Sobrevivir... ¿De verdad creíais que podíais hacerlo sin mancharos las manos de sangre?
Todos tenemos un pasado, algunos deseamos revivirlo y otros enterrarlo. Algunas veces no hay opción y te vuelves a encontrar con aquello que tanto querías.
Mete...
- No debería haber hecho esta mierda, no se en que estaba pensando. -gruñía una y otra vez.
- Mierda, mierda, mierda.
Me giré a mirar a mi sobrino con una risa.
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- Ya que no están tus padres, no te voy a reñir.
- ¿Y mamá y papá?
Se me borró la sonrisa de un golpe.
- Ya hablaremos de ello.
Seguimos caminando hacía una cabaña cerca donde había visto licor y donde suponía que podría descansar Tobias.
- Tío Merle, ¿por qué no está papá?
- Verás niño, te caíste ¿comprendes? Una vieja muerta se te tiró encima y tu padre se asusto, te dio la fiebre y todas esas historias. Supe lo que iba a pasar y te saqué de allí, ya sabes, no quería ver al blandengue de tu padre lloriqueando por tu muerte. Pero vas tú y no te mueres, ni tienes fiebre. Porque eres un hombre, como los Dixon.
- Y si estoy bien, ¿por qué no volvemos con mamá?
- Busque a tu padre, pero se habían largado. No tenía que haberle dejado aquella maldita nota.
Estuvimos en silencio hasta que llegamos a la cabaña, casi de noche. Pensé que el crío se había dormido cuando de pronto habló.
- Les echo de menos.
Era mi sobrino y me dolía verle así. Me senté delante suya.
- Les buscaremos, ¿te parece bien?
- ¿Y si no me quieren?
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