Mad love » Harley & Joker

→Poison Ivy?

-¿Harley? -pregunta Floyd confundido al ver que la persona que le está abriendo las rejas de su celda no es el mismo guardia mal humorado de siempre. Sino, que es Harley disfrazada de guardia.

-Qué gusto verte, señor balas -Harley abre por completo las rejas para que Floyd pueda salir, mirando a todos lados en caso de que otro de los guardias que tuvo que golpear apareciera.

-Gracias por esto, ¿pero que demonios haces aquí? -él sale de la celda que tanto odiaba y donde había pasado noches recreando este día en su cabeza. Quería dispararles a todos y cada uno de los guardias que lo trataron mal allí.

-¿Tu celda estaba cerca de la mía en la anterior prisión? -pregunta Harley sin rodeos, lanzándole una de las armas que había tomado de los demás guardias.

-Eso creo, ¿por qué? -él recargó el arma.

-¿No fuiste tú quién me enviaba cartas, verdad? -Harley estaba segura de la respuesta, pero no podía dejar de preguntar al respecto.

-¿Crees que tendría tiempo para esas tonterías? -mientras hablaba, un guardia les dijo que nos quedáramos exactamente donde estaban, pero no tuvo tiempo de decir más o de sacar su arma cuando ya una bala proveniente del arma de Floyd lo había callado.

-Lo sabía... Pero, ¿No viste a nadie salir o entrar a mi celda o algo así? -él la miró tratando de entender por qué le importaba tanto ese asunto. Entonces que recordó que sí había visto a una mujer paseándose por el pasillo donde su celda estaba.

-Creo haber visto a una mujer pelirroja merodeando por ahí... En fin, gracias por sacarme, ahora tengo asuntos que hacer -Floyd le guiña un ojo y se dirige a donde seguramente habrían más guardias.

¿Dónde Harley había visto una mujer pelirroja antes?... ¡Ah, claro! Pamela, mejor conocida como Hiedra Venenosa, era pelirroja. Y esa "I" con la que firmaba, seguramente era su apellido, Isley. Ahora que lo sabia todo, obviamente quería ir a hablar con ella. Pero ante de que pudiera irse a buscarla, un mensaje llegó a su teléfono, el cual había conservado por obligación del Joker.

Puddin:
Te quiero aquí ahora mismo. No creo haberte dado permiso de ir a alguna parte.

Harley no lo pensó dos veces para encender su auto robado y dirigirse a la guarida antes de que se enojara más de lo que seguramente estaba. Al llegar, Joker la miró seriamente.

-No vuelvas a irte sin mi permiso -y entonces, le dio una cachetada, haciendo que pierda el equilibrio porque obviamente no se la esperaba. No tan pronto.