Capítulo 31: Preparativos

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Capítulo 31: Preparativos

Narra Zoe:

Habían pasado tres semanas, tres tortuosas semanas, en las que ya comenzaba a desesperarme. La forma distante de Jaxon me estaba matando, a penas y nos veíamos, y la manera forzosa en que me trataba me incomodaba mucho.

Está bien, entendía que yo tenía la culpa de todo, la había cagado, había perdido su confianza, él no era tonto y mis mentiras cada vez me estaban hundiendo más y más.

Quiero decirle cómo son las cosas, quiero que él sepa la verdad pero a la vez no puedo. El miedo que siento es terrible, temo que me rechace y que no quiera volver a saber nada de mí, que no quiera volver a tocarme o que deje de sentir lo que sea que siente por mí.

Habían cosas que no cuadraban y que aún tenía que averiguar, alguien había llamado a Jaxon aquella noche, alguien que se hizo pasar por mí. Y no entiendo por qué pero de cierta manera se lo agradezco, ayudó a que él perdiera la pista de que yo era un lobo, no se qué pasó durante esos tres días que estuve en el bosque, no recuerdo absolutamente nada hasta que desperté en el jardín trasero de la casa de mi madre, desnuda y con un golpe en el pómulo que luego intente disimular con maquillaje.

Me sentía desprotegida y aterrada, muy confundida al principio, con las piernas temblando, pero me tranquilizo sentir los brazos de Elizabeth acurrucándome, se sintió que me haya cuidado y dado algo de vestir y comer.

Mañana es el bendito baile primaveral y aunque no me entusiasma mucho, quisiera que Jaxon me acompañara, que bailáramos toda la noche y que me bese como sólo él sabe hacerlo, es estúpido pero es lo único que deseo, aunque como siempre no todo puede salir como uno quiere.

Termino de guardar mis cosas en el casillero y lo cierro con brusquedad maldiciendo por lo bajo.

- Hey tranquila - escucho decir a Álex, lo miro con tristeza y él apenas y me sonríe.

- No puedo estarlo - suspiro - ¿Hablaste con él? - inquiero con esperanza en mi voz, por la mueca que hace sé que no lo hizo.

- Lo intenté pero me evitó - coloco mi cabeza encima del casillero de metal y cierro los ojos.

Lo estoy perdiendo, sé que lo estoy perdiendo.

- Pero quizás deberías hablar con él - ladea su cabeza indicándome el lugar donde está. Lo veo en el estacionamiento con la remera completamente sudada después de su entrenamiento, se le ve lindo con el cabello revoloteado y sus labios gruesos y rosados.

¡Maldición!

Me tenso en cuanto veo a Thomas junto con el trío de víboras venenosas, a excepción de Bonnie claro. Victoria mueve sus caderas con coquetería acercándose a él y tiene una gran sonrisa en el rostro.

Sonrisa que quisiera quitársela de un tortazo, esa estúpida anda peor que la sombra de Jaxon, estos días parece un parásito acechándolo. Jaxon la ve, sonríe y el corazón se me encoge, siento celos, unos celos endemoniados, nunca había tenido tantas ganas de golpear a alguien, pero esa tipa se ha ganado todo mi jodido odio.

- Irás verdad Jax - su voz es apenas un murmullo lejano, pero puedo escucharla. Él hace una línea fina con sus labios y mete sus cosas a su auto.

- no creo Vicky - ¿¡Vicky!? ¡Le dijo Vicky!

Golpeo el casillero con fuerza llamando la atención de todos, Jaxon voltea el rostro y de inmediato le doy la espalda, mi corazón late deprisa y sólo intento mantener el ritmo.

Jaxon LawrenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora