【Capítulo 1】

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Narra Armin:

Todo estaba relativamente normal aquél día en la escuela, como siempre me encontraba sentado en el aula jugando con mi consola sin saber nada del mundo, hace ya un rato Kentin se había ido a buscar comida y no había vuelto, maldito traidor... Nah, igual me cae bien. En fin, ya no sabía que mas hacer, me había dado vuelta este juego tal vez unas diez veces y comenzaba a volverse repetitivo, es como si pudiese jugarlo con los ojos cerrados. Todo estaba tan tranquilo y en silencio que llegaba a darme la impresión de que este no era mi instituto, ya que siempre está con un inmenso ruido. Sentí la puerta abrirse de repente, despegue la vista de mi consola y miré en dirección a la puerta del aula, extrañamente nadie había entrado, ya comenzó a darme miedo, joder.

-Ehm...¿Hola? -Nadie me dio una respuesta, así que comencé a incomodarme. ¿No habrá un maldito fantasma? ¿Alguna entidad? ¡Quizas sea como en Beyond Two Soul y enrealidad yo y Alexy teníamos otro mellizo y está conectado a mí! O a lo mejor solo estoy diciendo idioteces a causa del miedo. -Okay... -Dije para mí mismo, me dispuse a guardar mi consola para salir a reencontrarme con el maldito traidor de Kentin pero de pronto alguien se precipitó en entrar en el aula y dar un portazo, cerrando la puerta por consecuencia.

-... -Solo oía jadear a aquella persona, habrá estado corriendo, aún no divisaba bien de quien se trataba, ya que se deslizó por la pared y quedó en el piso. Decidí acercarme hasta la puerta, ahí fue cuando descubrí de quien se trataba...

-¿Lysandro? -Efectivamente él se encontraba en el piso con su cabeza apoyada en la puerta, estaba jadeando.

-¿...Armin? -Dijo con cansancio, es notorio que ha estado corriendo. -¿Que haces aquí a esta hora? -Me extrañé ante aquella pregunta, pero mas me extrañé por la ausencia de su forma de hablar, normalmente no tutea a las personas con las que no mantiene una relación cercana, aunque yo varias veces he hablado con él, no me consideraría tan cercano a él como lo es Castiel.

-Pues... Clases, ¿No? -Él me miró completamente extrañado, ¿Me estoy perdiendo de algo?.

-Pero... Las clases terminaron hace casi una hora -Abrí mis ojos a más no poder, miré el reloj de la pared y efectivamente, eran las siete y treinta... Y salíamos a las seis con treina... ¡Por la madre que me parió! Que estúpido que soy.

-A-Ah... Pues... Me dejé llevar por un juego... ¡Maldito Kentin, me engañó...! -Hablé sin pensar lo que estaba diciendo, aunque es verdad... Maldito Kentin, seguramente se encargará de burlarse de mí mañana. Solté un suspiro sintiéndome bastante estúpido. -Bueno... ¿Puedo saber que hace-... -Mi frase se vio interrumpida al mirar a Lysandro, quién tenía una mirada realmente triste, como si fuese a llorar en cualquier momento... Mi cara estaba ardiendo al ver su expresión tan triste, es como si mi corazón se estuviese derritiendo... ¿Que rayos me está pasando?. Nunca me había parado a observar a Lysandro, es... Es muy guapo... ¡Okey, Armin, basta! ¿Que carajo estas diciendo?.

-Disculpa... ¿Q-Que decías, Armin? -Mi cara se calentó todavía más cuando pronunció mi nombre con esa voz tan suave... Dios, enserio no sé que me está pasando...

-... -Tardé unos segundos en reaccionar. -¡A-Ah!... Nada, nada, solo... ¿Pasó algo...? -De inmediato me callé, sabía que Lysandro varias veces a regañado a la diablilla de Sucrette por ser tan curiosa y yo lo estoy siendo en este momento.

-...No, nada -Contestó con tristeza en su suave voz, era claro que me estaba mintiendo, ahora es como si Sucrette se hubiese apoderado de mi cuerpo, me estoy poniendo demasiado curioso, pero me abstendré a no decir nada.

-No mientas... -Me golpeé internamente porqué se me escapó esa maldita frase, Lysandro me quedó viendo algo sorprendido, luego se levantó del piso y se puso en frente de mí, es demasiado alto, o al menos mucho mas que yo...

-Supongo que notaste que no estoy del todo bien, es sorprendente -Esbozó una sonrisa débil. -Pero te aseguro que todo esta en orden... -Su voz cada vez se apagaba mas, igual que sus ojos que hasta hace unas horas, brillaban.

-Ajá... -No supe que más decir, él estaba realmente mal, pero no quería inmiscuirme mas en sus asuntos, aunque realmente me apenaba verlo así, tanto que sentía como si quisiese llorar también... Siempre me pasa lo mismo, por ejemplo cuando Alex está triste, me siento triste, o si Sucrette está emocionada, me emociono... Pero esta vez se sentía de una manera diferente.

-Yo... -De pronto sus ojos se cristalizaron, y como por un impulso, las lágrimas brotaron por ellos, hizo un fuerte movimiento agachándose a mi altura y abrazándose a mi cuello, para ocultar su rostro. No sé que estaba pasando, pero... Me estoy sintiendo muy extraño... Mi rostro estaba como un tomate, era como tener el sol apuntando directamente a mi cara, estaba sumamente sonrojado. Escuchaba los suaves sollozos de Lysandro y sentía sus lágrimas caer en mi hombro... Apreté los ojos y con la mayor vergüenza del mundo, le abracé también, es la primera vez que esto me pasa, a excepción de Alexy quien suele abrazarse a mí para llorar cuando se siente triste o cuando ve películas tristes.

-... -No me atrevía a decir nada, Lysandro estuvo así varios minutos y luego se soltó secándose las lágrimas.

-Lo siento... Yo... Perdón -Él salió precipitado del aula, yo por mi parte sacudí la cabeza intentando sacar todos esos pensamientos revueltos que tenía mi pobre mente. Estaba realmente extrañado por el inusual comportamiento de Lysandro, pero preferí dejarlo pasar por ahora. Recordé que Alexy debe estar como loco en la casa esperándome y me apresuré en tomar mis cosas y salir corriendo del aula. Todo esto fue realmente extraño, pero lo que mas presente tengo en mi mente son las lágrimas de Lysandro... Oh, y por supuesto, matar a Kentin mañana.

【CDM】An Innocent Love【YAOI】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora