Enamorada de mi Unnie ;joyri

Capítulo 20 •Caídas•

-Unnies! Ya arreglé lo de la luz!... Unnies?... Qué es esto?!

Y había vuelto a caer en una de las sorpresas de sus mayores.

-Bien, señorita Kim. Acompañeme por aquí por favor.

-Yah, Seul unnie. Usted no se comporta así!

-Con permiso.

-Unnie no se vaya!... UNNIE!

SeulGi la había dejado justo al pie de las escaleras.
Desorientada y enojada por su reciente "abandono", bajó su vista hacia los escalones, en donde pequeñas flechas de colores le iban indicando que subiera.

Sin pensarlo dos veces, subió su pie al primer escalón. Pisando así el pequeño papel color azul. Al ver que éstas terminaban hasta después de la escalera, corrió hasta el final, haciendo que la Unnie Line se diera un fuerte facepalm.

-A esta niña definitivamente le importa poco la delicadeza. Mira como ha subido las escaleras!-exclamó Irene dejando ver su repentina irritación. Wendy rió con su actitud y comenzó a seguir a la enana amante del rosa.

-Oh? Qué es eso?

En la puerta de su habitación había una hoja pegada y en la de SooYoung otra. La de Yerim decía "Si quieres ser feliz, entra aquí.", en la de SooYoung: "Sí simplemente quieres dejarme con el corazón roto, entra aquí.".

Yeri, de pura malicia, intentó entrar a la de SooYoung, pero estaba cerrada con seguro. Aparte, no tenía la intención de hacerle semejante cosa a la causante de sus insomnios.

Justo estaba por abrir la puerta cuando escucho un fuerte golpe, como si se hubiera caído algo de su habitación.
Sin pensarlo dos veces, entró repentinamente, encontrando a una adorable SooYoung tirada en el suelo sobandose una rodilla.

-Oh, SooYoung-ah, qué te pasó?

-N-Nada... Estaba pegando algo arriba de la silla y me caí. -dijo la portadora del color verde aun sobando su rodilla.

-Qué estabas pegando, SooYoung-ah?

Ésta solo levantó su brazo apuntando hacia la pared que quedaba justo arriba de la cabecera de la cama de Yerim.

Al ver lo que la alta había pegado, Yeri sonrió y abrazó a la mayor más fuerte de lo que había hecho antes.

-Sí! Claro que quiero!

Era un cartel.

Y un "Kim Yerim, quieres ser mi novia?" estaba escrito en él.