Doble problema II

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Tras una larga caminata bastante silenciosa, Rukia y Ulquiorra llegaron al famoso parque de diversiones.

Recientemente inaugurado en la ciudad de Karakura con los mejores juegos y parques temáticos de gran entretenimiento para grandes y chicos. Además de los más fastuosos patios de comida para pasar un día súper entretenido. Eso era lo que anunciaba aquel gigantesco letrero en la entrada de aquel lugar.

-¿Parece divertido verdad Ulquiorra? –Pregunto con gran entusiasmo Rukia mientras avistaba los atractivos del parque pero su pregunta no obtuvo respuesta. –Realmente eres un chico de pocas palabras me pregunto ¿Qué clase de conversaciones tenías con Inoue cuando fue tu prisionera? –Dijo suspicazmente.

-Ummph… No veo por que sacas a colación mi relación con esa humana, simplemente fui su carcelero. –Caminando pausadamente. Realmente nunca había estado en un lugar así; al parecer los humanos se veían felices, pues caminaban a su alrededor riendo, canturreando ¡besándose! ¿Era eso normal?

-Por eso lo digo, por que fuiste tú quien más tiempo paso con ella -Rukia hecho a reír.

-Aizen fue quien me ordeno protegerla solo cumplí con mis ordenes. –Exclamó algo molesto ¿Por qué esta muchacha debía refregarle su pasado en la cara?

-¡Vamos allí! –Señalando un juego de pelotas en uno de los stands del parque.

-¡Bienvenidos! Aquí podrán ganar estos hermosos osos de peluche. –Dijo un hombre de avanzada edad y bigotes renegridos.

-Jugaremos a este… -Echando a reír. -¡Eh! ¿Ulquiorra por que no juegas también? Si ganas te darán un enorme oso de peluche.

-¿Y para que quiero algo como eso? –Contesto aún con las manos en los bolsillos.

-¡Anímese jovencito si gana de seguro su novia se pondrá muy feliz! –Sentenció el hombre tras el mostrador.

-Ehh…

-Si vamos Ulquiorra.

-Permítanme decirles que realmente hacen una bonita pareja. –Aseguro el bigotón con satisfacción.

-¿Usted en verdad lo cree? –Inquirió Rukia divertida más por el hecho de que Ulquiorra parecía ofuscarse un poco con la declaración, lo que significaba que su idea de que él chico experimentase las emociones humanas estaba dando resultado.

-¡Es un juego sencillo! Aun que debo decir que son pocos los afortunados en ganar aquí se requiere mucha destreza y buenos reflejos. –El empleado del stand lo miró con algo de soberbia de seguro haría caer otro incrédulo. –Si golpean las cinco latas que ven al fondo –señalando un lugar de aproximadamente cuatro metros de distancia. –Se llevarán este hermoso conejo. –Mostrando un peluche gigante de color blanco sujetando un corazón rojo entre ambas manos.

-¡UN CONEJO! ¡MI FAVORITO! –grito Rukia emocionada.

-No me interesa… -dijo el chico con desprecio.

-¡Ahh lo sabía no tienes agallas muchacho! Supongo que no quieres quedar mal ante la chica. Es mejor retirarse que quedar como un perdedor. –Haciendo movimientos afirmativos con la cabeza.

-¡Ohh perdedor! –dijo Rukia con asombro lo que pareció enfadar un poco más al arrancar, aun que claro está sus facciones jamás denotarían su oleaje emocional interno.

-Bien jugaré… -Sacando su billetera.

Nadie, ni siquiera los tres primeros espadas se habían atrevido a llamarlo perdedor ¿Quién rayos se creía este humano para tratarlo tan despectivamente? Si realmente no fuera un tipo calmado quizás ese humano ahora estaría rogando por su vida.

Orihime, Mi Razón.  Ulquihime••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora