Qué Me Salvo De Mi Mismo (Freddy/Fred Y Tú)

Hermanos por siempre

Al salir afuera, a los gemelos los esperaba la tipica limosina.

-Buenas tarde Jeffrey - dijeron al mismo tiempo.

-La agenda de hoy joven Golden

-¿Es mucho hermano?-miro la agenda y si, eran tres hojas.

-Pero, prometí ayudar a mi hermana con la tarea

-No te preocupes, conseguiremos un maestro particular para la señorita (_____)

-Entiendo...-miro la ventana deprimida-¿Al menos podemos ir a casa? Quiero tomar el té con mi hermano

-Claro, nos tomará menos de tres minutos

Al llegar a la mansión, la chica tomo el brazo de su hermano y suspiro.

En la hora del té, el ambiente era muy seco.

-Ups...-dijo al tirar la taza sobre su hermano - Yo te ayudo Goldi...

-Claro - subieron al cuarto y ella cerró la puerta con llave.

-No hay tiempo, ponte esto...-le entrego ropa de ella.

-¿Que tienes pensado?

-Sirviente del mal...

-¿Estas segura?

-Somos gemelos, podremos hacerlo. Solo necesito la peluca.

-Bien...-ayudó a su hermana a arreglarse y le sonrio-¿Por que lo haces?

-No has dormido bien estos días, tómalo como un favor...

-Gracias...-beso la frente de su hermana y ella salio por la puerta.

-Joven Golden, dese prisa

-Claro Jeffrey...-subió al auto y partió.

-Primero debe ir a firmar algunos álbumes, luego a la práctica de golf. Diez minutos para tomar agua y luego sigue la sección de fotos...

-Claro, estoy listo...-sonrió y el auto arrancó.

La tarde se hizo muy larga. Pero ella seguía intentando copiar en cada acción a su hermano.

Ya era de noche, y la chica suspiraba cansada en la limosina.

-Qué día. Estoy agotado...

-Seguro que la señorita (_____) estará durmiendo. Lamento que no la hayas podido ayudar en la escuela.

-No importa Jeffrey, se que esta bien...-sonrió y miro al cielo.

Aunque esos cambios le resultaban pesados, era lo mejor para su hermano.

Al llegar a casa, la primera en bajar fue (_____). Como ya no tenía nada más que hacer, subió a su cuarto.

-Joven Golden...-le dijo la señora de la limpieza - Volvió a escapar

-Pronto volverá...-esa respuesta sorprendió a la señora.

En el cuarto, estaba el rubio durmiendo en su cama. Ella sonrió y beso su frente.

-Bienvenida...-comenzó a despertar y la miro-¿Como te fue?

-Perfecto. Nunca se dieron cuenta que era yo

-Gracias hermanita...

-No hay de que...-se sentó a su lado y se quito la peluca.

-Mañana debes ir a la escuela, ya lo dijo él...

-Lo sé, pero no quiero. Me gustó tu escuela

-Hablaremos mañana juntos. Por cierto, hice tu tarea

-Gracias Doradito...-se cambio de ropa y se asomo a la ventana.

-¿Vas a ir a verlo?

-Necesito libertad...-le lanzó un beso a su hermano y salio por la ventana.