Referencias.

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Varios días atrás...

-Lo siento... lo que menos hubiese deseado era traerte más problemas...

-Pues si es lo que querías no te hubieses fugado con el humano Kurosaki Ichigo.

-Yo... lo amo...

-Aún así es una bajeza y un acto deshonor el que te hayas escapado de tu propio casamiento. Si fuésemos castas sin importancia no habría problema Rukia, pero somos Kuchikis, una de las familias nobles más respetadas de todo el Sereitei.

-No tengo intenciones de seguir huyendo de esto , pienso enfrentarme a quien sea, incluso hablaré con los ancianos y con el propio Ashido para intentar disculparme pero no me casaré solo por que otros así lo dispongan.

-Creo que no entiendes Rukia... -Parándose frente a la puerta de la sala de estar, cuya perilla sujeto. Byakuya la miró con atención. Rukia pudo notar cierta preocupación en él, que ella, había aprendido a identificar hacía muchísimo tiempo. –No tienes otra opción Rukia... -profirió él a media voz.

-¿A que te refieres? –Interrogó con preocupación.

Byakuya abrió la puerta frente a ellos con rapidez para mostrarle a la joven e inexperta shinigami en los aprietos en los cuales se encontraba.

Rukia miró con rapidez el cuadro que se suscitaba frente a sus ojos. Sentados en la mesa principal del living se hallaban los dos ancianos Kuchikis, cuya desagradable presencia no le alegro la mañana. En otro extremo de la misma, otras dos personas de edad avanzada que sin ninguna duda, debían de pertenecer al clan Kano por sus extravagantes vestiduras. Frente a ellos se hallaba Chōjirō Sasakibe ni más ni menos que el teniente de Yamamoto Genryüsai, y finalmente sentado en cuclillas y dándole la espalda, la pelinegra pudo distinguir el rojizo cabello de Ashido.

-Siéntese por favor Kuchiki Rukia. –Indico Sasakibe, quien al parecer actuaba como mediador.

Rukia miró a Byakuya con algo de temor pero este a penas le dirigió la mirada y se escabullo de la habitación dejándola completamente sola.

La muchacha lo miró perderse tras la puerta de la sala con algo de temor, pero su cavilación no duró demasiado, pues nuevamente el teniente comandante le ordeno sentarse. Rukia camino un tanto rígida hasta sentarse junto a Ashido, quien no la miró en absoluto lo cual le causo una profunda tristeza, pues en el poco tiempo que se conocían el chico jamás le mostró un desaire como le planto en ese mismo momento.

-Se me ha llamado aquí para interceder en este conflicto entre la familia Kano y la familia Kuchiki. –Dijo Sasakibe con autoridad y firmeza. –No suelo intervenir en pormenores y discusiones entre familias, pero ambos linajes son dos de los más importantes en la sociedad de almas, y por una cuestión de respeto e intentando salvaguardar el orden, he decidido proceder como intermediario.

-Se lo agradecemos... -Expresaron a coro los cuatro ancianos.

-Tengo entendido que este casamiento iba a llevarse a cabo sin ningún inconveniente; las familias y los prometidos estaban de acuerdo con todo lo pactado con anterioridad ¿Podrían explicarme que es lo que ha ocurrido?

-La joven Kuchiki Rukia se ha fugado el día antes de su boda. –Sentenció de mala manera una de las ancianas pertenecientes al clan Kano. Rukia miró a Ashido pero éste permanecía estático en su posición.

-Ya veo... -Sasakibe se acarició el cabello y miró a ambos jóvenes. -¿Qué tiene para decir en su defensa señorita Kuchiki? ¿Entiende que un compromiso como el que se ha entablado entre las dos familias no puede ser tomado a la ligera o a chiste?

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2020 ⏰

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Orihime, Mi Razón.  Ulquihime••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora