Capítulo 17

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El hombre la besaba con completa voracidad, la mordía debido a le excitación del momento y a ella le gustaba, no pararon hasta que ambos estuvieron completamente saciados el uno del otro. Luego unos minutos más tarde, después de haber alcanzado el éxtasis, el se tumbo del lado derecho de la cama y ella descansaba sobre su torso desnudo. Era su octavo encuentro sexual, y ninguno parecía estar cansado de esos encuentros íntimos, pero esa noche Thresh, noto que Alma estaba pensativa.

—¿Qué te sucede? —pregunto, y ella suspiro cansada.

—Creo que este será nuestro último encuentro —le conto y él se enderezo bruscamente.

—¿Por qué? ¿He hecho algo malo? —Thresh, apenas tenía veinticinco y con Alma había descubierto su madures sexual.

—No es eso, el sexo contigo es bueno y eres una persona que sabe lo que hace cuando está en la cama, pero debemos seguir —le explico, mientras se levantaba de la cama.

—Has encontrado a otro ¿Es esa la razón? —el también se levanto, se acerco para rodearla con los brazos, mientras comenzaba a besarle el cuello.

—¡Claro, que no! —le contesto asqueada, mientras se separaba de él, no obstante esa era la razón, había otro, pero no podía decírselo.

—¿Entonces?

—Mírame soy una mujer de casi treintaicinco y tu eres muy joven, te mereces a alguien de tu edad, podrías mostrarle todo lo que te he enseñado a alguna mujer de tu edad —Alma, comenzó a levantar su ropa del suelo.

—Yo no necesito a una mujer que quiera casarse conmigo, solo quiero un buen polvo y eso es todo —dijo exasperado, debido a lo decidida que se mostraba ella.

—¡Mierda! Entiende —dijo señalando su desnudes, esto se acaba hoy.

Ella comenzó a vestirse con rapidez.

—¿Entonces, esto va enserio?

—Si.

Cuando Alma estuvo completamente vestida, y Thresh también, ambos pudieron notar una tensión incomoda.

—Gracias, nuestros encuentros han sido muy buenos —le dijo Alma, en modo de agradecimiento.

—Déjame al menos llevarte a tu casa.

—No te preocupes, puedo pedir un taxi —salió de la habitación de hotel decidida, cerro la puerta y de esa manera Alma terminaba otra relación.

Alma solo había alcanzado a terminar la preparatoria, y a veces se reprochaba por haber sido tan estúpida al rechazar ir a una de las mejores universidades de Canadá, país donde se había criado, y ahora estaba trabajando en una oficina de correos con un salario mínimo y lo peor manteniendo a su hija.

La tensión del trabajo, la hizo estar necesitada de compañía, en la oficina de correos había muchos candidatos. Alma tenía buen cuerpo: su cabello negro le daba un aspecto serio, sus pechos eran generosos, tenía las curvas de una mujer adulta que mantenía una vida sexual activa, algunos de sus compañeros llegaban a desearla, sin embargo, ella solo aceptaba a aquellos que eran jóvenes.

Thresh, había sido uno de sus mejores amantes, la primera vez que estuvieron juntos Alma se juro que los encuentros con el serian duraderos, ella aun lo deseaba o eso creía, pero no fue así. Fue hasta un día antes cuando sus perspectivas se derrumbaron por completo. Al conocer a Peeta Mellark, quien la hizo enloquecer de muchas maneras distintas.

Era muy joven e incluso nunca llego a creer que pudiera sentir semejante atracción, por alguien de diecisiete años. Pero además de su buen físico, era un chico listo, era muy obvio que tendría a un buen montón de niñas detrás de él, no obstante el momento donde Peeta, le pedía a su despreciable hija Katniss, que fueran a una fiesta, llego a su mente, como un recordatorio de que él había ido a ver a Katniss y no a ella, una oleada de celos la golpeo con fuerza.

Después de cenar y sentir una decepción al saber que Peeta iría con su hija a una fiesta, decidió espiarlos por la ventana, luego de que él se despidiera y Katniss decidiera acompañarlo. No logro captar nada de la conversación. Primero ella pareció reclamarle algo, discutieron, el se acerco y le acaricio el rostro, ella dio un paso atrás, dio la vuelta, Peeta volvió a llamarla, la envolvió en un abrazo, le susurro algo en el oído y finalmente ella se aparto y regreso a casa.

No le gustaba nada que alguien tan guapo y sofisticado como Peeta, pudiera estar interesado en alguien como Katniss. Alma siempre veía a su hija, como una inútil, sosa, grosera e idiota.

Katniss iría a una fiesta con Peeta y eso la hacía retorcerse de celos. Peeta Mellark, la atraía de una manera que hacia hacer cosas que no podía controlar.

Desearlo, haber terminado sus encuentros con Thresh y lo peor comenzar a hacerle los días imposibles a su hija.

Sonrió satisfecha, cerró su abrigo y pidió un taxi.

**********

Este es mi segundo capítulo que subo desde que entre a la preparatoria.

Todo esta cool, exepto que son más materias (pero gracias por sus buenas vibras)

Por otro lado, me dan una clase llamada LEOYE, donde aprendere a redactar infomes, cuentos y obras de teatro. Ojala y aprenda algo.😝😜

De regreso a ©EMS, ¿Qué piensan de Alma? ¡Sus sospechas eran ciertas!

Levanten su mano aquellos que creian que Alma se dedicaba la prostitución.

Ahora no solo deben preocuparse por Delly😂también de Alma😢😣

#WriteOnMe
#15/08/16<3
#TambiénEscriboErótico🔥✨🌟💨

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@SM25


©Eres Mi Salvación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora