Sobrevivir... ¿De verdad creíais que podíais hacerlo sin mancharos las manos de sangre?
Todos tenemos un pasado, algunos deseamos revivirlo y otros enterrarlo. Algunas veces no hay opción y te vuelves a encontrar con aquello que tanto querías.
Mete...
El viaje había transcurrido en un silencio interrumpido por los continuos sollozos de Liss en mi costado. Yo trataba de no llorar para no empeorar la situación.
Miré a mi izquierda para ver a mi hijo mayor mirar por la ventana y supe que algún extraño plan rodaba por su mente.
Continúe besando la coronilla de mi hija y susurrándole palabras de consuelo, aún sabiendo que nada de eso serviría.
- ¿Cómo lo has descubierto? -dije a Negan tratando que mi voz sonara lo más indiferente posible.
- Fui a buscarla, pero Rick ya me dijo que se había matado. Un trabajo menos.
- Comprendo.
¿De verdad Maggie podía haber hecho eso? ¿Podría haberse matado sin pensar en su bebé? ¿Habría perdido al bebé? Todas aquellas preguntas rondaban por mi mente mientras me torturaban.
Cuando al fin llegamos, bajamos del camión en silencio, con Lissy abrazada a mi y con mi brazo izquierdo rodeando a mi hijo. Negan se puso delante nuestra.
- Esta noche dormiréis en vuestras habitaciones. Quiero tiempo a solas con vuestra madre.
Noté a Tobias enfurecerse.
- Claro -dije fingiendo una sonrisa e intentando seguir caminando hacia el interior.
Dwight pasó por nuestro lado hacia los camiones y pude jurar que vi pena en sus ojos al mirarme. Justo cuando llegamos a la puerta, un gran alboroto se escuchó detrás.
- Quedaros aquí -les dije mientras corría de vuelta al aparcamiento.
Al llegar, la escena me sorprendió aún más.
- ¡Carl! -grité justo cuando vi a Dwight lanzarse a por él.
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- Vete. Dentro. -me paró un enfadado Negan. -Llévatela.
Uno de sus hombres vino hacía mi y prácticamente tuvo que arrastrarme hasta el edificio.
- ¡No le hagas nada! -supliqué.
Llegué a la puerta y metí a mis hijos rápidamente hasta las habitaciones. Me senté en la cama y abrace mis rodillas.
- Mamá, tenemos que hacer algo.
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