→Gift.

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-¿Un obsequio? -el hombre frunció el seño esperando que fuera una broma más del Joker.

-Sí, un obsequio -sonrió y se alejó de él para poder mirar a través del vidrio que dividía su zona del resto del bar, a lo lejos pudo ver a Harley bailando con otra chica en uno de esos tubos del bar. En otra ocasión, se había detenido a admirarla, pero ahora era importante.- La hermosa e inigualable, el cosquilleo en mis pantalones, la maravillosa ¡Harley Quinn! -el Joker alzó la voz para que ella pudiera escucharlo desde donde estaba y habló como si estuviera presentando alguna atracción en algún circo.

Harley al escucharlo, sonrió y se despidió de todos los hombres -y algunas mujeres- que se encontraban viéndola bailar con un beso al aire, soltó una risita cuando todos le aplaudieron y fue a donde Joker se encontraba. Él se acercó a ella y la miró a los ojos.

-Ahora eres de éste hombre, él podrá hacer lo que quiera contigo -habló con la mayor tranquilidad posible. Harley lo dudó, pero luego decidió seguirle el juego, por lo que se sentó en las piernas de aquel hombre moreno.

-¿En serio? -el hombre se sorprendió al tener a Harley a sus piernas, por supuesto que estaba algo esperanzado de que fuera verdad, pero no todo podía ser tan bonito como eso y menos con Joker. Él siempre se tomaba sus negocios muy enserio, literalmente.

-Claro que es enserio -Harley acercó su cara a la del hombre con una sonrisa juguetona, éste se alejó, lo que la molestó-. ¿Acaso no me quieres?

-No es eso, es que... -ella no lo dejó continuar ya que se levantó de sus piernas bufando y sentándose en el sillón de cuero que minutos antes estuvo Joker. El hombre miró a Joker sin saber que decir, ya que él se encontraba de brazos cruzados mirándolos de pie.- No puedo, es tu mujer...

-Exacto, es mí mujer -sacó un arma de su pantalón que ninguno de los otros dos sabia que traía, pero que sinceramente ya no le sorprendía a Harley. Apuntó a la cabeza del hombre y le disparó sin vacilar. El sonido de la bala saliendo resonó por todo el bar, sin embargo nadie se alarmó o se asustó, como si ya estuvieran acostumbrados a eso y a más.

Luego Joker se sentó en el sillón de cuero nuevamente y llevó su mano a su boca, puesto que en la parte de arriba de su mano había un tatuaje de una gran sonrisa, así que si llevaba su mano a su boca parecía como si fuera su sonrisa. Soltó una carcajada de esas que ya eran características en él y Harley no pudo evitar reír.

-Puddin, eso fue divertido, quiero hacerlo alguna vez -ella se acercó gateando en el sillón hasta él y se sentó en sus piernas esta vez.

-Lo harás, querida Harley -él rió nuevamente y Harley recargó su cabeza en su hombro, relajándose y disfrutando de su compañía. Honestamente, ella no sabía que fuera de su vida si no lo tuviera a él.

-¿Quieres que tengamos una cita? -la pregunta de Joker sorprendió a Harley, haciendo que levantara su cabeza para mirarlo con el seño fruncido.

-¿Es una broma, no, Mr. J?

-No lo es. Pero no será una cita de esas estúpidas, será una más divertida, como recorrer la ciudad en mi auto a todos velocidad sin importar si atropellamos a algo o a alguien -Joker la miró con una pequeña sonrisa mientras entrecerraba sus ojos. Él sentía que últimamente no pasaba tanto tiempo con ella por estar divirtiéndose por su cuenta, olvidando por completo su diversión.

-Sí, sí, sí -Harley asintió emocionada y se levantó de sus piernas para luego tomar las llaves del auto del bolsillo del traje del Joker rápidamente, después se las extendió con una sonrisa.

Mad love » Harley & JokerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora