''Ya ni si quiera se quien soy''

Capítulo 39

  -No sabes cuanto te amo Shai, Mi Shai.-me besa con pasión, cierro los ojos besándolo y mis manos cobran vida propia desabrochando uno a uno los botones de su camisa quitándosela junto con el saco y dejándolos caer en el piso.  

Guio mis manos hasta su cinturón y lo desabrocho junto con su pantalón, el me ayuda a quitárselo por completo. Nos quedamos así en ropa interior viéndonos a los ojos, toma mis mejillas entre sus manos y me besa. 

Guio mis manos a su nuca intensificando el beso, sus manos bajan a mis muslos y me aúpa haciendo que enrede mis piernas en sus caderas, se sube a la cama y me recuesta con cuidado sin dejar de besarme, lleva una de sus manos hasta mi espalda desabrochando mi sostén y deshaciendo se de el mientras que su mano izquierda acaricia mi muslo gimo.

Abandona mi boca y va descendiendo por mi mentón hasta mi cuello, besando y dando pequeñas mordidas hasta llegar a mis pechos, cierro los ojos.

-Mírame.-abro los ojos y besa mi pecho izquierdo sin dejar de verme a los ojos.-Eres perfecta.-Theo me mira y lame lentamente mi pezón, suelto un suspiro cuando lo chupa y mordisquea, hace lo mismo con el derecho.

Baja sus labios hasta mi vientre un poco abultado lo besa y lo acaricia con ternura, sus manos acarician mis caseras y besa mi monte de venus sobre la fina tela de mis bóxer, cierro los ojos cuando desciende sus manos junto con el bóxer. 

Se coloca entre mis piernas, separándolas con ayuda de sus manos, una vez cómodo traza una linea imaginaria empezando debajo de mi ombligo hasta llegar a mi sexo, con los ojos cerrados recorre esa misma línea con sus labios, chupando y succionando, su lengua explora mi intimida saboreándola, y logrando así varios gemidos de mi parte.
Su maravillosa lengua hace su trabajo, varías veces me quiero guardar los gritos y gemidos que me provoca, pero, es tan imposible. Sus ojos se encuentran con los míos, y eso resulta aun mas excitante. Uno de sus dedos entra, y su lengua degusta mi punto débil. 

-Theo-gimo. Dos dedos dentro, y me dejo ir, me vengo en su boca y él lo saborea, sintiéndose triunfador. 

Deja besos húmedos por todo mi cuerpo, sobre todo en mi vientre, masajea delicadamente mis pechos, mientras se acomoda para llevarme de vuelta al paraíso. Poco a poco entra en mi interior, moviéndose todavía muy despacio. Me acaricia el rostro con las yemas de sus dedos, ahogando mis sonidos con un beso apasionado, tan suave, tan lleno de amor. Jadeante, empieza a embestirme fuerte y veloz, rodeo su cuello con ambos brazos y mis piernas se enganchan a su cadera, gimo con fuerza, demasiada para mi gusto. 

-Ah, más-le pido. Mi cuerpo empieza a sentirse caliente y húmedo; Theo gime y se mueve rápido, mucho más que la vez anterior. 

Entierro las uñas en sus brazos y en parte de su espalda, gimo todavía más frecuente, y más fuerte. Theo grita con fuerza, y embiste duro, contagiándome de ese grito feroz.
-Joder, Shailene-grita dejándose liberar. Quedamos rendidos, él sobre mí, recuperando las fuerzas y el aliento, al igual que yo. -Dios, no tienes idea de lo mucho que te amo.-Sonrío, y beso su mejilla. -Te amo con todas mis fuerzas, con todo mi ser. Mi Shai.