Jaxon Lawrence

Epílogo

Epílogo

Un año después...

Narra Zoe:

— Quiero que busquen al diseñador que más los represente, aquel que ustedes sientan que su trabajo los motiva... — continuo el profesor Jorge mientras hacía extraños dibujos en el pizarrón. — Exploren sus mentes, den todo de ustedes mismos. Quiero ver la mejor maqueta de todas, ya saben primero visualicen luego boceteen y el resto viene por sí solo.

Como si fuese tan fácil.

Pensé de mala gana, quite el lápiz de mi boca, tenía la costumbre de morderlo sin darme cuenta, ahora todos mis lápices tenían la marca de mis dientes alrededor.

— Eso es todo, alumnos, nos vemos la próxima clase. — Me puse de pie recogiendo mis cosas y metiéndolas a mi bolso con rapidez, debía escapar de aquí antes que todos se aglomeraran y luego no me dejen salir con mi caja de materiales.

— Hola Zoe crees que podrías pasarme los apuntes de la penúltima clase. — Mike se rascó la cabeza algo avergonzado, siempre me pedía los apuntes pero de cierta manera lo compadecía.

El profesor Jorge era el único en dictar clases en Francés, la mayoría las dictaban en inglés pero él decía que no podíamos olvidarnos de nuestro idioma y bla, bla, bla, pero en el caso del pobre de Mike era distinto al ser un chico británico de intercambio, habían muchos como él pero la mayoría se las ingeniaban para entender el idioma.

— Claro, llévate mi cuaderno. — él me sonrió sonrojándose tiernamente.

— Gracias, no sé qué haría sin ti. — recogió mi cuaderno y varia de sus cosas como si estuviera apurado y luego salió corriendo del aula.

Miré hacia el piso donde tenía la gigantesca caja llena de mis materiales.

— ¡Espera Mike! — grité pero él y todos en el aula ya se habían marchado. — ¡Maldición!

Como pude, llevé mi bolso a uno de mis hombros, marque el número de Evy esperando a que me contestara y luego elevé la caja sobre la mesa.

— Bonjour Madam – Ella sonaba de buen humor, supuse que se debía a aquel chico con el que se la ha pasado hablando los últimos tres meses, Evy había vuelto a las andanzas y eso solo significaba peligro hacia todo aquel que estuviera cerca.

— ¿Dónde estás? Tengo demasiadas cosas que llevar. — Miré mis materiales para hacer la maqueta del edificio que se construiría cerca a la gran y maravillosa torre Eiffel.

Estudiar Arquitectura se había vuelto mi nueva pasión, en definitiva todo era hermoso, desde diseñar, buscar formas nuevas, tratar de que todo encaje sin perder aquella armonía perfecta. Era buena en lo que hacía y todas las horas que pase desvelándome para esto valían la pena.

— Siempre tienes cosas que llevar. — silbó. — Voy a demorar un poco, lo siento...

— ¡Evelyn! — chillé con enojo.

— Lo sé, lo sé, lo siento no sabes lo estresante que son los alumnos de Marketing, espérame afuera de tu facultad pasaré por allí. — corté de mala gana y solté un largo suspiro.

¡Genial! Ahora debía llevar todo esto sola... otra vez.

Evy era extenuante y estresante, siempre estaba de aquí para allá, y es que por algo era la líder en la mayoría de sus grupos. La carrera de Marketing le había sentado bien, Evy era un as en eso, aunque al principio me sorprendió que no retomara su carrera de ingeniería química, pero que se puede decir el mundo estaba lleno de sorpresas y Evy era una de esas.