¿Declaración?

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(Pues me llego una ola inspiradora y veeme aqui, enjoy❤🐽)

El domingo traía un clima más prometedor. Desde la última semana el paisaje de Karakura lucía gris, húmedo y fresco. Aquella mañana, por fin, los negros y altaneros nubarrones abrieron una extensa brecha celeste en el firmamento. El sol se hizo presente entibiando la mañana y los corazones entumecidos de los ciudadanos.

Inoue se desparramo en la cama. Podía sentir la más increíble y cálida sensación en su interior. Ulquiorra correspondio su beso.

Abrió a penas los ojos pero aún hacia frío como para salir de debajo de sus cobijas. Suspiró con ímpetu mientras se colocaba boca a bajo sobre su cama. El beso de la noche acaricio sus pensamientos y su cuerpo reaccionó con una potente descarga eléctrica que le tensionó cada musculo. Volvió a suspirar para liberar aquella rígida energía de su ser.

Su anaranjado cabello se desparramaba sobre su espalda y en parte sobre la almohada. Abrazó aquel suave cojín deseando con todo su ser que, aquel, fuera el chico que ocupaba últimamente sus pensamientos. Tenía razón cuando le confeso a Tatsuki que Ulquiorra despertaba en ella a una Orihime que le costaba controlar, una mujer más atrevida y sexy que en esos momentos tenía todas y cada una de sus hormonas alborotándole el cuerpo.

De pronto, una a una, imágenes inquietantes le turbaron la mente con pensamientos eróticos y carnales. Esta nueva Orihime no estaría satisfecha con tanta facilidad, no como lo estuvo con Ichigo; está nueva mujer deseaba poseer y ser poseída con extrema urgencia. ¿Acaso este era el pecado llamado lujuria? ¿Podría contenerlo?

No dejaba de pensar en él, en Ulquiorra Shiffer, sus pensamientos se sumergian en imágenes comprometedoras con cierto pelinegro, no sabía si esa situación de fantasear con el chico era mala, pero si que le gustaba.

Su carcelero sin duda había despertado muchas emociones en ella, miedo, terror, ira, dolor, pánico, ansiedad, nerviosismo, felicidad, celos, deseo, lujuria. Sin duda estos últimos eran los que más frecuentemente la asaltaban.

Se mordia los labios con solo saber que estaba a unos cuantos pasos. Se volteo boca arriba y fijo su mirada al techo de la habitación.

¿Qué rayos estaba haciendo? ¿Estaba volviéndose loca o ya lo estaba? Otro intenso suspiro la hizo contonearse sobre la cama. Respiraba con dificultad. Un potente calor la envolvía y la sacaba de quicio.

-¡Ulquiorra! –exclamó a media voz retorciéndose de placer con imaginar a ese chico, no podía contenerlo sentía qur explotaría, necesitaba... ir a donde estuviera.

-¿Por qué haces eso mujer? –Dijo una voz omnipresente lo que llegó a sacarla de transe.

-¡ULQUIORRA! –grito sentándose sobre la cama y descubriendo la figura estática del joven de pie apoyado su cabeza sobre la puerta de su habitación. -¿QUÉ HACES AQUÍ? –grito jadeando.

-Desperté hace un rato y no sabía que hacer.

-¿Y VINISTE AQUÍ? –intentando cubrirse con las cobijas el torso y su camisolín algo desgarbado.

-Si… -contesto él con normalidad aún de pie a unos cuantos metros de la cama de la chica.

-¡Ahh! Por que no vas a tú cuarto yo… luego te prepararé algo para que desayunes. –Dijo respirando dificultosamente y bastante avergonzada. Ella aún se encontraba algo "Indispuesta" necesitaba deshacerse del chico cuanto antes o enloquecería.

-¿Por qué lo haces? –inquirió él nuevamente.

-¿QUE COSA? –tratando de obviar el tema.

Orihime, Mi Razón.  Ulquihime••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora