Señales

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Seth se refugió en su departamento con Eddie. No dejaban entrar a nadie y al salir para comprar guarniciones de comidas se turnaban para ir a escondidas. Llevaban ya cinco días así, eran prófugos de la ciudad prácticamente y juzgados por delitos que nada reales. Entre ellos estaban: robos de artefactos, dinero; espías de países que buscan la guerra por medio de bombas nucleares.

Eddie estaba enfermo, le daba fiebre muy seguido a pesar de que Seth lo cuide y le de los medicamentos para calmar el dolor.

- Hasta ahora no mejoro, amigo... - le dijo Eddie a su amigo - ¿Crees que me esté pasando algo muy grave? ¿Que pueda morir?

- ¡Tonterías! – dijo Seth en tono de burla – Eddie Kendricks, dicen que la felicidad es el mejor medicamento para toda felicidad, y no dudo en que tú eres un hombre muy feliz, me lo demostraste el mismo día que te conocí. Me siento orgulloso de ti al saber que jamás perderás esa felicidad pase lo que pase...

- Gracias, hermano. Si te puedo llamar así...

- ¡Claro que sí! Hermanos hasta el final.

Efectivamente, Eddie a pesar de todo no dejaba de sonreírle a todo. Seth lograba hacer que recupere su estado de ánimo después de todo lo ocurrido últimamente. Ninguno olvidaba lo que causó Seth ese día, pero aun no entendían por qué los estaban buscando y por qué ni los guardias ni el mismo Morrison se sorprendieron al saber que Seth era una persona con poderes eléctricos.

Realmente algo estaban tramado los de Bystander. Lo que más les preocupaba a los muchachos era ese tal Connors, el hombre que los salvó de las garras de Morrison, el cual se entregó para salvarlos sin importar que lo golpeen o incluso que lo maten por su traición.

Hasta ahora no se sabía nada de Connors, ni siquiera era mencionado como uno de los prófugos de Bystander. Es decir, que nunca escapó. Ahí nacen dos suposiciones acerca de lo que le puede haber pasado: puede que lo estén reteniendo para poder sacarle información sobre Seth y el por qué traicionó a Bystander, como también puede que lo hayan torturado y posiblemente asesinado por sus acciones en contra de la compañía.

Arthur Morrison entonces no es alguien a quien se le debe querer y tratar como un héroe. Es alguien a quien se le debe temer. La personalidad de un hombre magnate y muy rico el cual deposita fondos para las comunidades caritativas y contribuye con el desarrollo sostenible mediante la ciencia y la tecnología con la ciudad, no es nada más y nada menos que una simple máscara encima de lo que realmente es Morrison.

A partir de ese día, Seth supo que Arthur Morrison no era un ejemplo a seguir. Era una persona a la que se le debe repugnar y sacar lo más pronto posible de la ciudad, junto con sus cadenas de Bystander. Quién sabe, podrían haber victimas trabajando en los diferentes edificios contribuyendo con las ideas perversas que tiene Morrison para la ciudad sin darse cuenta.

Y Seth, también cayó en la trampa de Morrison. Es así como el sueño que más anhelaba desde que tenía una corta edad, pasó a ser el sueño más odiado por el en toda su vida. Por un momento a Seth le preocupó saber de Laura, el saber si ella también participaba en la organización de los planes de Morrison, o si era inocente y no sabía la verdad.

El joven estaba muy confundido, no sabía que hacer u opinar más aun teniendo este asunto de los poderes eléctricos.


Cada día cuando Eddie tomaba siestas por las tardes, Seth iba a la azotea de su edificio para tomar un poco de aire y luego intentar dominar estas nuevas habilidades que tiene. Llevaba días sin comer y sin lavarse pero a pesar de eso cada mañana despertaba muy limpio y lleno de energías pese a no haber comido algo. 

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