Fire {Rick, Daryl y tú} #Wattys2017 PAUSADA

12- No puede ser

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- ¿Maggie, esta noche te toca guardia conmigo? -en estas últimas semanas lo ocurrido con Daryl había quedado escondido en la memoria y yo me había unido más que nunca a Maggie.

- Sí, cojo el arma de la celda y vengo, espera.

Yo asentí mientras veía como Lissy se acercaba sonriente a mi.

- Mamá, ¿Puedo dormir esta noche contigo?

- No cielo, tengo guardia en la torre, ¿Por qué no vas con tu padre?

- Han salido.

¿Por qué nadie me avisaba de estas cosas?

- Pues tal vez Beth.

- ¿No puedo ir un rato contigo y luego volver?

Suspiré.

- Está bien. -dije justo cuando Maggie se acercaba a nosotras.

- ¿Seremos tres? -dijo ella con una sonrisa.

Lissy asintió y fuimos a la torre. Apenas habían pasado unas horas de guardia cuando Liss se había dormido entre mis piernas y yo le acariciaba el pelo rítmicamente.

- No me puedo creer que sea hija de Daryl -susurró Maggie- es demasiado dulce.

Solté una risita.

- Ella se llevó mucho de mi carácter, es más parecida a mi. En cambio nuestro hijo Tobias era igual que Daryl aunque un poco más dulce, era mi niño -me voz fue cayendo.

- Lo siento, no sabía que teníais otro hijo. - susurró sorprendida.

Negué con la cabeza.

- No importa, supongo que no se puede consevar a todo el mundo hoy en día.

- Te entiendo -murmuró.

Pasaron unos pocos minutos hasta que Carol subió a dejarnos algo de lo que había sobrado en la cena.

- Espera Carol, llévate a Lissy por favor.

La desperté con un suave zarandeo y ella obediente y dormida, siguió a Carol.

- Prefiero no preguntar qué es -dijo Maggie entre risas al ver su plato.

- Traga y no respires -respondí con burla.

Comenzó a contarme toda la historia sobre ella y Glenn, sobre la granja y como era el grupo antes. Me habló de Lori, de Shane y de la hija de Carol. Yo a cambio le conté sobre mi antigua vida con Daryl, a lo que ella repondía entre risas.

- Entonces... ¿Daryl es bueno en la cama? -dijo con una risa fuerte.

- Oh si, de lo mejor -respondí igual.

En ese mismo momento una arcada me vino y me asomé precipitadamente a la barandilla para vomitar.

- Dios mío Ana, ¿Estás bien?

Otro vomito interrumpió mi respuesta.

Cuando me calmé me volví a meter dentro con Maggie tocándome la frente.

- No tienes fiebre, puede que haya sido la cena.

- No -murmuré. -no es la cena.

- ¿Entonces?

Solté una risa.

- Y con esta ya es la tercera.. si no lo hubiera vivido antes, tendría dudas, pero ahora no -dije mientras una risa nerviosa escapaba de mi boca mientras negaba con la cabeza.