En brazos de ella

20. Corazón partío

PABLO.

20. Corazón partío.

Llevaba ya más de dos días encerrado en mi casa, sin a penas salir a la calle, solamente componía.

La poca experiencia que tenía en el mundo musical me decía que las canciones que llegan, se escriben con el corazón roto. Pues bien, aquí iban a ser todo éxitos.

Mi pelo estaba ya desgreñado, mi barba demasiado larga, más de lo normal, mis ojeras empeoraban, y a mi corazón le notaba latir, pero no lo notaba ahí.

Me era imposible ya dejar de pensar en ella, en todo lo que me había hecho.

Llevaba una canción completa y unas cuantas frases más para utilizarlas en otra.

No era necesario afirmar que tenía el corazón partío' cuando escribía.

Me convertí en un zombie. Más bien un zombie-musical. Cuando o estaba componiendo, estaba escuchando "Corazón partío" de Alejandro Sanz. En eso se había convertido mi vida.

Cogí mi teléfono y llamé al único que podía ayudarme a desconectar un poco del hombre huraño que llevaba siendo estos días.

—Lolo, tío, necesito salir.

—Guay, te recojo a las once. Ponte guapo.

Colgamos y entonces me di cuenta de que Manuel tenía razón.

Me afeité y me di un largo baño.

Parece ser que ya tenía mejor aspecto. Así que subí una foto a Instagram, para no preocupar a mi familia.

A las once de la noche, muy puntual, mi guitarrista se presentó en la puerta de mi casa.

Me monté en su coche y me llevó a un lugar bien alejado del centro.

Dejó el coche y comenzamos nuestra ruta a pie de bar en bar.

Poco a poco, parecía como si el corazón siguiera sin estar ahí, pero era como si ya no importase tanto.

Sabía perfectamente que el alcohol no era la solución, pero, por una vez, creía que no iba a estar tan mal.

Y no estuvo tan mal.

Empecé a hablar con una muchacha. La verdad era que ninguno de los dos iba bastante sobrio como para evitar hacer tonterías. Pero la otra verdad era que por fin y por unos instantes, el hueco que se había quedado vacío en mi corazón ya no dolía tanto.

Maratón:  2/7