Mad love » Harley & Joker

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Harley había estado recibiendo cartas anonimas desde hace ya varios meses. Todas aparecían junto a su cama cada vez que se despertaba. ¿Cómo? No sabía. Solo sabía que quien sea que fuera, quería ayudar a Harley a salir rápido de esa horrible celda. Algunas de esas cartas habían traído también cosas para su aseo personal, como un cepillo de dientes o un cepillo para su cabello, y esas cosas necesarias para mantenerse en su estadía ahí. Ella estaba casi totalmente segura de que era Joker quien mandaba todas esas cosas. Lo único que no coincidía con él era con lo que firmaba el final de las cartas, con una "I". Pero Harley pensaba que tal vez esa era la inicial de su nombre y colocaba esa en vez de la "J" para que no lo descubrieran. Y Harley pensó que él era demasiado tierno por hacerlo. Hoy, a penas despertó, miró al lado de su cama para encontrarse con un periódico en vez de una de las tantas cartas. Se acercó en un movimiento rápido hasta el periódico y lo leyó.

"El payaso asesino ataca de nuevo"

Harley soltó una carcajada al ver el titulo del articulo.

"Joker destruyó esta vez un concurrido parque de Ciudad Gótica, acabando así con la vida de tanto niños como adultos que se encontraban en el momento."

Y entonces frunció el seño. No recordaba que él fuera tan maniático como para ser capaz de acabar con la vida de niños inofensivos. Pero a ella no le importaba, a pesar de todo, seguía estando demasiado perdida en él.

Las puertas de la habitación se abrieron de golpe, haciendo que ella rápidamente tire el periódico hacia debajo de la cama y levante las manos al aire tratando de dejar en claro que no estaba haciendo nada. Varios guardias entraron y Tom se acercó a la puerta para abrirla.

-La abriré sólo si me dices que vas a colaborar -amenazó con su dedo.

-Colaboraré, lo prometo
-asintió aún con las manos al aire.

Tom le dio la señal a los hombres detrás de él para que se prepararan ante cualquier cosa. Abrió la celda con las llaves y entró mirando a Harley con una sonrisa.

-Quieren que vayas afuera, te necesitan para algo, no sé -se acercó a ella sin quitar su sonrisa.

-¿Y qué si no quiero ir a fuera y me quiero quedar contigo?
-Harley se acercó también jugando con un mechón de su cabello. Los guardias levantaron sus armas, pero Tom les dijo que las bajaran.

-Tendría que hacer algunas excepciones -se acercó lo suficiente para poder tomarla de la cintura, luego de un momento a otro Harley ya estaba con sus piernas a sus costados pero no de una romántica ni sexual manera. Se subió a su cadera con tanta fuerza que provocó que él cayera al piso y ella aprovechó para tomar las llaves.

Pero no fue suficiente, ya que los demás guardias fueron más rápidos y se adentraron también en la celda para agarrarla a la fuerza y levantarla de encima de él. Entonces la llevaron hasta una silla que al parecer ya tenían preparada en la entrada, donde la sentaron y amarraron.