Capítulo 44: No te confundas.

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Capítulo 44: No te confundas.


Narra Jaxon:

Después de unas semanas tensas, por fin las cosas parecían volver a la normalidad. Mi hermana aún seguía con el jodido yeso en su pierna pero era algo divertido puesto nos la pasábamos haciendo dibujos extraños en este, había descubierto que era gran dibujante, en especial cuando le dibujaba bigotes a la cara de Chad.

Pero volviendo a lo que era real, la carga que nos cayó encima después del accidente de Emma fue tremenda. La pequeña tenía anemia y una falta drástica de vitamina D, lo que le provocaba ciertos mareos que nadie se percató.

Mi madre estaba histérica, papá molesto y no era para menos, hasta yo mismo me sentía frustrado, debí notarlo, la vez que estuvo enferma, con fiebre y gripe, algo no estaba del todo bien con ella.

- Y entonces el tío Chad se vistió de Mariachi y comenzó a cantar una canción en español - volvió a reír Emma. - ¡Ah ya yayai...!

Sonreí ante la imitación extraña de mi pobre hermana, y al escuchar su inglés mezclado con el español el cual sonaba extraño- Y déjame decirte que tiene un horrible acento - le seguí el juego y ella asintió emocionada.

La puerta de su habitación se abrió y la mirada agresiva de mi madre me recibió de golpe.

- Necesitamos hablar - sentí un dolor de cabeza al escucharla. Algo me decía que nada bueno se avecinaba.

Suspiré poniéndome de pie, me despedí de la garrapata y fui tras Kels, no se si estaba con su regla o qué pero esta semana estaba como perro rabioso, había discutido con Aaron, y al parecer ella ganó aquella discusión.

Hace unos días hubo luna llena y no pude evitar pensar en ella, ahora que sabía lo que era, toda imagen o cosa que veía me le recordaba. La había evitado y por suerte Zoe no se había cruzado en mi camino, lo cual no sabía si era buena o mala idea, pero comenzaba a resignarme, la posibilidad de que ella y yo estuviésemos juntos se hacía cada vez más lejana, yo aún estaba molesto, no solo con ella si no con todos los que me mintieron que prácticamente fueron todos excepto Emma.

Ya no podía confiar en nadie y menos en ella, sería difícil. Pero su rostro me atormentaba, me recordaba la mierda que fui, lo mal que la trate. Una parte de mi estaba arrepentida por completo, se sentía angustiado por no ser perdonado, pero la otra me decía que hice lo correcto que Zoe había cometido iguales o peores errores que yo.

- Me llamó el director - me tensé al escucharla - Ya resolvimos cuál será tu castigo para que puedas volver a la escuela.

Golpeé mi frente con la palma de mi mano y solté un bufido, Kelsey me lanzó una mirada asesina - Y bien ¿Qué tengo que hacer?

- Trabajo comunitario, serás el nuevo conserje de la escuela - arrugué la frente y me crucé de brazos. Creo que había escuchado mal.

- ¿De qué hablas?

- Es simple Jaxon, estarás una semana limpiando cada aula del instituto, el patio, el comedor y también los baños. Tú y el tal Donovan.

- ¡Ni loco!

- No estás con derecho a replicar - me acusó con el dedo - ¡Todo esto es tu culpa, agradece que te dieron una oportunidad!

- Madre - intenté relajarme y hablar lo más sereno posible - No pienso pasar una semana limpiando el desastre de la escuela... ¡Con Donovan!

La idea me aterraba y asqueaba, no podía ver a ese idiota está vez no me creía capaz de controlarme aunque me parecía extraño su actitud, ¿Por qué ayudarme a encontrar a Zoe?, o quizás solo lo había hecho al propósito.

Jaxon LawrenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora