Desarrollo Independiente

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En la gran parte de Brooklyn, los ciudadanos solo hablan de una cosa en especial: la modernización de la ciudad entera, gracias a la corporación Bystander. Su líder: el multimillonario, filántropo, dueño de absolutamente todas las cadenas de empresas Bystander, el señor Arthur Morrison.

A lo largo de estos años, la corporación Bystander lo que ha hecho es crear artefactos con los que la ciudad pueda desarrollarse sin necesidad de malos gobiernos o algún tipo de pelea. El hecho de que sea una corporación con mucho dinero y que esté situada en zonas no tan desarrolladas y pueda compartir el dinero e invertirlo en la ciudad y en cada uno de los ciudadanos es lo que mantiene contentos a todos por la economía.

El presidente de los Estados Unidos estaba contento con lo que hacía Arthur Morrison y es por esa razón que no se preocupa mucho por New York, pues si llega a expandirse en gran cantidad, no solo estaría en Brooklyn. Podría llegar a Manhattan o Queens, incluso a Staten Island. Además, el presidente está muy seguro de que mientras Morrison se encuentre ahí, aportando ideas para un futuro mejor en New York, "luchando" por acabar con la delincuencia, todo será más tranquilo.

Eso llega a convertir a Arthur Morrison, un modelo a seguir, el salvador de Brooklyn, incluso llega a ser el futuro soñado de los jóvenes de hoy en día.

Fue un modelo a seguir incluso para el joven: Seth Ackerman, quien decidió trabajar ahí para poder algún día aportar sus ideas para ayudar con la modernización y cambio del mundo para el bien de todos.

Seth es un joven de veintisiete años, siempre trabajador, responsable y muy curioso. Su madre falleció en el parto, su padre tuvo que irse lejos del país por motivos de trabajo. Es así como este termina en el orfanato Saint John's a una edad temprana. Quedando bajo las manos de una amiga del mismo padre que era también la dueña del orfanato, para ser criado de mejor manera ante la situación familiar que los Ackerman llevaban.

Conforme iba creciendo, junto a los compañeros que tenía en el orfanato veía en los televisores cada uno de los anuncios de la compañía Bystander que siempre terminaba con la misma frase motivadora: "Trabajemos juntos para el cambio, la modernización, para un futuro mejor...". Es así como Seth cada día que pasaba iba teniendo sus ideas locas de algún día poder trabajar y ser también un gran personaje para la ciudad, tal y como lo era Morrison. De esta manera podría apoyar a la gente que más necesita de recursos, con lo que gana.

A lo largo de los años que pasaba en el orfanato, sus amigos se fueron yendo por estar en adopción. Él se iba quedando solo, por más que lo hayan querido adoptar varias parejas sin hijos, él nunca quiso hacerse presente. Él decía: "Padres solo hay dos". Era muy leal a su familia biológica. Tenía la fe de volver a ver a su padre algún día, ya que este le enviaba mensualmente por correo cartas escritas por él mismo a mano y a su vez con un fajo de dinero en dólares para que Seth pueda utilizarlo en lo que él quisiera. Es así como empieza a ahorrar para emprender un buen futuro.

Durante su estancia en el orfanato y teniendo un mayor interés en el ámbito tecnológico, él empezaba a diseñar sus propios proyectos desde pequeño, empezando por las cosas más tiernas que pueda imaginarse un niño hasta convertirse en los trabajos de un joven ingenioso muy serio. Cada uno de estos eran matemáticamente posibles, por eso el jamás se rendía con los proyectos que tenía en mente.

Un día, Elaine Dickinson, encargada del orfanato, decide que Seth, teniendo dieciocho años de edad, ya era lo suficientemente maduro como para poner mantenerse solo en un departamento propio, manejando la gran suma de dinero que su padre fue dándole cada año que se encontraba en aquel lugar. Es así como rápidamente toma todas sus pertenencias sin dejar atrás nada, se despide del resto de sus compañeros y junto a Elaine buscan un departamento que se encuentre cerca de las compañías más famosas que hay en el momento basadas en las ciencias tecnológicas. La señora Dickinson siempre estuvo asombrada con cada uno de los proyectos que tenía Seth en todos los planos que él realizaba.


Al conseguir un departamento chico pero acogedor por el centro de la ciudad, Seth se sentía un poco triste:

- Señora Elaine, quiero agradecerle por todo lo que ha hecho por mí. - dijo el joven con una voz un poco abrumada.

- No tienes por qué agradecérmelo querido Seth. Eres muy responsable con cada uno de tus actos. Me has demostrado en todos estos años que tú eres una persona que tiene las cosas en orden, que sabe muy bien lo que hace. Eres seguro de cada una de las cosas que tienes en mente para poder realizarlas sin ningún problema. - contestaba feliz - No dudo en que tu futuro será resplandeciente como el de los famosos empresarios que ves ahora.

El muchacho empezaba a mirar por las ventanas para contemplar los edificios grandes que eran en centro de las compañías empresariales y las corporaciones más famosas que había en la ciudad:

- Se lo agradezco mucho, señora. - suspira -  Ahora, tengo que decidir en dónde podría trabajar.

- Bueno, entonces te dejo solo. No pienso interrumpirte más. - deja algunos paquetes del chico y se alista para irse - Acomódate. Este es ahora tu hogar. Y Seth...

El chico volteó para mirarla una última vez a Elaine.

- Recuerda que el destino no es cuestión de casualidad, sino cuestión de elección. No es algo a lo que se deba esperar, sino algo a conseguir.

- Gracias. Lo tendré siempre en cuenta. - respondió Seth finalmente sonriendo.

Fue en ese momento en donde Seth bajó las maletas para poder despedirse con un fuerte abrazo de agradecimiento a la Sra. Dickinson y luego ella se fue.

Cuando Elaine se retiró, Seth comenzó a desempacar todas sus maletas. Pegaba posters de todas las corporaciones y empresas con las que él soñaba con trabajar, obviamente habían más de Bystander. Pegaba también sus planos con las cosas que había desarrollado desde pequeño los pone en el escritorio que el orfanato le había obsequiado. Arregló el cuarto, el baño y su pequeña cocina.

En tan solo una hora, su pequeño apartamento ya estaba totalmente listo y lo primero que hizo fue sentarse en su escritorio, agarrar un cuadernillo y crear un horario para las actividades que haría en la siguiente semana para empezar su vida como un joven que trabaja en una empresa para luego sobresalir en el futuro. Tiene en mente que en cuanto empiece a ganar un buen sueldo, pueda donar fondos para el orfanato en donde él fue criado en su infancia.

Una vez más, se levantó para mirar la ventana y centrarse en los enormes edificios resplandecientes. Seis en total, cada uno con un letrero enorme en la cima con el nombre de la compañía, unos más grandes que otros. En orden de tamaño de menor a mayor se encontraba primero el edificio de "Aqqua Soluctions", luego se encontraban los edificios de igual tamaño y de empresas asociadas: "Logarithms & Algorithms". Luego estaba el edificio: "Land dreamer", le seguía "Realistics" y finalmente como el ganador en tamaño y la empresa más adin0erada de la ciudad que ahora es una cadena a lo largo de Brooklyn: La corporación Bystander.

Seth ya tenía en claro lo que quería para su futuro, un trabajo como portador de proyectos e incluso creador en Bystander y poder estrechar la mano con Arthur Morrison ya que según él tenerlo como jefe sería un gran honor. Sin embargo, llegar a conseguir trabajo en la corporación era bastante complicado, se tenía que tener una hoja de vida muy buena y exquisita para los entrevistadores. Seth siempre fue optimista, pero sabía que entrar a Bystander, no sería nada fácil.

Empezó desde lo más pequeño en empresas no tan reconocidas, haciendo así un buen curriculum y adiestrándose en el manejo de tecnología avanzada. A su vez, terminó sus estudios en la universidad obteniendo un título de Ingeniero Electrónico con el primer puesto en cada examen. Nada lo detenía cuando se trataba de llegar de a pocos a alcanzar su meta. Fue obteniendo mejores sueldos y mejores puestos de trabajo. Finalmente llega el día en donde Seth siente que ya está a la altura de Bystander y ser un trabajador de dicha empresa.

Teniendo ya veintisiete años de edad, Seth empezaba a ordenar las ideas para la entrevista dentro de su pequeño departamento. Su hoja de vida estaba siendo organizada, haciendo que se noten más cada uno de los diplomas que había obtenido en las academias, la universidad y también los puestos que fue obteniendo en las diferentes empresas en las que él trabajo, siendo todo esto varios puntos a favor para ingresar a Bystander. Incluso estuvo adjuntando todos los proyectos que tenía en mente, que aporten mucho en la ciudad.

El muchacho estaba completamente feliz de lo que había logrado.

BOLT-MANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora