BOLT-MAN

Una hermosa vida, un hermoso trabajo

A la semana siguiente de renunciar a su último trabajo antes de ir a la empresa de sus sueños, Seth ya sabía qué hacer, pues todo estaba anotado en su agenda. Si le decían que no era apto para el trabajo, rápidamente tenía que conseguir algún otro tipo de empleo en las siguientes edificaciones más importantes para así poder seguir llenando su hoja de vida y postular a un empleo en otro momento dentro de Bystander.

Esa mañana, el chico tomó un portafolios, unos de sus planos de las creaciones más llamativas que había diseñado, sus hojas de vida y finalmente salió del apartamento feliz como nunca antes lo había hecho. Caminaba por las calles saludando alegremente a todos aquellos que pasaban por la misma cuadra que él rumbo al edificio.

Estando cerca, contempló la entrada. Antes de llegar a las puertas había un parque pequeño, con bancas de lujo, cada una con parlantes de sonido en donde sonaban las canciones que los que se sentaban en aquellas podían vincular a través de sus teléfonos o tabletas. Además habían áreas verdes, llenas de las flores más preciosas que existían en el mundo, muy bien cuidadas todas. Por último, una gran fuente de agua en donde se podía apreciar un tallado en marfil del logo de Bystander. Un lugar maravilloso y de ensueño para nuestro protagonista.

Al entrar una joven atractiva de cabello lacio negro le habló:

- Bienvenido a la corporación Bystander, Señor Ackerman.

- ¿Cómo es que usted sabe mi nombre? – respondió asombrado - ¿Y cómo supieron que iba a venir aquí?

- Tenemos cámaras a lo largo del edificio y lo vimos caminar hacia la entrada. Cada una de las cámaras con las que contamos tiene un reconocedor facial, por cuestiones de seguridad – respondía la joven con seriedad.

- Lo entiendo, me disculpo por haberle respondido de forma muy exagerada.

- No se preocupe, señor...

- ¡Seth! Llámame Seth – interrumpió ruborizándose apenas.

Resulta que la chica era muy linda y Seth llegó a sentir una fuerte atracción por ella. Se puede decir lo mismo de ella a él.

- Bueno, Seth. Bonito nombre por cierto, el mío es Laura... Laura Sanders – respondía sonrojándose ella también.

- Es un gusto conocerte, Laura.

- El placer es mío. - sonrió – Supongo que irás a la entrevista que tenías programada para el día de hoy, así que yo te guiaré para que estés ahí de manera puntual.

- Bueno gracias, yo te sigo.

Los dos jóvenes fueron juntos a la sala de entrevistas, era un pasillo enorme con oficinas en cada lado. Muchas personas presentaban sus proyectos que, sin duda, eran muy buenos. Seth quedaba impresionado cuando se asomó a una de las ventanas para ver el proyecto que hacían hasta los niños para poder venderlo a Bystander. Eran todos un arte para la humanidad.

Cuando llegan a la sala en donde toca entrevistar al chico, Laura le dice:

- Aquí es en donde pondrán a prueba todos tus conocimientos. – respondía con un tono alegre - Por lo que sé, eres muy bueno para estas cosas así que estoy muy segura de que conseguirás lo que quieres. Trata de no preocuparte. Eso afectará y posiblemente haga que no le agrades al entrevistador. Te lo digo por experiencia – guiñó el ojo.

- Está bien. Lo tendré en cuenta siempre. Gracias... eh... ¿Me puedes dar tu número de teléfono?

- Eres un chico muy gracioso Seth y simpático a decir verdad. – se sonrojo de nuevo – Quisiera dártelo pero lamentablemente las autoridades de esta corporación dicen que no debemos tener contacto con los que vienen recientemente a entrevistas. Posiblemente cuando estés trabajando aquí y me busques podré dártelo. Así podremos salir un día si eso es lo que quieres.