Ya despertando Ashton toma una ducha con una gran sonrisa en su rostro, todo gracias a la pelirroja que robó su corazón, mientras el agua caía en su cuerpo y enjuagaba su cabello pensaba en que podría decidir la chica, parecía esas decisiones de solteros en un reality pero el analiza que si en realidad quisiera estar con él lo elegiría aunque hubiera otra opción, ¿cierto? Apaga el agua y sale a secarse cuando escucha su teléfono sonar y amarra la toalla en si cintura hasta correr al aparato que parpadea con el nombre de Julia, contesta enojado, no quería que lo molestara más.
—¿Qué quieres? —dijo cortante.
—Veámonos en el café "Tavelli", te espero. —habla cariñosa como siempre, pero él antes de decir algo ella cuelga.
Se siente molesto, muy molesto, tal vez que locura va a decir o que nueva amenaza le tendrá a él y Calissa, sin remedio se viste con unos jeans negros acompañado de unas botas estilo militares, y una polera del mismo tono negro, se peina un poco con agua el pelo que tiene en forma de jopo y lo arregla, pone sus lentes de sol, guarda las llaves de la casa y el auto, su celular en el bolsillo y sale de ahí. Ya manejando hacía allá escuchando a The Strokes en la radio, suspiró llegando a la cafetería y estacionado, baja con la el rostro serio y la ve sentada en una mesa de afuera, con una chaqueta encima de los hombros como Sharpey de High School Musical, y la cara hipócrita que siempre tenía, se sienta frente a ella sin sacar sus lentes de sonríe cuando lo ve sentarse frente a ella y toma un sorbo de café.
—Muy buenos días, Ashton. —posa su mano en la de él.
—Hola, Julia. —corre la mano y pide un vaso de agua mineral cuando llega la mesera— ¿Por qué querías que viniera?
—Tenía ganas de verte, Ashy. —sonrié ladeando su cabeza mirándolo con ternura, pero al mismo tiempo en forma terrorífica.
—Julia, en serio, no tengo tiempo para eso. —toma un sorbo de agua tras la bombilla.
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—Te venía a advertir sobre tu muñequita pelirroja. —roda los ojos al recordarla— No quiero que estés con ella.
Ríe para sus adentros por escucharla decir tal tontera, sería imposible eso y además él no tendría porque hacerle caso, toma un gran sorbo de agua.
—Okay, mira yo no dejaré a Calissa y menos aún porque tu me lo pidas, Julia. Ella es lo que más quiero en el mundo.
—Tú me perteneces a mí, Ashton. Eres mío y una pendeja como ella no puede tenerte, yo haría cualquier cosa por ti. —surgen lágrimas de sus ojos pero no de tristeza, sino de desesperación mientras lo sigue mirando fijamente, pero él, nada.
—No funcionará, esto ya se terminó. —toma los últimos sorbos y se levanta dejando un par de dólares por el agua.
—Te vas a arrepentir, Ashton. —habla fuerte viendo como se va— ¡Ya verás lo que haré por ti!
