Capítulo 42

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N/A: Muy buenas, bueno pues acabando la semana puedo decir que aunque cambiando los días he subido los siete capítulos semanales, no os acostumbréis ;-)

Gracias a todos por leer, comentar, twittear…

Los personajes no me pertenecen…

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POV KATE

Decidí levantarme después de pasar la noche en vela. Hoy por fin iba a poder verlo, era día de visita y por nada del mundo me la iba a perder. Eran los últimos días de Rick en el hospital y sabía que era mucho mejor que una visita en la cárcel. Martha estaría allí a primera hora pero aunque solo pudiera verlo cinco minutos estoy segura de que merecería la pena. Después iría a hacer otra visita, quería saber cómo estaba Alexander y si Espo estaba cumpliendo con su promesa.

Llegue al hospital y allí estaba una vez más los vigilantes en la puerta hablando tranquilamente. Cuando me vieron se levantaron enseguida para impedirme la entrada.

-Buenas, puede decirme su nombre señora-dice mirándome con cara de cansancio, me imagino que no se alisto para hacer este tipo de trabajos.

-Katherine Beckett-le contesté y enseguida buscó mi nombre en una pequeña lista de nombres. Imagino que son las personas autorizadas a visitar a Rick.

-Bien, ¿puede esperar cinco minutos? Ahora mismo está ocupado.

-Claro-dije dedicándole una sonrisa y sentándome en una silla cercana a los vigilantes que enseguida se olvidaron de mi presencia y siguieron con lo suyo. No pude evitar escuchar su conversación.

-Tío esto es el peor castigo que nos podían echar.

-La verdad es que si, y todo por tu culpa.

-No podíamos esperar más, se nos iba a escapar.

-Ya pero sin una orden no podíamos entrar.

-Conseguimos cerrar el caso.

-Si pero la principal prueba no va a servir para el juicio.

-A veces es mejor seguir las corazonadas.

-Si no te digo que no, pero mira donde nos ha llevado tus corazonadas.

-Cállate anda-dijo intentando ocultar una sonrisa, sin duda eso era lo que llamaban ser compañeros.

En ese momento la puerta de la habitación se abrió y vi como Martha salía con una sonrisa en la cara, sin duda la que tenía cada vez que veía a su hijo. Me levanto para unirme a ella y en cuanto me ve viene hacia mí con los brazos abiertos y me envuelve con ellos.

-Hola Darling, me alegro de verte.

-Yo también. ¿Cómo está?-digo señalando hacia la puerta que ahora está cerrada.

-Bien, pero ¿por qué no lo ves por ti misma?-dice sonriéndome y tras besarla en la mejilla me dirijo hacia la entrada. Miro al guardia y tras verlo asentí entro sin llamar.

Lo encuentro tumbado en la cama pero intentando levantarse lo que provoca un dolor en su herida por la cara que pone y el siseo que sale de su boca. Doy un par de zancadas para llegar a la cama y lo ayudo a que se quede sentado de nuevo en la cama.

-Gracias-dice levantando la cara y cuando me ve veo sorpresa en su cara pero enseguida una sonrisa ilumina su cara.

-Hola guapo-digo mordiéndome inconscientemente el labio y no me hubiera dado cuenta si él no lo hubiera notado.

-No hagas eso-dice tirando de mi haciéndome caer sobre él. Lo miro para ver si le he hecho daño pero si se lo he hecho no me lo hace notar.

-¿Hacer qué?

Devuélveme las ganas de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora