Mientras varios acontecimientos extraños se sucedían en Karakura, en la sociedad de almas el clima era más bien de tranquilidad. Dos semanas habían pasado ya desde que Kuchiki Rukia había regresado del mundo humano y ahora entrenaba con algo de despiste junto a sus compañeros del treceavo escuadrón.
-¡Muy bien creo que lo mejor es que descansen por hoy! –Exclamo el capitán Ukitake quien descansaba a la sombra de un frondoso árbol mientras su escuadrón se desparramaba agotado por todo el césped del área de entrenamiento.
-Al parecer se han vuelto bastante flojos. –Sentencio un muchacho de rubia cabellera.
-Tienes razón Kotetsu, sean vuelto perezosos. –Dijo Sentaro entregándole un vaso con jugo fresco a su extenuado capitán.
-¡Pero si hemos hecho un gran esfuerzo! –Gritaron todos al unísono.
-Pues yo creo que se han esmerado esta vez. –Recalco el peliblanco.
Ukitake se puso de pie acercándose a sus hombres, quienes aún yacían extenuados en el suelo, acalorados por el sol del mediodía.
-Realmente soy muy afortunado de tenerlos en mi escuadrón a todos. –Exclamo el peliblanco sonriente.
-¡Gracias Capitán! –Gritaron nuevamente al unísono.
De pronto una cabellera rojiza se acerco en el horizonte con gran rapidez. Aproximándose a todo el grupo, se dirigió con gran solemnidad hacia el capitán.
-¡Buenos días Capitán Ukitake! –inclinándose en señal de respeto.
-Vaya pero si es Abaray Renji ¿dime que te trae por aquí?
-El capitán Kuchiki pide ver a Rukia a la brevedad, aquí le envía una nota. –La pelinegra quien hasta el momento se hallaba algo ensimismada en el suelo reaccionó de golpe.
-¿Qué ocurre Renji? –acercándose a su ya consumado amigo.
-El capitán quiere verte cuanto antes.
-Es raro que mi Onii-sama me mande a llamar en medio de un entrenamiento. –Exclamó preocupada.
-Pues la nota dice que lo veas cuanto antes Kuchiki. Puedes irte, de todas formas el entrenamiento ha terminado.
-Si eso haré, gracias Capitán.
Los dos jóvenes se retiraron con rapidez mientras Kotetsu, Sentaro y Ukitake los observaban algo estáticos.
-Parece que Byakuya ha decidido por fin, no creí que se atrevería pero ciertamente la nobleza de la familia Kuchiki ésta ante todo.
-¿De que habla capitán? –pregunto Kotetsu.
-De nada. –Ukitake aclaro un poco su garganta mientras volvía a ensimismarse en la lejanía.
-¿Por qué quería verme mi hermano con tanta prisa Renji? –Pregunto Rukia curiosa.
-Pues la verdad no lo sé pero ha estado muy extraño últimamente más que de costumbre.
-¿Crees que tenga que ver con mis ausencias? Digo no es la primera vez que voy al mundo humano no entiendo por que se muestra tan enfadado. –Rukia se frotó un poco los brazos algo le había erizado la piel pero no lograba percibir ¿Qué?
Tras un corto trayecto ambos estuvieron frente a la mansión Kuchiki. En la puerta principal aguardaba un anciano de semblante simpático y tranquilo. Hacía años que servía a la familia Kuchiki y a pesar de su incontable edad tenía la absoluta confianza y respeto de Byakuya.
-¡Señorita Kuchiki! Me alegra que haya podido acudir tan pronto.
-¡Kurotsuki! ¿Me ha estado esperando? –Rukia inclino levemente su cabeza en señal de respeto hacia el anciano, pues a pesar de pertenecer a una familia noble ella no olvidaba sus orígenes.
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Orihime, Mi Razón. Ulquihime••
De TodoSi él se pierde ella sera la razón para encontrarse. Lemom, Drama, etc. ❤Para que no hayan conflictos historia original ya antes comenzada(varios años)sin aún terminar.❤ ¡Disfruten!