Miraba a todos. Como tomaban aquel certificado sonriendo y algunos decían palabras sobre su estadía en la preparatoria.
No siempre me imaginé así, con mis amigos para esperar aquel papel donde te hacen tu retirada de este colegio. Tanto que extrañare discutir con el profesor Harris y por su puesto, las clases de filosofía con Jay y las clases de ciencias.
Lydia estaba aún lado con Jackson, quien esté le sonreía tan enamorado. Scott lo estaba con Allison igualmente, cabe mencionar. Kendall con Elizabeth, quien lo diría. Logan y otra chica que difícilmente recuerdo su nombre. Y por último, la pareja que nunca pensé que pasaría.
James y Carlos.
Estuve tan cegado para ver que ellos se traían algo entre manos. Sí, los veía muy juntos. Pero no pensé en eso. James acomodaba la corbata de Carlos, quien solo tenía la mirada aburrida. Son la pareja más dispareja que puedo conocer. James es aquellos nachos que siempre había dicho, y Carlos...Carlos es aquel queso derretido que hace distraer el sabor del mismo nacho.
— ¿Qué miras Cielo? — Sentí uña manos abrazarme por la cintura, sonreí.
— Como cambió todo en un año y medio. — Conteste.
Me dio un beso en el cuello para voltear a verme:— Y fue para bien o para mal?
— Para bien. — Le di un beso. — Todo está bien.
Derek y yo comenzamos a mantener esta relación. Era muy nuevo para mí tener un novio como él, tan popular y en especial tan sexy, pero no hay que olvidar que igualmente es engreído. Pero odio que lo miren demasiado. En especial Jennifer, que a veces lo desnuda con la mirada. Derek siempre dice que no haga caso a esas miradas, que él es mi novio y nunca estaría con alguien más que solo conmigo. Y creo en él.
— Te amo, Derek Hale. — Agregué con las mejillas hirviendo.
— Y yo a ti, Stiles Stilinski. Más de lo que imaginas.
• (¬‿¬)
— De-Derek. — Quise evitar aquel gemido. — Oh por Dios.
— Recuerda que soy Derek, cielo. No Dios. — Tan arrogante. — Por favor, no calles aquel sonido tan Hermoso para mí.
Sus besos en mi cuello eran mi perdición y la fricción entre nuestras entrepiernas era demasiado placentero.
— D-Derek oh — Me era imposible evitarlo.
La ropa comenzaba a ser un estorbo para nosotros, por eso tomamos la táctica de quitar prenda por prenda. Era una muerte súbita, siendo sincero.
— D-Derek no pa-pares.
Esto era un poco vergonzoso, sentí mis mejillas rojas, pero no quería que me importara eso. No.
La boca de Derek era tan...no sé cómo decir aquella palabra. Pero era de lo mejor.
Bajaba sus besos desde mis labios hasta mi vientre. Era tan suave y delicado con ello. Hasta que llegó a mi bóxer, sentí algo en mi entrepierna que me hizo una vibración como la de hace un momento.
— Alguien ya quiere salir para ser atendido. — Me miro divertido.
— No sólo es el único. — Mordí mi labio.
— No lo es.
Se paró de mi cama para acercarse a su pantalón tirado y sacar de ahí un condón.
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Sterek: Mi Vida De Castaño
RomanceDonde Stiles es un chico que le interesa la filosofía, la ciencia y Derek Hale.