Ahora Eres Sólo Mio

CAPÍTULO 4

Ambos íbamos en nuestros autos, pero después Halan dijo que guardaríamos mi coche y usaríamos sólo el de él, que no habría problema en llevarme de nuevo a casa.

Era extraño ver a Halan sin su novia pegada al cuello.

–¿Oye y tu novia, la diva, donde la dejaste ?- dije sonriendo, mientras el conducía hacia el centro comercial

–¿Ashley?, esta en su sesión de belleza - rió, mientras ponía música, un rock suave.

– Vaya, así que se arregla sólo para que la veas – dije en forma irónica.

–Para que la vean todos en la universidad- volvió a reír, y de nuevo su sonrisa se estampó en su rostro.

– ¿Como así?. ¿ dices que se arregla para todos? - pregunté confundido, porque el lo decía como algo muy normal.

– Si, todo el mundo sabe que Ashley y yo estamos juntos por conveniencia, aveces no se por que sigo en esa relación.

Mis ojos brillaban de la felicidad por escuchar esas palabras, era el momento para usar mi psicología y hacer que se decidiera a cortar con ella .

– ¿Entonces que haces en una rela–Me interrumpió.

– Pero ella es muy sexy, y la chica mas linda del campus y en la cama es muy buena.- sonrió maldadosamente.

Eso lo decía por que no había estado con un chico jamás hahaha.

–Si - dije de forma dudosa, con una media sonrisa y  torciendo un poco los ojos.

–No le digas a nadie, pero jamás he sentido nada por una chica, sólo me gustan sexualmente o por que son sexys, las chicas que he tenido son muy superficiales, sólo piensan en ellas, aunque bueno, ¿ qué mas podría conseguir yo, si soy igual?- dijo y bajo un poco el volumen a la música

–Amigo, tu puedes conseguir mucho todo es cuestión de esperar la persona indicada- lo miré y le Sonreí, al mismo tiempo que mi mano se posaba en su hombro.

–pienso que eres una persona buena aconsejando, muchas de estas cosas que te cuento no se las digo a nadie, y tu, ¿te has enamorado ? – preguntó, curioseando.

– vaya que si, pero esa persona me llevo al cielo y después sólo me hizo sufrir mucho. – cerré los ojos, y bajé el semblante.

– ¿Que haremos con esas mujeres que solo nos hacen sufrir?– dijo el chico resignándose

–Si, esas mujeres son terribles.

Si claro las mujeres... en ese momento a mi mente volvió recuerdos cuando Mathew me decía en el oído que me amaba, y cuando por la calle me lanzaba pequeñas piedras para llamar mi atención, o cuando me protegió de esos chicos que me molestaban por mi sexualidad, pero también, esos momentos que por guardar su reputación de chico heterosexual me lastimó y humilló tanto, cuanto lloré mirando como besaba chicas enfrente mio.

lágrimas corrieron por mis mejillas, no quería llorar, intentaba que no salieran, pero no lo lograba, sólo brotaban desde la tristeza más profunda de mi alma.

Llegamos al centro comercial, Halan parqueó su auto y al verme llorar dijo

–¿Te sucede algo? dime - me miró con preocupación.

– no es nada no te preocupes, sólo me calló un mosquito en el ojo –  le dije entre lloriqueos.

–No me mientas te pasa algo dime, ¿quieres tomerte algo? Para que se te pase – sugirió mientras bajaba de el auto.

–No, esnserio no es nada - aunque lloraba desconsolado

Halan se acercó a mi y con sus manos seco mis lágrimas, y después me abrazó fuerte.

– Sé que esto parece muy gay, pero debe servir de algo – susurró al tiempo que acariciaba mi cabeza – ya no llores.

Sentir su cuerpo calentar mi alma fría, era genial, como su barba rodaba mi cabeza y volver a experimentar lo que se sentía que un chico me hiciera sentir seguro, poder recostar mi cabeza en sus fuertes pectorales muy ejercitados, y que sus brazos fuertes rodaran mi cuerpo, era un momento que no cambiaba por ninguno.

– Gracias Halan me siento mucho mejor, eres un gran amigo, aunque nos conocemos haces pocos días – expresé levantando mi cabeza y mirándolo a los ojos.

– si, lo se, pero no llores pitufo o ¿el calor por allá abajo hace que te ardan los ojos ? - se rió fuertemente.

Lo lance a un lado y le di un puñetazo, comensando a reír también.

–Tu que sólo piensas en comer chicas, Grandulón, tanto frío por allá arriba congeló tu cerebro y no te deja pensar, -dije entre risas mientras abría la puerta del auto para salir corriendo- ¡a que no me alcanzas! - exclamé mientras corría

– ¿¡No sabes que soy un gran atleta!?- dijo mientras me alcanzaba, en lo cual sólo demoró un minuto.

Tomó mi cintura por la parte trasera, y caímos al suelo, menos mal era césped y no nos paso nada, en ese instante, un niño paso, y dijo.

– Mira madre ellos son novios– afirmo un niño que pasaba, mientras miraba a su madre un poco confundido

Ambos nos lanzamos a un lado, y nos miramos.

– QUEEEE!!!? – gritamos los dos a una sola voz.

–jamás- aunque por dentro era los que más deseaba, pero no quería que Halan pensara que me gustaba.

–¡¡Me gustan las mujeres!!- dijo el chico Guapo.

después de tan incómodo momento decidimos ir a un parque de diversiones que funcionaba durante todo el día y noche, bueno hasta las 22:00 horas

Pagamos nuestras entradas, nos divertimos, Halan compró helado para ambos, después volvimos a casa, y me dejó en la puerta.

–Recuerda no quiero que estés triste.– agregó.

– OK gracias por todo- dije sonriendo

se abalanzó hacia mi, lo mire muy cerca, y sus labios se posaron en los mios... ,Ahí desperté de mi fantasía.

de nuevo en la realidad...

–Nos vemos mañana en la universidad y no te quedes triste, sé feliz, pitufo - dijo mientras cerraba la puerta de su auto

–OK, Gracias, y claro nos vemos mañana, grandulón, y dile a los astros que los amo, tu que puedes – exclamé, mientras entraba a mi apartamento.

Bueno, todo había sido genial, aunque no había pasado nada del otro mundo, sólo salimos como amigos pero había sido genial de eso no había duda.

Lo que no me esperaba eran todos los problemas que esto me traería con la Diva al otro día.

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Hola mis lectores

Bueno espero que estén disfrutando la historia, trataré de escribir un capitulo cada vez que pueda, pero al menos subiré uno por semana los quiero, no olviden votar y comentar, compartan con sus amigos para que ellos también la puedan leer,

Hasta la proxima.