Capítulo 30

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Piensa Danet, piensa.

Pero no, no podía pensar.

¿Examen de química?, ¡Exacto! Bendito examen de química. Pero gracias a Dios, ya es el último. Es viernes y decidimos reunirnos hoy para desestresarnos un poco. La única mala noticia es que probablemente esté Luisa, pero me da igual.

Todos hemos coincidido en que desde que ella y Diego están juntos, ambos son más sangrones.

Entregué el examen al profesor, y regresé a mi mesabanco por mi lápiz y celular y después salí.

—Hasta que sales —dijo Santiago acercándose a mi.

—Disculpa, cerebrito —rodé los ojos—. Mejor vámonos porque tengo hambre —comencé a caminar a lado de Santiago hacia la salida y en la entrada me encontré con Diego y Luisa tomados de la mano y conversando.

Pasé a su lado sin tomarle importancia y fuimos hasta el auto.

—Que enamorados se ven —dijo Santiago una vez que habíamos subido al auto.

—Me da igual —me encogí de hombros—. Me dan pena ambos, a Diego ya no lo quiero y Luisa para su mala suerte perdió a una amiga como yo. Lo demás no me importa.

—Existe el karma —dijo Santiago.

—Ya lo sé, algún día se me presentará alguna oportunidad y podré hacerlos sufrir a ambos. No sé como sería, pero no lo desaprovecharé

—¿Saldremos hoy?

—Supongo. 

—¿Crees que irán? —frunció el ceño.

—Lo dudo. Ojalá y no.

**************
—Te toca, Cristóbal —dije riendo maliciosamente. Estábamos jugando a verdad y reto.

—Pero andas borracha, Danet. ¿Así cómo? —renegó.

—Estoy borracha pero aún puedo pensar —entrecerre los ojos. La verdad es que no estaba borracha ni nada que se le pareciera. Pero todos pensaban que sí.

—Bueno, reto —suspiró Cristóbal.

—Sal corriendo en bóxer por la calle hasta la esquina y de regreso —todos se quedaron sorprendidos y Cristóbal desganado de puso de pie e hizo el reto.

Ya era un poco tarde, así que quizá sólo una persona lo miró. Y la esquina no estaba tan lejos, sólo a unas casas.

Una vez que Cristóbal terminó con el reto, giró la botella y quedó en mi y Adal. Él tenía que mandarme y yo obedecer.

—¿Verdad o reto? —sonrió con malicia.

—Verdad —es más fácil decir una verdad a arriesgarse a un reto con ellos.

—¿Has fajado y con quien? —preguntó y yo pase saliva.

No era un secreto tan grande el hecho de que yo haya fajado ya. Tomando en cuenta, que la primera vez que lo hice fue a los 14 y toda la comunidad se enteró. Ese tipo se encargó de divulgarlo a todos. Pero la segunda persona fue Diego, y eso nadie lo sabe.

Miré a Diego con disimulo quien se encontraba casi frente a mi, y podía asegurar que estaba temiendo que yo lo dijera por consecuencia de estar ebria.

—Sí —dije con seguridad—. 4 veces —todos me vieron asombrados.

—¿Y con quienes? —preguntó Adal.

—Fueron dos y dos. Dos con uno, el tipo ese que me tuvo enamorada mucho tiempo. Pero de eso todos saben, así que da igual —tomé un trago a el vaso que tenía a mi lado.

—¿Y las otras dos? —inistió Adal.

—Eso sí no lo voy a decir. Lo primero lo dije porque eso ya no era secreto, pero la segunda persona sí es secreta. Además, ni la conocen —intenté disimularlo. Aunque fuera increíble, Diego tuvo su primer faje conmigo. Sólo sucedió dos veces, y ya no quisimos volver a hacerlo porque él siempre me respetó.

—No seas así, dinos —dijo Cristóbal.

—No. Si les digo el nombre todos tomarán inmediatamente su celular y comenzarán a buscarlo en la primera red social que les aparezca en el menú. Mejor continuemos —dije y el juego continuó.

Diego se puso de pie y caminó hacia adentro un poco frustrado. Con disimulo fui detrás de él. Además, ya mi vaso casi no tenía tequila.

Lo encontré con su celular en las manos, supuse estaba enviándole un mensaje a Luisa, pues ella no había podido venir. No comprendo como es que prefiere estar con nosotros a estar con Luisa.

Se percató de mi presencia y me ignoró. Después de preprar otro vaso, pasé a su lado.

—Para que veas que no estoy tan borracha —susurré y salí de ahí.

—Diego —dijo Renata al mirar que la botella quedó entre Diego y ella.

—Ya, di —dijo de lo más tranquilo. Creo que de todos, era el único que no tenía tanto alcohol como nosotros. Sólo se tomo como medio vaso de tequila y con bastante jugo de por medio.

—¿Cuántas novias has tenido? —sentí el corazón latir fuerte en mi pecho.

—3 —sonrió—. Luisa es la cuarta.

Y era cierto, Diego sólo había tenido dos novias antes de mi. Aunque paresca raro, en este poco tiempo, he entendido que Diego ya es feliz con Luisa. Entendí que sólo estaba molesta porque él y Luisa eran novios. Pero eso no cambia el hecho de que quiero encontrar cualquier oportunidad para vengarme de ambos. Eso que me hicieron, nunca lo perdonaré.

—¿Qué harán éstas vacaciones? —preguntó Daylea.

—No sé si saldremos a la playa —dijo Rebeca.

—Creo que nosotros iríamos —dije—. Pero creo que papá tendrá trabajo —suspiré.

—Estaba pensando, en irnos todos de vacaciones a la playa. Mis papás también tienen trabajo estas vacaciones pero dijeron que si los papás de alguno de nosotros iban para estar a nuestro cargo, podían prestarnos la casa en la playa.

—Uno de mís tíos tiene una casa haya —dijo Cristobal—. Y estas vacaciones irán a Estados Unidos algunas semanas. Puedo pedirla y podemos quedarnos ahí. Es bastante grande.

—Sólo haría falta el permiso —dijo Santiago..

—Todos somos como una pequeña familia —dije—. Mientras estemos todos juntos con adultos, nos dejan ir a cualquier lugar —me encogí de hombros.

A decir verdad, yo no sé que sería de Diego y de mi en esas vacaciones. No me dirige la palabra a menos que sea forzoso hablarnos. Me tiene bloqueada de Facebook, WhatsApp, Snapchat, Instagram e incluso me dejó de seguir en Twitter. Lo consideré una gran inmadurez de su parte, pero probablemente quiere que me vaya olvidando de él. Al parecer, Luisa realmente lo tiene muy atrapado. Y está bien, supongo. Aunque a decir verdad, aún no olvido su traición y jamás lo haré. Sé que los hombres van y vienen y es estúpido perder amistades por eso, pero eso no se hace y me duele más ella que él, a decir verdad.

En otras cosas, Andrés se ha convertido en un gran amigo para mi, a excepción de que es el mejor amigo de Diego. Hablamos a diario y aunque en veces me siento atraída hacia él, me parecen tonterías. Por el momento, no me interesa enamorarme de nadie ni sentirme atraída por nadie.

Nunca Me Dejes |#GhostyADonde viven las historias. Descúbrelo ahora