Capítulo 23

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N/A: Buenos días y tristes día. Hoy se acabo la serie de nuestras vidas, la que nos ha unido. Siento tanta pena que no puedo dejar de tener ganas de llorar, pero supongo que es normal. Va a ser un día duro y mucho más hasta que pueda verlo. Y os aviso que no sé si mañana podré poner el enlace en twitter como siempre, por miedo a tragarme algún spoiler pero sin duda subiré sobre la hora de siempre. Así que estad atentos.

Quiero daros las gracias a todos por leer y en especial a los que comentáis y seguís animándome a escribir. Gracias a todos porque sin vosotros no podría ponerme a escribir, sois la fuerza que me ayuda.

Esta semana acabaré de escribir la historia y espero poder empezar con otra.

Sin más os dejo con el capítulo

Los personajes no me pertenecen...




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POV RICK

Me sentía cansado y mal por el vaivén de mis sentimientos. Necesitaba que este dolor acababa y esperaba que mejorara cuando por fin pagara por lo que había echo.

Sentir el abrazo de mi madre cuando llegue me hizo sentirme querido y a la vez mal porque sabía que les había echo sufrir durante estas horas pero sobre todo porque ahora sabía que era el responsable de todo el dolor con el que han tenido que vivir estos años y encima yo los he hecho sentir peor. Y no solo a mi madre también a mi padre. Le había echo la vida imposible en los últimos años, e incluso le había culpado por todo y la culpa resulto ser mía. Es verdad que el habérmelo ocultado no ha ayudado pero supongo que era su manera de mantenerme a salvo, aunque sin darse cuenta no me estaba haciendo un bien. Si hubiera sabido todo antes, si hubiera pagado por ello, quizás y solo quizás hubiera salido ya de este pozo y no que ahora en el mejor momento, cuando parecía que salía entonces me hundo más en el fango. Quería salir de allí pero necesitaba cumplir con mis responsabilidades y quizás así pueda sentirme mejor.

Cuando me separo de mi madre veo como mi padre desde la puerta nos está mirando. Lo veo allí pensativo sin moverse y sé que es por culpa mía. Es porque yo lo he mantenido alejado. No ha sido nunca un padre ejemplar pero en estos años yo no se lo he puesto tan fácil. Me alejo de mi madre y me acerco a él. Me quedo allí a solos unos pasos y siento que me escuecen los ojos por aguantar las ganas de llorar. Y de repente sin esperármelo mi padre da los últimos pasos y me abraza entre sus brazos y yo termino de romperme, llorando como un niño en los brazos de su padre.

-Lo siento mucho...lo siento mucho....

-No tienes nada que sentir.

-Pero...

-Eres mi hijo, no tengo nada que perdonarte. Anda pasemos dentro-dice tirando de mí y yo me dejo llevar por mi padre, mi padre...hace tanto que no pienso en él como mi padre que casi me olvido que tengo uno.

Pasamos al interior y nos sentamos alrededor de la mesa del comedor, mi madre a un lado y mi padre al otro. En frente tengo a la persona que ha estado ahí desde que la conozca a la persona gracias a la cual tengo las fuerzas por luchar para salir de esto.

-¿Quieres que te prepare algo? tienes que tener hambre.

-Ahora no pero gracias madre-digo dedicándole un pequeña sonrisa.

-Cariño... ¿Qué ha pasado?

-Que he crecido...estoy a aprendiendo que no se puede huir de los problemas hay a afróntalos, que hay que apechugar con las consecuencias de nuestros actos.

-¿Qué quieres decir?

-Me he entregado...quiero cumplir con mi error.

-Pero...

Devuélveme las ganas de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora