→Secrets

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Harley había hablado con algunos de los guardianes de pasillos y algunas otras personas de alto cargo en Arkham para que que le cedieran una habitación donde ella pudiera darle sesiones privadas al joker. Duró casi seis meses moviéndose de aquí para allá hasta que finalmente aceptaron. En esos meses, ella estudió atentamente todas sus manías y trucos cada vez que conversaba con él, así fuera sólo un intercambio de dos palabras. Él no era estúpido, él sabía muchísimos trucos para lograr manipular a las personas a su beneficio. Era muy frío y calculador con todo lo que le rodeaba.

Él se acomodó en la silla frente a Harley y la miró sonriente. Le habían colocado una camisa de fuerza, como en todas las demás sesiones, para evitar cualquier inconveniente.

—Así que, Joker, ¿Cual es tu verdadero nombre? —Preguntó Harley sin siquiera quitar la mirada de su tableta. No era como si tuviera miedo de mirarlo, sólo no quería sentirse intimidada por él.

—Para ti, mi nombre es Puddin —Susurró acercándose a Harley sobre la mesa. Ella respiró pesadamente cuando su mirada se encontró con la de él.

—Bueno... Cuentame acerca de tu infancia... ¿Cómo fue? —Murmuró ella.

—Mhmm... Mi padre solía golpearme mucho, sin piedad alguna —Harley lo miró con los ojos abiertos. Ella se sentía preparada para todo, todo menos esto—. Cada vez que hacía una simple travesura, él sólo venía y me golpeaba. O incluso cuando estaba ahí sin hacer nada, él igual lo hacía. Siempre sucedía cuando estaba alcoholizado.

El joker lucía triste al hablar, y Harley llegó a dudar por un momento de que lo que dijera fuera cierto, pero sus ojos reflejaban tristeza y dolor. A ella no le gustaba verlo así de vulnerable, en realidad nunca le había gustado ver a alguien así.

—Pero bueno, querida Harley, así es la vida de un comediante, siempre recibes golpes de los tipos que no entienden las bromas —Suspiró, casi igual a como un niño pequeño suspira cuando sus padres le niegan un juguete—. Tipos como mi padre o... Batman.

Su expresión cambió por completo y se volvió en una muy seria, o incluso molesta, Harley no podía definir bien que significaba aquella expresión.

—¿Quién es Batman? —Harley miró interrogante al joker, quien sólo comenzó a reír como si el mundo no tuviera fin.

Fue la primera vez que lo escuché reír y esperaba que no fuera la última.

Mad love » Harley & JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora