→Piranhas

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Harley se encontraba haciendo lo posible por llamar la atención del Joker, pues éste ultimo ya tenía un largo rato concentrado en sus papeles y ella comenzaba a aburrirse, quería ser atendida. Bufo y fue a su habitación a buscar el atuendo que más mostrara. Era la única manera que encontraba de llamar su atención. Una vez que consiguió un vestido
-bastante corto- que ni siquiera sabía como había llegado a sus cosas, salió con una gran sonrisa picara y se sentó en el escritorio del Joker, frente a los papeles de sus planes.

-Mistah J, estoy un poco demasiado aburrida, ¿No tienes ganas de acelerar a tu Harley? -le guiñó un ojo cuando él levantó su mirada e hizo el sonido de una motocicleta al ser encendida.

-No, ahora no. Vete, estoy ocupado.

Y sin articular alguna otra palabra, simplemente llevó una mano a su espalda empujándola en un rápido movimiento para que saliera de su escritorio. Harley no se lo esperaba, por lo que tuvo que poner rápidamente un pie en el piso para no caer por completo.

-Pero... -la interrumpió.

-Escucha, cariño, daddy tiene mucho trabajo por hacer y no estás ayudando en nada -hizo énfasis en lo ultimo dicho, para luego alzar mucho más la voz- ¡Así como tampoco ayudaste en nada con esa maldita broma de los dientes de juguete!

-¿N-no te gustó la broma de los dientes? Olvidalo, ¡puedo hacerlo mejor!

-Oh no, te dejé colaborar en mis bromas una vez y lo arruinaste -volvió su mirada a los papeles y ni siquiera la levantó al hablar- Odio admitir esto, pero Batman tenía razón, la emboscada de hoy fue cursi y pasada de moda -Harley se abrazó a sí misma sin decir nada más, la verdad es que prefería no decir nada cuando el Joker se encontraba de esta manera.-Es hora de acabar con ésta larga enemistad a lo grande con la humillación de Batman, seguida de su deliciosa y delirante muerte.

Ella quería ayudarlo de alguna manera a acabar con Batman, ella sólo quería ser feliz a su lado y mientras el Joker se preocupara tanto por matar a Batman nunca lo serían.

-¿Y sí solo le disparas y listo? -sugirió Harley en un susurro, pero lo suficientemente alto para que él escuchara.

Él soltó una gran carcajada y se levantó de su silla, ya obstinado por la irritante actitud de Harley.

-Escucha, querida, no todo es tan fácil como piensas, ¡No puedo sólo dispararle! ¡La muerte de Batman no puede ser causada sólo por una simple bala, merece ser una obra de arte! -con cada palabra se acercaba un paso más a ella, haciendo que ella hiciera el movimiento contrario y retrocediera.

Luego de una pequeña guerra de miradas que habían creado inconscientemente, Joker volvió a su escritorio y tomó uno de los papeles que contenía uno de tantos planes. Éste se llamaba "La muerte de las mil sonrisas", consistía en llevar a Batman de alguna manera a un punto de su guarida, dónde después el piso debajo de él se abriría, provocando que él cayera a una piscina inundada de pirañas que según Joker, le iban a sonreír mientras lo comían lentamente.

-¡Éste es perfecto! ¿Por qué había descartado este plan? -habló para él mismo, analizando una y otra vez el plan en su cabeza. En realidad, quien lo había descartado fue Harley la vez que revisó sus planes.- Ah... Ya entiendo, las pirañas no sonríen. Qué cruel es el destino.

-Puddin, deja de preocuparte tanto, ¿Podemos solo pasar un tiempo juntos? Luego puedes volver a tus planes absurdos -dijo Harley acercándose tímidamente a él, pero lo único que consiguió de su parte, fue una mala mirada.

Mad love » Harley & JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora