Capítulo 5 - Siguiendo sus pasos (Byron)

671 31 10
                                    

Todo había pasado tan deprisa.

Lucas Simms, alcalde y sheriff de Megatón, había sido asesinado por el señor Burke, quien tenía la idea de hacer bolar la ciudad detonando la bomba que le daba nombre.

Gob limpiaba la sangre del sheriff con la fregona mientras que dos colonos sacaban el cadáver del bar.

─Sacad esa basura de mi local ─había ordenado Colin Moriarty.

Tras la muerte de Simms, Moriarty sería el nuevo líder de Megatón. Por esa razón no había movido un músculo para acabar con el hombre trajeado, pues le había hecho un favor.

Y ahora Byron tenía que hacerle un favor a él para que le revelase a donde se había dirigido su padre. Tenía que ir a las ruinas de Springvale y encontrar a una yonqui llamada Plata que, según Moriarty, le debía dinero, es decir: chapas.

Primero necesitaba vender algunas cosas que ya no le servían y así conseguir chapas para comprar objetos de verdadero valor. Salió del bar y rodeó el cráter por el piso superior hasta llegar al almacén de Craterside. Lucas Simms le había dicho que era propiedad de una tal Moira y que esta vendía y compraba objetos de todo tipo.

Al entrar, el mostrador se encontraba a su derecha y había una puerta a la izquierda que dirigía a la planta de arriba. Un hombre estaba apoyado en ella con un rifle de asalto a su espalda. En medio de la sala, había una mujer pelirroja ataviada con un mono de RobCo.

─Buenas tardes ─saludó Byron.

La mujer alzó la vista.

─Eh, me han dicho que eres el que huyó del refugio. Hace siglos que no veo a uno como tú ─dijo sorprendida─. ¡Encantada! Soy Moira Brown y me ocupo del almacén de Craterside, pero, sobre todo, de trastear un poco e investigar ─apoyó la fregona en la pared y se puso al otro lado del mostrador─. Digamos que trabajo en un libro sobre el Yermo. Me encantaría que escribiera el prólogo alguien criado en un refugio. ¿Te animas?

Byron miró la pared que había detrás de ella y se fijó en un mono de refugio que había colgado entre dos estanterías que estaban repletas de frascos llenos de sustancias de todos los colores.

─¿De dónde sacaste ese traje del refugio? ─le preguntó.

─Me acuerdo muy bien de una chica que llegó a la ciudad con él hace unos diez o doce años. No sabía nada del Yermo, y yo sabía que sufriría daños si no llevaba protección. Así que le propuse blindar su traje de refugio. Nunca la volví a ver, seguramente murió ahí fuera, la pobre. En cierto modo, me inspiró a escribir este libro. Es tuyo, si me ayudas.

Lo necesitaba. A decir verdad, él tampoco sabía apenas nada del Yermo.

─Claro, conozco bien la vida en el refugio ─aceptó Byron después de pensarlo unos instantes.

─¡Genial! Cuéntame cómo es eso de vivir toda tu vida bajo tierra o de salir a la luz por primera vez. ¡Vamos, o lo que tú quieras!

─Eso era el paraíso. Sin problemas, temores o peleas... Hasta que se fue papá.

A decir verdad sentía lo que decía. Comparado con lo que parecía ser el exterior el Refugio 101 era un paraíso.

─Un padre a la fuga, ¿eh? Ya he visto unos cuantos, aunque ninguno portando el número 101... ─Moira se quedó cavilando─. Ojalá lo encuentres. quizá el traje de refugio acorazado te sirva de ayuda ahí fuera, ¿no?

Fallout 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora