17; falsas promesas.

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Después de esa conversación en la noche, Calissa también le comentó a Ashton que mañana debería ir a la casa de Jake para un trabajo y fue raro que él no reaccionará mal, y tan sólo fue para no arruinar las cosas y que la rojiza se molestará.

Al otro día Cali se levantó y la verdad es que pensaba sobre distintas cosas, su cabeza estaba llena de pensamientos ilógicos, pero quiso enfocarse en que hoy debía ir donde Jake. Antes de ducharse vio su teléfono y tenía un mensaje de Ashton, una leve sonrisa se formó en sus labios y abrió el mensaje:

ash: buenos días, princesa❤ como amaneciste?
cali: bien amor y tu?

Dejó el teléfono sobre la cama y se fue a la ducha, regulando el agua se vio en el espejo de cuerpo entero, desnuda frente a el se contempló, sus caderas estaban bastante anchas, al igual que sus muslos, se podía ver que ya no era vírgen, esperaba que su madre no lo notara, pensó. Mientras se daba una buena ducha la pelirroja llegaba a pensar que solo debería decirle a Ashton que iba a la casa de Jake a hacer ese trabajo, maldito trabajo.

Salió de ahí, se vistió rápido, tomó su mochila y celular para bajar a comer algo y largarse a la escuela terminar este día luego. Su mamá le sirvió unas tostadas con un poco de zumo de naranja para después decirle:

—Calissa, por dios, siempre te digo que debes secarte el cabello, te vas a enfermar, hija. —la rojiza rió y siguió comiendo.

—Lo siento, má. —tomó zumo y se levantó de la silla para ya irse— Mamá, te iba a preguntar algo. ¿Puedo ir a la casa de un amigo a hacer un proyecto?

—¿Qué amigo? —levantó sus cejas con cara pícara.

—Como te dije es un AMIGO. —recalcó Calissa a su madre, haciéndola reír.

—Bueno, como digas. —fingió creerle— Solo llega antes de las 9 a casa.

—Sí, mamá. —le sonrió de forma inocente— Ya me voy, te amo.

Janis le sonrió de vuelta y le hizo la señal de un beso volando estirando su mano. Al salir de la casa llamó al instante a Ashton para decirle que iba a hacer hoy, ya que sabía que si no le decía se iba a poner celoso, demasiado celoso. Así que tan sólo marcó el número mientras caminaba hacia el colegio y al segundo pitido de llamada la voz de Irwin resonó en los oídos de la colegiala.

—Hola, princesa. —habló el mayor con su voz tan dulce.

—Hola, Ashy. —suspiró mirando al cielo tratando que las palabras salieran al instante— Debo decirte algo, y no me interrumpas porque después me dará miedo decirte y no quiero que te pongas celoso, es que hoy debo ir a la casa de Jake a hacer un proyecto, el profesor nos puso juntos, por favor no te enojes, no haré nada malo.

—Eras toda una niña buena, bella, me encantas. —rió el rizado— Te creo, en serio, pero te llega a tocar ese maldito, está muerto.

—Entiendo, Ashton, no haré nada. —miró hacía la entrada del colegio cuando el timbre sonó— Debo irme, las clases están por comenzar, te amo.

—Te amo más, rojiza mía, suerte. —hizo el sonido de un beso haciendo que ella se sonrojara.

Al colgar el teléfono Ashton recibió otra llamada, pero no de la persona que más quería escuchar, Julia, sí, la rubia ex de Ashton que estaba loca por él y lo amenazó de que encontraría a la chica que lo robó, contestó un poco nervioso y malhumorado.

—¿Sí? —contestó él.

—Ashton, estoy en Australia, Sydney, y sé que estás ahí al igual que yo, te dije que te iba a recuperar, bebé. —habló como una loca.

Sext with daddy.《 Irwin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora