En brazos de ella

12. Santceloni

PABLO.
12. Santceloni

Ni siquiera me dio tiempo a pensar una respuesta, porque ella ya se había girado y me había visto.

Mierda.

Ya no había vuelta atrás. Sabía que yo estaba mirándola.

Seguí trotando, bajando un poco el ritmo, hasta llegar a ella.

—Buenos días —exclamó ella cuando a penas nos separaban diez metros.

—Buenos días, Tamara —le respondí con ánimo.

Paré de trotar casi delante de ella, como esperando alargar la conversación.

—¡Vaya!, así que vives por aquí, ¿no? —pregunté.

—Sí. Bueno, vivo en una casa, pero está en esta calle —dijo ella algo tajante.

Reí como un tonto porque los nervios no me dejaban aparentar ser una persona normal.

—Pues yo vivo un par de calles más arriba.

Esta conversación estaba muerta, desde que empezó. Pero yo me negaba a acabarla porque necesitaba llegar a algún punto en claro en todo esto que habíamos vivido.

Aún que, en verdad, solo habíamos vivido una noche. Pero la había repetido tantas veces en mi mente que era como si esa noche ya fuera eterna.

—Genial. Es una buena zona —respondió ella. Se le notaba que sus ganas por mantener esta conversación viva también estaban bastante débiles, aunque por alguna razón seguía, quizás por la misma que yo.

—Es extraño, llevo más de siete años por esta zona de Madrid y no nos hemos visto, pero justo nos conocemos en Los Ángeles —río.

Ella también ríe débilmente.

Necesito sacarle ya el tema del que ambos queremos hablar.

—Oye, ¿qué tal si quedamos para hablar? —Eso sonó raro y lo intenté arreglar. —Para, no sé, conocernos quizás.

Seguía sonando raro, pero si lo intentaba arreglar al final acabaría haciendo que sonase mucho peor.

—Está bien. Hoy no tengo nada que hacer —respondió ella.

—¿A las diez en "Santceloni"?

Santceloni es uno de los mejores restaurante de categoría que conozco de Madrid, en el paseo de la Castellana.

—Genial —respondió ella.

—Hasta luego.

—Hasta luego — se despidió ella también y seguí trotando, feliz de haberme librado por fin de nuestra nefasta conversación.