Jaxon Lawrence

Capítulo 24: Cambiando la historia

Capítulo 24: Cambiando la historia

Narra Zoe:

Martes un día normal para la vida de un adolescente "normal", pero claro está que yo no lo soy y este no es un simple martes casual para mí, tengo una presión gigantesca y es fácil de notar en la forma en cómo muevo mi pierna de arriba a abajo y me muerdo las uñas de mis dedos, no me importa que me digan que parezco una niña por hacerlo, o que jamás tendré mis uñas perfectas y arregladas, es un jodida manía que tengo desde pequeña y no creo poder quitármela tan fácil. Además, tengo garras, ¿Para qué quiero uñas perfectas y arregladas? Si luego se romperán cuando haga cualquier otra cosa, ya sea ponerme un calcetín, o peor aún, que se me corra la panti por tener las uñas largas, lo detesto.

- Creo que deberías calmarte - me susurra Mimi, sin perder la concentración en la clase de química.

- No puedo, tengo demasiadas cosas en la cabeza - me sincero.

- Solo respira, y despeja tu mente - sonrío por la voz calmada con la que me trata. - ¿Has sabido algo de Donovan?

Mi cuerpo se tensa en el instante en que ella menciona su nombre, giro mi cabeza hacia la derecha y ella ni siquiera parece mirarme, solo apunta las extrañas fórmulas que se ven en la pizarra.

- ¿Donovan? ¿Qu... qué? Yo por qué tendría que saber algo de él - farfullo. Siento el extraño sudor en mis manos y de alguna manera comienzo a entrar en calor.

- Supe que saldría contigo el domingo, y ayer tampoco vino a clases - trago saliva y me pongo derecha. ¿Cómo diablos Mimi sabe de mi cita no cita con Donovan? Y es verdad, él no vino ayer a la preparatoria, me he de suponer que su rostro no ha quedado muy bien después de la golpiza.

- Ah... Pues, no pude - digo con rapidez, ¿Tan mala puedo ser mintiendo? - Mi hermano tuvo un asunto importante, así que no pude ir.

- Qué lástima, lo vi extrañamente emocionado - me sonríe y siento algo de pena por lo que dice, cuando claramente yo lo utilicé por un fin - Creo que le gustas - musita, y choca su brazo con el mío de forma cómplice.

Sonrío con nerviosismo y niego - Que cosas dices. - la sola idea de pensar en Donovan atraído por mí, me revuelve el estómago, no puedo negar que es guapo, demasiado para mi mala suerte, solo que esa aura oscura que tiene alrededor es escalofriante. Nunca me han atraído los chicos malos, que lucen como modelos de catálogo, y que miden dos metros - Entre él y yo no ha pasado nada, ni pasará - siento la enorme sensación de que debo aclararle las cosas, es un cargo de conciencia extra que tengo.

- Tranquila, sé que estás en planes con Jaxon, no tienes de que preocuparte - la miro sorprendida porque esa no era una respuesta que esperaba.

- ¿Cómo sabes tantas cosas...

- ¡Señoritas! - el profesor nos llama la atención.

- Tengo ojos Zoe, y no soy tonta - susurra por lo bajo.

Las últimas dos horas de clase se pasan volando, y no me gusta, por primera vez quisiera que la escuela tardara más tiempo en culminar. No quiero ir a casa, no quiero afrontar las cosas, no quiero verlos, esto es más de lo que podría soportar.

La campana suena como un sonido de libertad para los estudiantes, aunque yo no piense lo mismo. Al salir del aula veo a Thomas con la tal Teresa, Jaxon no está junto a él lo cual me hace pensar en las posibilidades de donde podría estar.

- Dile a Evy que terminé de leer la novela que me recomendó - me dice Mimi mientras caminamos por los pasillos de la escuela, en busca del estacionamiento.