Epílogo

319 24 18
                                    


Y así es como el trotamundos solitario se aventuró a abandonar el Refugio 101 para tratar de descubrir el destino de un padre, que en su día sacrificó el futuro de la humanidad para salvar a su único vástago.

Yermo Capital resultó ser un lugar cruel e inhóspito, pero el trotamundos solitario no se dejó vencer por los vicios que se habían cobrado tantas víctimas. Los valores heredados de su padre: desinterés, compasión, honor, guiaron su noble alma en innumerables pruebas y triunfos.

Fue al final de su largo camino cuando el trotamundos solitario comprendió el verdadero significado de la mayor de las virtudes: el sacrificio. Adentrándose en la cámara de control de radiación del proyecto Pureza, el hijo siguió el ejemplo de su padre y se sacrificó por el bien de la humanidad.

Afortunadamente, cuando el siniestro presidente lo eligió como instrumento de aniquilación, el trotamundos se negó. La humanidad, pese a sus muchas taras, merecía ser protegida. Las aguas de la vida fluyeron al fin, libres y puras para todos y cada uno. Por fin, Yermo Capital, estaba a salvo.

Y así termina la historia del trotamundos solitario, que cruzó el umbral del portón del Refugio 101 para adentrarse en los anales de la leyenda, pero la historia de la humanidad nunca terminará, pues la lucha por la supervivencia es una guerra sin fin.

Y la guerra... la guerra no cambia nunca.

Fallout 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora