BOLT-MAN

Bienvenido a "Bystander"

Suena el despertador a las siete de la mañana y Seth rápidamente se dirige al baño para ducharse, luego de eso se viste con una elegante camisa de color celeste con rayas verticales blancas, un pantalón oscuro formal, una corbata de color rojo entero y unos zapatos muy bien lustrados; el chico ya estaba totalmente listo para su primer día de trabajo.

Al principio se sintió nervioso, ya que este era el trabajo de sus sueños y sabía perfectamente que el más mínimo error podría traer consecuencias negativas para su carrera. Recordó cada uno de las palabras que su padre le decía a través de las hojas de papel que llegaban en cada sobre cada mes que el joven pasaba en el orfanato. Uno de ellos era:

"Tal vez no sea partícipe de lo que estés planeando para tu futuro. Créeme que me gustaría que fuese así. Hasta entonces, velaré por tu bienestar y por que logres todas y cada una de las cosas que te propongas de aquí en adelante. Cuando llegue el momento, querido hijo; nos volveremos a encontrar y estrecharé tu mano y así sabré que te has convertido en el hombre que yo jamás pude ser. Mientras tanto, tú crece. Supera todo e incluso a ti mismo, cada día más. Y no mires hacia atrás. Persevera y cree en ti, porque de eso dependerá muchas de las cosas que quieras proponerte en tu vida. (...) Espero de corazón, que mis palabras te sirvan algún día para ver que a la distancia, aunque sea, cumplo con el trabajo más bello que puedo tener: ser tu padre."

Seth suspira, liberando toda la tensión de antes, recordando a su padre:

- Lo lograste, papá. - sonríe y parte rumbo a su trabajo.

Llegó a la entrada de Bystander. Al asomarse por la puerta de vidrio transparente vio caminar a un hombre alto, bien arreglado junto a un grupo de reporteros y su escolta privada. Era Arthur Morrison, el jefe de la compañía Bystander y el héroe de la ciudad en rumbo a la modernización. Estaba muy ocupado y a su lado se encontraba la chica hermosa que conoció Seth en su día de entrevista, Laura.

Esa chica volvía loco a Seth, posiblemente sería la típica historia del amor a primera vista, pero no, tenía que concentrarse en sus labores principales que le dejaba la compañía. Aun así, fue a buscarla para saludarla, pero al estar por llegar, un joven se le acerca:

- Hola. ¿Qué tal? Tú debes ser Seth, ¿No? – preguntó con alegría.

- Eh... si, es un gusto amigo...

- ¡Eddie! Me llamo Eddie Kendricks. - interrumpe el otro.

- Es un placer, Eddie... - mirando hacia al frente intentando encontrar a Laura.

- Soy tu compañero de trabajo. – agregó Eddie – Bueno, si es que así se le puede llamar. Como sabrás nuestro trabajo es portar los documentos más importantes de los laboratorios de los pisos diez, once y doce, es decir, si tú te encuentras en el piso diez y yo tengo que hacer una entrega a un laboratorio de ese piso que proviene de uno de los de arriba, ahí estaré yo para enviártelos sin ningún problema y para que lleguen a tiempo.

- Interesante... - Seth se rindió en cuanto a encontrar a Laura y empezaba a caminar junto a Eddie para dirigirse a los casilleros para empleados- ¿Tú ya has estado trabajando aquí antes?

- Jajaja, en realidad, este sería mi primer día de trabajo a lo igual que el tuyo. – decía el chico con tanta tranquilidad, mientras que Seth se sentía algo preocupado por saber qué les prepararía el destino en su primer día – Pero sé un poco de que trata esto. Sólo no tenemos que retrasarnos con los pedidos y transferencias, o todo se retrasa. Tú quédate tranquilo.