Capítulo 37 •2017/Final•

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Su celular sonó avisando que tenía un mensaje, lo desbloqueó y leyó.

Unnie~ ¿falta mucho para llegar a casa? T.T

Sonrió enternecida y contestó:

Sólo unos minutos más.
¿Estás nerviosa?^^

Escuchó un resoplido a sus espaldas y volvió a sonreír. Guardó su teléfono y se dispuso a disfrutar el panorama que las brillantes calles de Seúl le ofrecía.

Por su parte, Yeri dejó el celular de lado y miró detenidamente a su vecina de asiento. Tanto sus ojos, nariz y labios eran delicados, dignas facciones de un ángel, su ángel. Y para su suerte, Park no podía darse cuenta de la intensidad de la mirada de Kim porque pocos minutos después de haber subido, cayó profundamente dormida.

La 94 line jugaba entretenida al "piedra, papel o tijera". Que si una tenía que despertar a la otra, hacerle el desayuno a la contraria o incluso utilizar primero el cuarto de baño. Todas iban demasiado metidas en sus asuntos.

[…]

Unas somnolientas y otras felices por sus recientes victorias, dejaron sus cosas sobre una silla y se sentaron la sala.

La mayor estuvo dispuesta a escuchar sus propósitos de año nuevo y en todo lo que querían mejorar.

Más de una soltó pocas lágrimas y como una buena familia, se consolaron entre ellas. Y después, ya las cinco unidas, se dieron un cálido abrazo de año nuevo.

Justo en ese momento, la maknae tocó dos veces el hombro de la mayor y ésta comprendió su significado, el plan estaba por comenzar.

Se regresaron a sus lugares y tres empezaron a jugar, Park estaba sumamente entretenida con Son y Kang con su celular, JooHyun miró a Kim y ésta solo asintió.

— Chicas, ¿puedo hablar con ustedes? –preguntó Irene mirando a SeungWan y SeulGi.

— Quiero seguir jugando con SooYoung. –protestó Son haciendo un pequeño berrinche. Cuando vio la mirada penetrante de Bae sobre ella, asintió con la cabeza baja y subió rápidamente las escaleras.

SeulGi no la escuchó (o probablemente la ignoró) y siguió jugando divertida y un tanto frustrada con su celular.

— Seul-ah...

— ¡Ya terminaré! –contestó refiriéndose al juego.

— Es hoy, unnie. –bromeó Park recostándose un poco sobre el sofá aprovechando el lugar que SeungWan había dejado.

— ¡Pero es Rum Pum Pum Pum en dificultad normal y llevo más de 15 intentos! –cuando vio a JooHyun tan cerca suyo, bloqueó su celular y corrió hasta su habitación.

La mayor le sonrió a Yerim y siguió a la 94 line.

— Yah, ¿qué era eso tan importante que quería decirnos? –cuestionó Kang sentándose en la cama frente a Irene y Wendy.

— Mhm... Ya se me olvidó. –rascó su nuca y sonrió avergonzada. Cuando vio a SeungWan intentar salir de la habitación, la detuvo firmemente del brazo.

— Unnie, dejé mi celular en el sofá, ¿me permite bajar por el? –la cortesía con la que la canadiense habló probablemente en otro caso hubiera funcionado, pero hoy, Bae tenía que permanecer dura con ellas.

— ¡No! –gritó sorprendiendo a la canadiense– Quiero decir... ¿Por qué no se lo pides a SeulGi?

— ¡Nope! Yo estoy ocupada. –respondió y se tapó con las cobijas hasta la cabeza, la mayor se quejó sonoramente.

— Yo te pasaré Lightsaber si se lo prestas a Wan. –propuso cerrando sus ojos y esperando lo peor.

— Difícil. –la propuesta le había parecido perfecta, pero no iba a dejar que tomaran a su bebé tan fácilmente.

— ¿Ah? No, normal. –Bae no era idiota, y si Only One de su sunbaenim BoA le había parecido difícil, la de Exo sería imposible.

— Uy, así que chiste. –con un rápido movimiento regresó las cobijas a su cabeza lo intentó una dieciseisava vez.

— ¡Bien! Lo haré en difícil, pero no bajen. –quizás después se arrepentiría de su decisión, pero la felicidad de sus menores lo valía.

Y sonriente, Kang aceptó.

Por su parte, SooYoung miró con extrañeza a Yerim.

— ¿Unnie y tú traen algo entre manos? –preguntó sin recibir respuesta alguna. Sólo vio como la menor se volvía a poner su chaqueta, abría una ventana y dejaba pasar todo el aire frío.

— ¿Qué te pasa? Te dará un resfriado. –era algo irónico que se pusieran las chamarras dentro de casa. Pero con la locura que Yerim pensaba hacer, eso estaría bien.

— Yah, ¿acaso no me escuchas? –preguntó tratando de encontrar la mirada de Kim. Cuando lo hizo, observó lo que ella veía, el cielo poco estrellado y la brillante luna.

— E-Esto es... –intentó hablar pero la menor la interrumpió.

— Sorprendente, unnie. Y realmente lo es. –respondió aún con su mirada en el cielo y sus manos en el marco de la ventana, feliz por poder pasar un momento así con su SooYoungie.

Park pasó sus manos por la pequeña cintura de la menor y las posó sobre las de ésta, sintiendo lo heladas que estaban. Las cubrió por completo y trató de protegerlas del frío.

Permanecieron así durante casi una hora, pero para ellas parecieron unos pocos segundos. Ninguna había hablado, ni siquiera una sola palabra, un sonido, pero... se sentían completas. El silencio que reinaba entre ellas era magnífico, algo cómodo y tranquilo, en donde éste hablaba por sí solo, donde sus corazones se conectan, un momento simplemente perfecto.

Tanto silencio había incluso preocupado a la mayor de las cinco, bajó un momento para verificar que todo estuviera bien. Pero al ver la linda escena frente a sus ojos, sonrió tiernamente, suspiró tranquila y regresó a la habitación.

— SooYoung unnie... –le llamó captando toda su atención– Gracias por iniciar un año junto a mí.

— Yah, no tienes que agradecerme –respondió sonriente aún con su mirada al frente–, gracias a ti por iniciarlo a mi lado.

Yeri se giró y quedó frente a frente a Joy, la pequeña pelinegra la abrazó por el cuello y la castaña le correspondió.

— Unnie –llamó una segunda vez haciendo chocar su voz contra el pecho de la mayor–, ¿todo esto terminará?

— ¿Lo nuestro? –preguntó confusa, Yerim asintió.

— Lo nuestro, Red Velvet, el amor de nuestros fans...

— No digas tonterías. –reprendió golpeando ligeramente su cabeza para después sobarla con suma tranquilidad, transmitiéndole todo su amor por simples caricias– Esto no es el final, Yerim-ah. Esto apenas está comenzando.

Fin. 

Enamorada de mi Unnie ;joyriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora